viernes, 29 de junio de 2012

Si España fuera "la Roja"

ALBERT SÁEZ




El Periódico



Vicente del Bosque es un tipo sensato. Florentino Pérez lo echó del Madrid porque no tenía glamur en las ruedas de prensa a pesar de ganar títulos. Justo lo contrario de Mourinho que hace ruedas de prensa para tapar sus fracasos en el campo. Toda una metáfora de cómo se movía la España de Bankia en la primera década del siglo XXI. Del Bosque soltó el viernes una gran frase a propósito de las dudas sobre la alineación del sábado ante Francia: “No voy a tener un ataque de entrenador”. Y no lo tuvo. La Roja recordó el sábado al mejor Barça de las últimas temporadas a excepción de los detalles extraplanetarios de Messi. Aún así, y a pesar del éxito, Del Bosque lleva toda la Eurocopa escuchando la cantinela de la necesidad de que España juege con un “9″. En la retransmisión de Tele 5 es costumbre que cada vez que toca la pelota Cesc (Fábregas en su argot) se recuerde la ausencia de Torres. El “9″ es la manera que tiene el madridismo españolista de incitar a del Bosque para que la Roja no juegue con el estilo del Barça. Pero el seleccionador ha demostrado tener mucha más personalidad que Mourinho y hace caso omiso de la campaña. Lo inteligente para España es jugar sobre la base de los jugadores del equipo hegemónico en el planeta en las últimas temporadas. No hacerlo sería expulsar al Barça del fútbol español. Del Bosque solo ha cedido en el caso de Casillas a quien se califica sin ningún rubor como el “mejor portero del mundo” aunque lleve varias temporadas mordiendo el polvo de Valdés en el trofeo Zamora que no debe ser de este mundo.
Si los sucesivos presidentes del Gobierno español hubieran hecho como Del Bosque, las relaciones entre Catalunya y España no estarían como están. Pero no. España sigue estando secuestrada por Madrid y han preferido durante años alimentar la economía especulativa que alentar la economía productiva que significaba dar cancha a Catalunya, a Valencia, a una parte de Andalucía y al País Vasco. Mejor un Ave a cada capital de provincia que un corredor de mercancías desde Algeciras a La Jonquera. La Andalucía subvencionada -que no es toda ni la más relevante- y la Valencia subastada sucumbieron a jugar para el nueve madrileño que marcaba todos los goles. El País Vasco se libró gracias al concierto y Catalunya tras intentar una y otra vez dar lo mejor de su juego a Madrid, acabó por fomentar la desafección, curiosamente una expresión utilizada por expresidentes de tan diverso sesgo como Pujol, Maragall y Montilla. Ahora Mas propone pasar de la desafección a la desconexión. Y encuentra pocos obstáculos… sobretodo en Madrid, porque allí ya tienen “el mejor portero del mundo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario