sábado, 30 de junio de 2012

Italia y España, finalísima europea

RAFAEL GONZÁLEZ MORERA







Ya ven como el fútbol no tiene nada que ver con la política, y la prueba del nueve la tienen en Italia que eliminó a Alemania y se enfrentará en la finalísima europea del domingo a España. Ángela Merkel se llevó el jueves dos palos morrocotudos, uno futbolístico y el otro económico político, y las presiones de François Hollande, presidente francés, pidiéndole a la Merkel que cediera ante la deuda soberana de España y Francia, ya ha producido efectos positivos, aunque claro, Ángela Merkel se ha apresurado a decir que las cosas “no serán tan fáciles”, y tiro de oca a oca alemana, y tiro porque me toca. Pero lo que hay que pensar es que hubiese pasado en la cumbre europea si en vez de Hollande habría estado Sarkozy, madre mía, no quiero ni pensarlo, seguro que la prima por las nubes y la bolsa por los suelos. De ahora en adelante Mariano Rajoy tendría que tener un poco de agradecimiento a Hollande por haber presionado a Merkel en el tema de la deuda soberana.
No quería en este caso escribir de política, sino de la finalísima del domingo entre España e Italia, con gran cabreo de Merkel y del seleccionador alemán, Joachim Löw, entre otros teutones, pero es difícil sustraerse de la política hasta cuando llegas al fútbol, y es que escuché un comentario en una emisora de radio a nivel nacional sobre Mario Balotegui, profundamente racista y xenófobo, y el estúpido (qué fino soy cuando quiero) que hablaba ignoraba que Balotegui nació en Palermo, y es tan italiano como Buffon, Di Natale y Pirlo, color de la piel al margen, le guste o no le guste al comentarista de las cavernas de la tal radio. De ahí que les cuente a modo de anécdota lo que me decía hace poco un conocido de mi barrio, fanático del PP y del Real Madrid, racista y xenófobo, qué coincidencias, cuando le recordaba un día que muchos exjugadores del Real Madrid eran negros, y famosos y fabulosos como Roberto Carlos y Ronaldo Luiz Nazario de Lima, a lo que mi vecino pero no amigo me contestó :”Eran negros de raza, pero blancos del Real Madrid. En este caso admito a los negros que se visten de blanco”. Y se quedaba tan fresco.
Lo siento por Balotegui, Buffón, Pirlo y compañía, pero creo en La Roja como nunca he creído en otra selección española, y además con todos españoles, y con la aportación de dos canarios, Silva y Pedro, aunque con mucho respeto a Italia. España llegó a tener en otra época que mejor es olvidar, a Di Stéfano, Kubala, Santamaría, Puskas, y otros muchos extranjeros, cuando la FIFA todavía permitía tales barbaridades que convertía a los jugadores en puros mercenarios incluso en las selecciones nacionales. Por si no lo recuerdan, Ladislao Kubala llegó a jugar con Checoslovaquia y Hungría, antes de hacer luego con España. Y tres piedras.
Lo dicho, a ver si España le gana a Italia en fútbol el domingo, y estas dos naciones ponen firme a Ángela Merkel en economía política, que ya me está cayendo muy gorda, nunca mejor dicho, y que me excusen las feministas que la referencia no es por menospreciar a las mujeres obesas que pueden ser más inteligentes y preparadas que cualquier flaco. Menos mal que pronto empiezan los Juegos Olímpicos de Londres, y a ver si me olvido un poco de mi prima de riesgo y del tío corralito. Otra vez volveré a ver en la Olimpiada, atletismo de alta calidad, que fue de lo que empecé a escribir en el viejo “Diario de Las Palmas” hace ya algunos años cuando el inolvidable Nanino Díaz Cutillas me llevó a colaborar de este deporte, el más antiguo junto a la natación. Y dos piedras, y dos aguas.

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