martes, 30 de agosto de 2011

Zapatero: gol en propia puerta

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RAFAEL GONZALEZ MORERA






Sinceramente no sé a qué está jugando José Luis Rodríguez Zapatero, pero lo cierto es que se ha metido un golazo en propia puerta con la reforma de la Constitución en plan clandestino y críptico. Una revisión de la Constitución que no toque como mínimo el cambio necesario en el Senado, la Ley Sálica que no permite a las mujeres ser reinas de España, entre otros asuntillos de esta Ley de Leyes monárquica. Pero los recortes que vienen con el cambio constitucional que apadrinan PSOE y PP (sic), van a afectar según los expertos económicos y financieros al Estado del Bienestar de una forma profunda, y fundamentalmente a la sanidad, educación, servicios sociales, domiciliarios, vivienda social y pensiones de vejez, lo cual redibuja un panorama sombrío y plantea en el horizonte un otoño caliente y una primavera de 2012 imprevisible en sus respuestas sociales.
La propuesta de Zapatero y Rajoy es de entrada una auténtica provocación al Movimiento 15 de Mayo, con una medida de claro cariz neoliberal, y hacerlo además sin pedir el referendo popular. Demasiado para el body. Si los indignados han pedido una mayor participación, mayor democracia, y oposición a las medidas conservadoras para la salida de la crisis, este acuerdo sigiloso y misterioso de PSOE Y PP ofrece dos tazas de autoritarismo y sometimiento a los mercados, como se denomina ahora al capitalismo salvaje.
El capitalismo salvaje (los mercados, en lenguaje moderado), está controlado y alentado por las agencias de rating, principalmente por las norteamericanas Stándar&Poors y Moody´s Investors Service, con sede ambas en Nueva York, muy cerquita de Wall Street, que tienen a todos los gobiernos europeos, incluso el de Estados Unidos, a los pies de los caballos financieros, y dos perras. Pero parece un insulto a la ciudadanía que un bipartidismo agonizante como el que representan PSOE y PP, cada vez más contestados por los indignados, y se ha hecho con nocturnidad y alevosía en el mes de agosto, en plena canícula, y con el pueblo adormecido por el dedo subversivo de Mourinho y las exhibiciones del Barcelona. De momento Alfredo Pérez Rubalcaba, en una situación penosa, le ha dicho a su exjefe Rodríguez Zapatero “yo no lo hubiese hecho así”, y se prepara para afrontar unos meses hasta el 20 de Noviembre de imprevisibles situaciones sociales y políticas. El Movimiento 15-M tiene ahora la histórica oportunidad de una forma pacífica y constructiva enarbolar la bandera del referéndum contra los propósitos del bipartidismo agonizante, con inteligencia, generosidad, y participación colectiva, ofreciendo una última oportunidad de rectificación a PSOE y PP que lo justifican todo con “los mercados”, que viene el lobo mamaíta. Zapatero se ha metido un gol en propia puerta, pero se lo ha metido al Partido Socialista Obrero (sic) Español. Y eso es lo más grave.

jueves, 25 de agosto de 2011

Inglaterra: la falsa calma que asoma tras las revueltas

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TXENTE REDONDO



Gara/Rebelión



Las protestas y los incidentes que han sacudido algunos barrios de las ciudades inglesas parece que han ido decreciendo y la clase política está intentando recuperar su lugar en esa coyuntura. Estas revueltas no son algo nuevo en Inglaterra y por lo general se manifiestan de manera cíclica, y muchas veces acompañadas o desencadenadas por alguna actuación represiva de la policía del país. Como bien han señalado algunos analistas, un repaso a canciones de The Clash sirve como una buena introducción a una situación que se aceleró a partir de los años setenta.

La huelga de los mineros galeses, el rechazo a la “poll tax”, las manifestaciones del uno de mayo, las recientes movilizaciones estudiantiles o lo que ha acontecido estos días son algunos ejemplos de ese carácter cíclico que adquieren las revueltas y que según pasan los años adquieren mayor fuerza.

Las causas

Son muchos los analistas que haciéndose eco de la ideología dominante en la clase política del statu quo tienden a simplificar la situación, centrando sus trabajos y artículos en condenar la violencia provocada y reduciendo la situación a un “problema violento”. Sin embargo, también los hay que intentan analizar las causas que provocan estas revueltas.

En ese sentido, muchos coinciden en señalar el contexto que viven muchos de los protagonistas de las revueltas, que producen sin duda alguna un peligroso cóctel que estalla como lo ha hecho esta semana. Los continuos recortes de los servicios públicos (que llevan a un desmantelamiento de los centros culturales y escuelas, sobre todo en los barrios más desfavorecidos), las privatizaciones (la sanidad es el próximo objetivo), el desempleo o en su defecto los contratos-basura, la percepción de un futuro que lejos de mejorar se presenta muy negro, son algunas de las causas que sin duda influyen en el devenir de los acontecimientos.

Todo ello nos da un panorama ciertamente desolador, que como señalaba un académico local, los problemas se están convirtiendo en algo crónico en amplios sectores y zonas del país, y “la pobreza residual, las altas tasas de desempleo juvenil, las disfunciones sociales y familiares o la alineación política” contribuyen a aumentar el rechazo hacia ese sistema que sustenta esas diferencias.

Pero además hay otros dos aspectos que se intentan ocultar por parte del engranaje del statu quo. Por un lado, la rabia y frustración que se manifiestan en buen aparte de las poblaciones de todo el mundo, y en el caso de Inglaterra, y de Londres más concretamente de manera acentuada, ante la ostentación, corrupción e impunidad con las que operan buena parte de los sectores dirigentes y las élites (políticos, banqueros, algunos medios de comunicación…).

Y por otra parte no hay que olvidar que el motivo que desencadenó las protestas de estos días fue la muerte a tiros de una persona por parte de la policía. Y no es el primer caso, ni probablemente sea el último, sobre todo a raíz de las declaraciones de Cameron y compañía. Como señala un periodista inglés, “la policía tiene la desafortunada costumbre de intentar ocultar sus errores, sobre todo si éstos conllevan la muerte de civiles.”. Falsos enfrentamientos, desprecio hacia la familia y allegados del fallecido, difusión de falsas noticias y datos sobre la vida del mismo (algo que contrasta con el trato que se da por ejemplo desde la clase política y los medios a los militares fallecidos en el extranjero, no se publica ningún nombre hasta comunicárselo a las familias, sin embargo en el caso reciente de Mark Duggan, sus allegados se enteraron por la prensa), son prácticas habituales que generan un rechazo importante en las poblaciones afectadas.

Todo ello contribuye a aumentar el rechazo y la desconfianza hacia los policías, unido además a una imagen ligada a la corrupción, como se ha demostrado recientemente a raíz de los lazos entre algunos oficiales y el imperio mediático de Rupert Murdoch. Los más de trescientos muertos cuando se encontraban bajo custodia policial desde 1998, con ningún policía condenado, también contribuyen a deteriorar aún más la imagen popular de ese cuerpo.

Las reacciones

La clase política, con Cameron a la cabeza, se ha dado cuenta de que ha perdido el control de la situación, y eso es algo que no soporta, de ahí su reacción posterior. Tras las condenas, ha llegado el mensaje distorsionador, reduciendo la situación a un problema de orden público, “violencia, desorden y criminalidad”.

La batería de medidas anunciada supone sin duda alguna un punto y seguido en el recorte de libertades que iniciaron algunos gobiernos hace diez años tras el fatídico 11-S y al amparo de lo que definieron como la “guerra contra el terror”. Ahora el nuevo término, aunque en la línea argumental del anterior, es “la restauración de la ley y el orden”.

Y esto se percibe por parte de esos sectores desfavorecidos de la sociedad como la defensa a ultranza del mismo sistema que les condena a ellos y sus familias a un negro futuro sin expectativas de mejorar. La retirada de las ayudas sociales, el cierre de los servicios comunitarios, de escuelas, la privatización de la sanidad o el encarecimiento de la educación son nuevos obstáculos para todo aquel que quiera encontrar una solución a la situación.

La fotografía de la clase política se muestra cada día más nítida ante los ojos de los ciudadanos. Para muchos de ellos, los años de Thatcher y del “nuevo laborismo” de Blair son parte de la misma estrategia. Gracias a la cual, el populismo “corporativo” caracteriza a ese grupo que busca “el beneficio personal a través de la política y que además basa su carrera y su fortuna en una fusión entre los dominios políticos y de los mass media”.

Al hilo del reciente escándalo en torno al imperio mediático de Murdoch se ha destapado esa estrecha colaboración entre la clase política y algunos medios de comunicación privados, que se manifiestan como los dominadores del entramado institucional del Estado.

Recientemente, un analista señalaba que “estamos gobernados por una fusión de políticos, periodistas y propietarios de algunos medios. Todos ellos se han unido para lograr un consenso público de cara a unas políticas que les benefician claramente a ellos, pero que están en contra del interés general”.

¿Y ahora qué?

Las medidas represoras y de control que pretende poner en marcha el gobierno británico (algunos recuerdan medidas similares en Bahrein, Arabia Saudí o China, este último un caso que desde los gobiernos de Occidente se denuncia activamente) no solucionan a medio o largo plazo la situación. Control y censura en Internet y en las nuevas redes sociales, cientos de detenciones, muchas de ellas de menores de edad, mayores recortes sociales, más policía… son todas ellas cortoplacistas, y como señalaba un joven estos días siempre habrá otras alternativas.

Algunos señalaban los años 2012 o 2013 como puntos de tensión elevada que podían desencadenar en revueltas, la situación económica y las protestas en otros lugares acabarían llegando a las calles de Londres. Pero todo se ha adelantado, y con la celebración el próximo año de las Olimpiadas, Cameron y sus aliados políticos intentarán profundizar en las medidas anunciadas, pero lo que en definitiva estará haciendo es afianzar la “cultura del gueto”, y en el corazón de la misma la rabia sigue desarrollándose.

domingo, 21 de agosto de 2011

Horizontes Insulares, en el Centro de Arte Wilfredo Lam de La Habana

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DIVERSIAdigital / Canarias.
Horizontes Insulares, proyecto que reúne obra plástica y literaria de artistas de once territorios del mundo, entre ellos Canarias, inaugura su parte expositiva el 4 de agosto en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, de La Habana (Cuba), donde permanecerá hasta el 30 de septiembre. Se trata de una iniciativa del programa Septenio del Gobierno de Canarias y de Acción Cutural Española, del Gobierno de España (AC/E), bajo la dirección de los canarios Orlando Britto (comisario artístico) y Nilo Palenzuela (coordinador literario).

Es la cuarta parada dentro de la itinerancia de Horizontes Insulares, exhibido en 2010 en las Islas Canarias y en el primer trimestre de 2011 en Madeira y en Santo Domingo. Tras su paso por la capital cubana, la exposición viajará a la Fondation Clément de Martinica, en el mes de octubre, donde concluirá el periplo internacional del proyecto artístico.

La exposición.
Doce artistas toman parte en esta colectiva, procedentes de once áreas insulares o ultraperiféricas del planeta: Canarias, Azores, Madeira, Cabo Verde, Cuba, República Dominicana, Guayana, Puerto Rico, Guadalupe, La Reunión y Martinica. Britto y Palenzuela determinaron estos territorios y sus respectivos mapas culturales, visitaron dichos espacios y conocieron a fondo la producción artística y literaria de numerosos creadores entre los que se encuentran quienes finalmente forman parte de esta iniciativa. En total, incluyendo estos 12 artistas plásticos, son 36 los creadores de estos lugares que aportan su producción cultural a este magno proyecto.

Todo ello con el objetivo de mostrar la vitalidad y riqueza de la creación cultural contemporánea de estos territorios, así como propiciar nuevos horizontes y vías de conocimiento, comunicación e intercambio.

Así, la artista cubana Sandra Ramos ejerce de anfitriona en esta presencia de Horizontes Insulares en el Museo de Arte Moderno, donde comparte espacio con Teresa Arozena y Gregorio González (Canarias), Ricardo Barbeito (Madeira), María José Cavaco (Azores), Joëlle Ferly (Guadalupe), Tchalé Figueira (Cabo Verde), Thierry Hoarau (La Reunion), Belkis Ramírez (República Dominicana), Roseman Robinot (Guayana Francesa), Shirley Rufin (Martinica) y Julio Suárez (Puerto Rico). Doce autores literarios y otros tantos ilustradores completan la nómina de creadores participantes en este proyecto, que también ha contado con la colaboración de nueve intelectuales de varios de estos países y regiones que han aportado sus textos al catálogo de la exposición.

Criterios.
Tres criterios geográfico-antropológicos han marcado la selección de los territorios que forman parte de Horizontes Insulares: archipiélagos de la Macaronesia; islas del Caribe con fuertes relaciones histórico-culturales con las Antillas Españolas; y zonas RUP o territorios ultraperiféricos europeos. Los once escenarios geográficos mantienen rasgos históricos sociales y culturales comunes y, en algunos casos, vinculados.

Son espacios generadores "de movimientos continuos de ida y vuelta (…), islas con territorios lingüísticos diversos", explica Britto. La exposición contiene propuestas que, a partir de dibujo, pintura, instalación, fotografía, vídeo y animación, "nos hablan de las geografías, de la naturaleza y la acción del ser humano en ella, la complejidad y diversidad de los espacios y las percepciones y narrativas que se generan en y desde ellos", describe Orlando Britto.

Define esta experiencia artística como "el viaje entre las culturas", donde se han podido constatar tanto sus similitudes como sus diferencias. Así, se han observado aspectos como "la geografía, la naturaleza, la distancia y el aislamiento, el mar y el océano como espacio de comunicación, los puertos, la expansión y ocupación de los litorales, volcanes activos y ocultos, exuberancia y desierto, independencia y dependencias, desarrollo y sostenibilidad, islas, archipiélagos y meta-archipiélagos que devienen en meta-continentes".

miércoles, 17 de agosto de 2011

El capitalismo salvaje asola las calles

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DAVID HARVEY


CounterPunch





“Adolescentes nihilistas y salvajes” llamó el Daily Mail a los jóvenes de todos los ámbitos de la vida que corrían por las calles a la desesperada lanzando ladrillos, piedras y botellas a los policías, mientras saqueaban por aquí e incendiaban por allá, obligando a las autoridades a un alegre juego del escondite mientras corrían de un objetivo a otro con ayuda de Twitter.
La palabra “salvaje” (1) atrajo inmediatamente mi atención. Me recordó el modo en que representaron a los comuneros de París, en 1871, como animales salvajes, hienas que merecían ser –y a menudo lo fueron– ejecutadas sumariamente en nombre de la santidad de la propiedad privada, la moral, la religión y la familia. Pero, además, la palabra me suscitó otra asociación: Tony Blair, atacando a los “medios de comunicación salvajes”, mientras se hallaba cómodamente alojado en el bolsillo izquierdo de Rupert Murdoch, para ser sustituido más tarde por éste, cuando se sacó de su bolsillo derecho a David Cameron.

Habrá, por supuesto, el debate, siempre histérico, entre los propensos a considerar los disturbios como una cuestión de pura, desenfrenada e inexcusable criminalidad, y aquellos deseosos de contextualizar los acontecimientos en un fondo de incorrecta actuación policial, racismo y continua persecución injustificada de los jóvenes y las minorías; desempleo masivo de los jóvenes; creciente marginación social y una política de austeridad ciega que nada tiene que ver con la economía y todo con la perpetuación y la consolidación de la riqueza y el poder personal. Algunos pueden llegar incluso a condenar el sinsentido y los rasgos alienantes de tantos empleos y tantas cosas de la vida cotidiana en medio de la inmensa potencialidad, aunque desigualmente distribuida, de florecimiento humano.

Si tenemos suerte, tendremos comisiones e informes que nos repetirán lo que se dijo en su día de Brixton y Toxteth, en los años de Thatcher. Y digo suerte porque los instintos salvajes del actual Primer Ministro parece más inclinados a activar los cañones de agua, llamar a la brigada de gases lacrimógenos y utilizar las balas de goma, mientras pontifica con afectación sobre la pérdida de la brújula moral, la decadencia de la civilidad y el triste deterioro de los valores familiares y la disciplina entre los jóvenes errantes.

Pero el problema es que vivimos en una sociedad en la que el capitalismo se ha vuelto desenfrenadamente salvaje. Políticos salvajes hacen trampas con sus gastos; banqueros salvajes saquean el erario público de todo lo que hay de valor; directores ejecutivos, operadores de fondos de inversión y genios del capital privado saquean al mundo de su riqueza; compañías telefónicas y de tarjetas de crédito que cargan misteriosas tasas en sus facturas en todo el mundo; tenderos que sangran a sus clientes; y, en un instante, los más cualificados timadores y estafadores juegan al trile en las más altas esferas del mundo empresarial y político.

Una economía política de desposesión de las masas y de prácticas predatorias que llegan al robo a la luz del día, sobre todo de los pobres y los vulnerables, los menos refinados y los que no gozan de protección legal, se ha convertido en el orden del día. ¿Alguien cree que es aún posible encontrar un capitalista honesto, un banquero honesto, un político honesto, un comerciante honesto o un comisario de policía honesto? Sí, los hay. Pero sólo como una minoría que todo el mundo considera estúpida. ¡Sé listo! ¡Obtén ganancias fáciles! ¡Estafa y roba! Las probabilidades de que te atrapen son escasas. Y en todo caso hay un montón de maneras de proteger la riqueza personal de los costos de las fechorías corporativas.

Lo que digo puede sonar chocante. Pero la mayoría de nosotros no lo ve porque no quiere. Ciertamente, ningún político se atreve a decirlo y la prensa sólo lo imprimiría para cubrir de oprobio al que lo dijera. Pero mi conjetura es que cada uno de los alborotadores callejeros sabe exactamente lo que quiero decir. Ellos sólo están haciendo lo que hacen los demás, aunque de una manera diferente, más ostensible y apreciable en la calle. El thatcherismo desencadenó los instintos salvajes del capitalismo (el “espíritu animal” del empresario, como coquetamente decían) y nada ha conseguido controlarlos desde entonces. Tierra quemada es ya, abiertamente, el lema de las clases dominantes en casi todas partes.

Esta es la nueva normalidad en que vivimos. Esto es lo que la siguiente gran comisión de investigación debería abordar. Todos, no sólo los alborotadores, deben rendir cuentas. El capitalismo salvaje debe ser llevado a juicio por crímenes contra la Humanidad y crímenes contra la Naturaleza.

Lamentablemente, esto es lo que estos manifestantes insensatos no pueden ver ni exigir. Todo conspira para impedir también que nosotros lo veamos. Esta es la razón por la que el poder político se viste rápidamente con los ropajes de una moralidad superior y esgrime empalagosas razones para que nadie pueda ver lo descaradamente corrupto e irracional que es.

Sin embargo, hay destellos distintos de esperanza y luz en todo el mundo. Los movimientos de indignados (2) en España y Grecia, los impulsos revolucionarios en América Latina, los movimientos campesinos en Asia, están empezando a adivinar que tras la gran estafa un capitalismo depredador y salvaje mundial se ha desatado sobre el mundo. ¿Qué se necesita para que el resto de nosotros vea y actúe en consecuencia? ¿Cómo podemos empezar de nuevo? ¿Qué dirección debemos tomar? Las respuestas no son fáciles. Pero una cosa sabemos con certeza: sólo podremos llegar a las respuestas correctas haciendo las preguntas correctas.

1. Feral en el original inglés (N. del t.)

2. En español en el original (N. del t.)

domingo, 14 de agosto de 2011

Puente entre islas en el Wifredo Lam

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RICARDO ALONSO VENEREO


Granma

El Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, a la vera de la Plaza de la Catedral, en La Habana Vieja, acogerá hasta el 23 de septiembre la muestra Horizontes insulares, patrocinada por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas, el Gobierno de Canarias, y la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España.

La exposición, inaugurada el último jueves, reúne obras de 12 artistas de diversas poéticas, bajo el común denominador de que sus creadores habitan y asumen la condición insular de sus orígenes.

Junto a la cubana Sandra Ramos aparecen Teresa Arozena y Gregorio González (Islas Canarias), Ricardo Barbeito (Madeira), María José Cavaco (Azores), Joélle Ferly (Guadalupe), Tchalé Figueira (Cabo Verde), Thierry Hoarau (Reunión), Belkis Ramírez (República Dominicana), Roseman Robinot (Guyana Francesa), Shirley Rufín (Martinica) y Julio Suárez (Puerto Rico).

Según dio a conocer su curador, el canario Orlando Brito Jinorio, la exposición forma parte del proyecto contemporáneo de arte y literatura del mismo nombre, emprendido junto a su coterráneo Nilo Palenzuela. "Este es un sueño que hacía rato quería hacer realidad, pues el Centro Lam es de vital importancia para la visibilidad internacional de los artistas que exponen en él. Llevo varios años asistiendo a la Bienal de La Habana que tan magistralmente organiza, por eso necesitaba realizar una muestra aquí y compartirla con todos los cubanos".

El proyecto incluye también la publicación de 12 volúmenes de escritores de estos territorios y propone diferentes horizontes para adentrarse en la naturaleza, la cultura y la geografía de las islas. Otros cubanos que forman parte de Horizontes insulares son el crítico David Mateo, la escritora Reina María Rodríguez y el fotógrafo Alejandro Pérez Álvarez

sábado, 13 de agosto de 2011

Chile: los estudiantes ponen al régimen contra las cuerdas

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ANGEL GUERRA

La Jiribilla, La Habana


El presente año ha visto un florecimiento infrecuente de los movimientos populares por el número, dimensiones, diversidad de sus integrantes y veloz propagación geográfica transcontinental. Estos movimientos, casi siempre con gran participación juvenil, no se sienten representados por las instituciones y los partidos políticos del sistema ni creen que estos puedan ofrecer solución a sus aspiraciones. Lo que expresa este sentimiento es el agotamiento del capitalismo, en especial del capitalismo neoliberal en su etapa agónica; no únicamente como modelo económico, sino como régimen político capaz de mantener con la democracia representativa un mínimo de consenso social. Al igual que en la puerta de El infierno, de Dante, en la del modelo se anuncia: “abandonad toda esperanza”. Es la horrible tragedia a la que son arrojados millones de seres humanos, ahora en los países ricos como en los pobres, entre ellos infinidad de jóvenes, grupo con frecuencia educado, pero sin apenas perspectivas de lograr una vida digna.

¿Pero no era Chile el ejemplo del éxito económico y social neoliberal, que debía seguir América Latina? ¿El país más estable de la región? ¿El que mejor había hecho la tarea? Pues a las protestas sociales de los últimos años —la del pueblo mapuche destaca por no haber cejado un día en la pelea— se añade un potente y prestigioso movimiento estudiantil que ya dura cuatro meses. Demanda la educación pública de calidad, con cabida para todos los niños y jóvenes, independientemente de su condición económica, sin fines de lucro, multicultural, bajo la responsabilidad del estado y reconocida como un derecho en la Constitución.

La dictadura pinochetista asesinó a miles de luchadores sociales, aplastó a las organizaciones populares y conculcó los derechos alcanzados en siglos de brega por el pueblo y la clase obrera chilenos. Pero no pudo asesinar las ideas, la memoria histórica, las tradiciones de lucha. Para no ir más lejos, este gigantesco movimiento lo antecedió en 2006 el de los memorables “pingüinos”, estudiantes secundarios que, además de las demandas económicas también enarbolaron la defensa de la educación pública. Una gran virtud de la actual movilización es agrupar con la misma demanda fundamental a virtualmente todo el estudiantado de secundaria, enseñanza técnica y universitaria tanto de centros estatales, como privados y llevar a cabo su lucha de la mano con el reconocido Colegio de Profesores y el apoyo de varios de los más importantes rectores. También haber ganado a los padres de familia, sindicatos y organizaciones populares, de modo que cuenta con un 80 por ciento de apoyo nacional según encuestas, ratificado por las cada vez más nutridas marchas que han organizado. Más de cien mil personas en la última de ellas el martes 9 en Santiago acompañada de movilizaciones en todo el país. Los jóvenes han tenido un capaz liderazgo en Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y los dirigentes de otras instituciones de educación superior y han procesado sus demandas y respuestas a las propuestas del gobierno a través de un sistema asambleario de consulta con las bases que asegura su unidad y firme respaldo a los líderes. Por su parte, el presidente Piñera ostenta la más baja popularidad de un gobernante posterior a la dictadura —26 por ciento— y más bajos andan su partido y la oposición.

Bajo Pinochet y gobiernos posteriores, la educación se convirtió en un suculento negocio: un universitario debe 30 mil dólares en créditos cuando egresa. Ahora bien, la demanda estudiantil implica un cambio radical al neoliberalismo a rajatabla chileno no solo en el campo educacional. Reconocer la educación como un derecho humano en la Constitución y no un “bien de consumo”, como la califica Piñera, exige un vuelco conceptual en el estado, que tendrá que financiarlo. Para lo que deberá elevar exponencialmente los impuestos a las empresas del cobre, o renacionalizarlo, como ya se reclama en pancartas levantadas en las manifestaciones. Los estudiantes han sido duramente reprimidos y amenazados ominosamente sus dirigentes. Visto que el gobierno no los escucha, ahora proponen un plebiscito sobre su demanda. Hay una amenaza no tan velada de recrudecer la represión, pero los estudiantes no olvidan su historia, el luminoso gobierno de Salvador Allende, acervo con el que concurren a una cita decisiva con la historia latinoamericana.

viernes, 12 de agosto de 2011

La unión de la izquierda canaria

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RAFAEL GONZÁLEZ MORERA


Pasan los años y la tan deseada unidad de la izquierda canaria a la siniestra del PSOE no se hace realidad. Anticipo que no sé si el nombre que nos uniera a todos los progresistas fuese el de la “unidad canaria de la izquierda”, o la “canaria unidad de la izquierda”, o vaya usted a saber por los resabios de las denominaciones de la izquierda unida canaria que se parece a la penúltima de IUC, de tan mal recuerdo, y ¡ojo!, con las denominaciones y las siglas hay que tener cuidado, me decía un sociólogo amigo mío, hay que huir de ciertos estereotipos que huelan a cualquier cosa que sea el fracasado partidario comunismo canario histórico de Germán Pirez, Tony Gallardo, Fernando Sagaseta y José Carlos Mauricio, y también del tropezón del comunismo soviético, y de los países socialistas europeos, del Pacto de Varsovia, del Kominform, de los koljoses y los sovjoses, y tómenselo con humor. ¿Y qué tal un Frente Amplio de la Izquierda Canaria? Digo, pregunto…

Después de todo esta intrahistoria pasada llegó el gran fiasco a nivel canario de Iniciativa Canaria (ICAN), de la deriva de su líder José Carlos Mauricio hacia posiciones de derechas, del desinflamiento y ostracismo de muchos de sus dirigentes más valiosos, y por estas latitudes hay muchos ciudadanos que seguimos esperando con infinita paciencia a que la izquierda canaria se recomponga y avance con decisión y firmeza hacia una unidad que huya de los ombliguismos de salón, de los liderazgos de las colas de ratoncito que caben en un taxi cuando van a una reunión para discutir sobre el sexo de los ángeles, de las miopías poco generosas y menos solidarias que paralizan todo avance ciudadano y social, en definitiva, de las luchas fatricidas entre grupúsculos que sólo conducen a un callejón sin salida política, y vuelta a empezar.

Sí se puede, me harían el favor de una puñetera vez en ponerse de acuerdo para integrar una unidad repito y por última vez a la izquierda del PSOE. O mejor del Partido Socialista Canario, porque la verdad cada vez me queda más lejos Madrid y el centralismo españolista, y dos piedras. Tiene mucha razón Santiago Pérez García cuando analiza que el Partido Socialista españolista de la capital del Reino pasa de su sucursal canaria por múltiples motivos y problemas, desde el asunto de las especies protegidas, el puerto de Granadilla, hasta el delicado problema de Las Teresitas, en donde hay mucha tela que cortar y muchos empresarios poderosos a los que enfrentarse.

Ahora que estamos en el ferragosto, y casi tocamos el ecuador del verano, no pretendo profundizar en los planteamientos de lo que llamo la unidad de la izquierda canaria a la siniestra del PSOE/PSC, en donde formaciones minoritarias como Socialistas por Tenerife, Sí se Puede, Roque Aguayro, Partido Humanista, Izquierda Unida Canaria y su Alternativa por la Izquierda, Iniciativa por el Hierro, Partido Humanista, y otras formaciones progresistas tienen el compromiso histórico de confluir en una gran coalición de cara a las próximas elecciones del 20 de Noviembre 2011, y no seguir dándole palos al agua y darle vuelta a la noria sin ningún sentido y sin proyección pragmática de ningún orden. La confluencia de todos estos partidos progresistas con el Movimiento del 15 de Mayo es otro de los objetivos a conseguir, respetando por encima de todo la independencia natural de los indignados.

Asistimos indignados, pero como bien decía Iñaki Gabilondo, decepcionados, defraudados, pero no derrotados, a la cada vez más creciente masa de mileuristas, que no llegan a fin de mes, y que no tienen expectativas de futuro, pero también a una gran parte de la población trabajadora que ni siquiera tienen ya prestaciones sociales, que han dejado incluso de cobrar el paro, y que sobreviven por debajo del umbral de la pobreza, marginados del sistema productivo y que cada día son más los que no reciben ningún tipo de prestación. Es urgente la convergencia en un Frente Amplio de Izquierdas, en una Canarias por la Izquierda, que el nombre para mi es lo de menos, que lo importante es el programa y las ideas, y el proyecto político de sacar a Canarias del tripartito que hasta ahora han creado CC, PP y PSOE, en un triángulo de la muerte ciudadana que tienen a las Islas Canarias estancadas en la más pobre expectativa creativa y generacional. Creo para terminar que políticos de una gran valía como Juan Fernando López Aguilar, Antonio González Vieítez, Antonio Morales Mendez, Santiago Pérez García, y otros dirigentes progresistas deben aunar esfuerzos para llevar la ilusión al pueblo canario antes de que sea demasiado tarde para una nueva cita electoral. Y si sucede de nuevo así, después otra vez, vuelta a empezar…

El fútbol español, a la huelga

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RAFAEL GONZÁLEZ MORERA




La patronal del fútbol español, la Liga de Fútbol Profesional (LFP), se ha ganado a pulso la convocatoria de huelga para las dos primeras jornadas de la próxima competición liguera si de aquí al 20 de agosto no hay un acuerdo con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). La LFP que preside José Luis Astiazarán Uribe (San Sebastían, 1963) afirma que no hay razones para ir a la huelga, pero los futbolistas ponen encima de la mesa argumentos poderosos. No están pidiendo más dinero, sino simplemente que se les paguen los atrasos. Ahora mismo los clubes adeudan a más de trescientos futbolistas casi sesenta millones de euros, y la deuda del fútbol español con Hacienda, la Seguridad Social, y otros acreedores asciende a 4.000 millones de euros. El fútbol español está realmente en quiebra técnica, y sólo la “manga ancha” y el mirar para otro lado de los distintos Gobierno españoles les permite seguir camino del abismo de una forma lenta y agónica. La Ley Concursal aplicada al fútbol es una trampa de grandes dimensiones. Si un club sociedad anónima entra en la Ley Concursal, sólo tiene que pagar el cincuenta por ciento de lo que les adeuda a los jugadores, y evita además el descenso de categoría.

Claro que todo esto significa una competencia desleal, porque los clubes que son serios y no hacen fichajes de locura, posiblemente no salvan la categoría al no reforzarse, y otros que se entrampan hasta el cuello pueden conseguir mejores resultados, pero después para estos viene la segunda parte, la crisis económica, la deuda enorme con la plantilla, y situaciones como las que han atravesado esta última temporada Rayo Vallecano, Real Zaragoza, Racing de Santander, Levante, y otros clubes, en los que sus jugadores se han pasado meses sin cobrar un euro. El caso del Rayo Vallecano, que encima ascendió a Primera División, puede que sea el más sangrante de los citados, con la familia de Ruiz Mateos como interpretes del caos económico del conjunto de Vallecas.

El problema para un club mediano de Primera División puede ser realmente peligroso si tiene un consejo de administración que quiera arriesgar en un presupuesto imaginario, hipotético. Primero se ficha a jugadores de alta cotización, luego se hace un presupuesto contando con la clasificación para la Liga de Campeones, lo que te daría unos ingresos entre seis y ciento sesenta millones de euros (todo en el aire), y mientras estos objetivos llegan (o no), se piden créditos a bancos, a las cajas de la comunidad autónoma, se hacen recalificaciones con la “ayuda” de los ayuntamientos, se piden quitas a los acreedores, hasta que llega un día que los gastos salariales superan con creces a los ingresos previstos que no llegan porque no se alcanza la Champions League, o cualquier otro objetivo jugoso, y llega el desastre económico. Solución, el refugio de la Ley Concursal, la gran trampa para evitar responsabilidades.

Un dirigente del fútbol español le contaba hace poco al presidente de la Real Federación Española de Futbol, José María Villar, que “si no me entrampo y desciendo a Segunda División, me matan. Si hago las cosas bien desde un punto de vista contable puede ser mi entierro. Sí, es un círculo vicioso, pero es nuestro círculo”. Una de las claves de la gran injusticia del fútbol español es que no hay sanciones para clubes morosos, no hay castigos deportivos para quienes incumplen incluso lo pactado. En las grandes ligas europeas, Inglaterra, Alemania, Italia, hay controles económicos, en Inglaterra incluso a principios de temporada se les señala a los clubes los límites de inversiones para poder fichar nuevos jugadores. Ahora mismo Arsene Wenger, entrenador del Arsenal, está esperando los dineros del Barcelona por Cesc Fábregas, para poder fichar a un sustituto, porque Arsenal está al límite de sus posibilidades de fichajes. La temporada pasada al West Ham londinense, también de la Premier League, la Comisión de Control de Inversiones de la Federación Inglesa le señaló un máximo de trescientas mil libras esterlinas para invertir en fichajes. Eso de momento en España suena a chino mandarin, y no hay ningún organismo que haga esas funciones, ni siquiera el Consejo Superior de Deportes. En cuanto a las sanciones deportivas, incluso de descensos, en España también serían impensables casos como el de la Juventus de Turin, descendida a Segunda División hace tres temporadas, o el del Milan, al que sancionaron con doce puntos hace también pocos años Y eso que los italianos también son latinos, como los hispanos. En España el problema suscitado por Celta y Sevilla en 1995, y que tenían que ser descendidos, se arregló aumentando la Primera División a 22 equipos. Y todos tan contentos, con el consiguiente problema estructural y de fechas, con una Primera División sobredimensionada.

Estoy convencido de que mientras no haya un mayor control económico y deportivo en el fútbol español, incluso con sanciones justas y que se cumplan, la bola de nieve de las deudas seguirá creciendo. Ahora, al ver a figuras nacionales como Casillas, Pujol, Llorente, y otros jugadores de primer relieve al lado del presidente de la AFE, Luis Manuel Rubiales, me parece que la huelga va en serio sino se llega a un acuerdo. Y es que no hay sólo jugadores multimillonarios, los hay como los del Rayo Vallecano que ni siquiera podían comprar en el supermercado de la esquina. Lo gratamente sorprendentes es que figuras como Casillas, Pujol, etc, tengan solidaridad con sus compañeros más modestos. Chapó.

La revuelta de Londres según el antropólogo británico Chris Knight

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ENRICO PIOVESANA


Peace Reporter





Entrevista al antropólogo Chris Knight, expulsado de la East London University por su participación en las protestas contra el G-20 y figura destacada en el anarquismo británico. Le hemos pedido su opinión sobre los disturbios de Londres, en tanto que figura de referencia de la izquierda libertaria londinense, expulsado en 2009 de la Universidad de East London, donde enseñaba antropología, por participar en protestas contra el G-20.
El profesor Knight es una de las figuras más destacadas de la X Network, una red de movimientos anarquistas, pacifistas, revolucionarios, anticapitalistas, ecologistas y feministas que reúne nombres como Whitechapel Anarchists Group, Neo-Millennium Liberation Army, Democracy Village, Direction Action Group y Class War.

El primer ministro británico, David Cameron, ha definido los disturbios como “pura delincuencia.” ¿Está de acuerdo?

La quema de casas con personas dentro, el saqueo de tiendas, los ataques a personas con intención de matar son obviamente delitos criminales. Y el delito debe ser combatido, todos estamos de acuerdo en esto. Pero, para que el contraste sea eficaz, se debe hacer a todos los niveles, comenzando por arriba. Es preciso comenzar con los banqueros codiciosos e irresponsables que provocaron la crisis financiera de 2008 y con los políticos criminales que están en una forma u otra a su servicio. Por no hablar de las violaciónes del derecho internacional que este régimen ha cometido al invadir Irak, y la continua utilización de la violencia en Afganistán, Libia, etc. El reciente escándalo de corrupción en la Policía Metropolitana sólo sirve para reforzar la imagen de anarquía que prevalece en los niveles más altos. Los ricos y poderosos son responsables de saqueos y violencia a grandísima escala; detengamos y condenemos a los criminales de alto nivel y luego nos ocuparemos de los más pequeños.
¿Según usted, todos estos disturbios son completamente espontáneos? ¿O bien hay detrás la mano de las fuerzas antisistema: anarquistas, anticapitalistas, izquierda radical...?

Hay una forma de autoorganización muy sutil y refinada. Las bandas locales, antes hostiles entre sí, se han unido para luchar contra la policía, en lugar de luchar unas contra otras. Son jóvenes llenos de ira, pero no politizados en el sentido tradicional. Y están organizados mil veces mejor que los anarquistas y otros activistas políticos. La izquierda anticapitalista no ha tenido ningún papel en todo esto, realmente, salvo para ofrecer apoyo a las familias afectadas. En los próximos días, sin embargo, muchos de nosotros participaremos en las asambleas de barrio en un intento de canalizar esta rabia en una dirección más creativa.
¿Cree usted que estos disturbios raciales son similares a las que ya se han visto en el pasado o bien se trata de nuevo tipo de malestar social, de algún modo relacionado con la crisis económica?

Es un fenómeno nuevo. Estos disturbios son interétnicos. En algunas zonas de Londres, los alborotadores y saqueadores han sido jóvenes blancos. Tal vez sea una de las muchas chispas que han de encender la inminente insurrección en toda Europa. Y no solo de las clases trabajadoras, también del lumpenproletariado, impulsado por la pobreza y aún más por la inmoralidad y la codicia del establishment. El capitalismo global de hecho murió en septiembre de 2008: desde entonces, el sistema parece vivo, pero sólo se mantiene vivo artificialmente. Luego vino el nuevo colapso financiero y la máquina que mantiene vivo el sistema dejó de funcionar. La revolución ya ha comenzado: desde el norte de África comenzó a principios de 2011, se ha extendido en el mundo árabe y ahora ha llegado a Londres.
¿Cuál es la situación social en los guetos de Londres? Recientemente, en las afueras de la capital, se han registrado tasas de prevalencia de la tuberculosis peores que en muchos países del tercer mundo...

Sí, esto describe bien la situación en los barrios más pobres de Londres, pero también de Bristol, Liverpool y Manchester.

Algunos piden la intervención militar y la imposición de la ley marcial. ¿Cree usted que es un escenario realista?

La prensa sensacionalista lo está pidiendo a gritos, pero el gobierno y los militares no son tan estúpidos. Ellos saben que deberían empezar a disparar a la gente y entrar en sus barrios; la explosión de violencia que se produciría haría palidecer lo que hemos visto en los últimos días.

Fuente: http://it.peacereporter.net/articolo/29926/Le+rivolte+di+Londra+secondo+Chris+Knight

jueves, 11 de agosto de 2011

“Conmoción y pavor” en EE.UU. por ataque de los talibanes

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PEPE ESCOBAR





Asia Times Online






Hay que hablar de un doble golpe. No bastó con que Standard & Poor's rebajara la calificación crediticia de EE.UU.; con una sincronización impecable, y aparentemente de un solo tiro, los talibanes en Afganistán rebajaron simultáneamente el valor de la colosal maquinaria bélica del imperio.
Por mucho que la elite del poder de EE.UU. se niegue a aceptar que su crisis financiera fue causada por años de recortes tributarios de George W Bush para los ricos y las mega-corporaciones, masivos rescates de bancos y compañías aseguradoras y astronómicos gastos militares en las declinaciones del Pentágono de La Guerra Prolongada, la elite también se negará a reconocer que la “nueva” estrategia de la guerra en Afganistán también es un fracaso.

Chinook derribado
El ruido de ese helicóptero de transporte Chinook CH-47 derribado por una granada propulsada por cohete (RPG) en la provincia Wardak, al sudoeste de Kabul, el viernes, matando a 38 personas –incluidos 19 SEAL (tropas especiales) de la Armada de EE.UU. y siete comandos afganos– fue el sonido digital a full del imperio conmocionado e intimidado hasta la incredulidad; no importa cuántos esfuerzos haga el Pentágono por ordenar prácticamente a los medios que “no den demasiada importancia” al derribo.

Wardak –junto con la vecina Logar– es ahora un terreno de primera de "Talibanistán". Están arraigados, conocen el terreno en detalle e incluso tienen tiempo para preparar operaciones complejas. Aparte de todo, los talibanes están “logrando progreso” (jerga del Pentágono) no solo en su pericia en las relaciones públicas y en la adaptación de nuevas armas al campo de batalla, sino también en la mecánica de dar un importante golpe psicológico a las fuerzas ocupantes occidentales.

Los SEAL forman parte de una enorme fuerza de tareas de 10.000 hombres del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC, por sus siglas en inglés), basada en Afganistán, que ha participado hasta en 70 incursiones diarias en AfPak, capturando –según el relato del Pentágono– a 2.900 “insurgentes” y matando a más de 800 entre abril y julio. El alcance global del JSOC se analizó en un artículo de Nick Turse (vea Rebelión del 7 de agosto “Una guerra secreta en 120 países”)

Los SEAL muertos en Wardak formaban parte de la misma unidad, el Equipo 6, involucrada en el ataque a Abbottabad que mató al líder de al-Qaida, Osama bin Laden, a principios de mayo. Pero en lugar de volar en uno de los helicópteros ‘ocultos’ de última tecnología del 160 Regimiento de Operaciones Especiales de Aviación del ejército, los SEAL en Wardak formaban parte de una operación de rescate, y viajaban en un Chinook corriente de la Guardia Nacional.

Mientras despegaban, cayeron en una trampa de los talibanes y fueron alcanzados por una RPG –lo que el detallista blog Danger Room en el sitio en la web Wired identificó como un obús con apoyo improvisado de mortero (IRAM)- que llevaba una ojiva mayor que una RPG disparada desde el hombro.

Según el portavoz talibán Zabiullah Mujahid, fue ciertamente “un arma similar a una RPG… y estamos tratando de conseguir más”.

Por lo tanto, suponiendo que el IRAM –que ha emigrado de los campos de batalla iraquíes– es ahora también un protagonista en Afganistán, podría calificarse de retorno de un remix del Stinger; durante los años ochenta en la yihad afgana contra la Unión Soviética, fue un importante factor que cambió las reglas del juego cuando EE.UU. suministró cientos de letales Stinger a los muyahidines, causando estragos entre los helicópteros del poderoso Ejército Rojo.

Una comparación minuciosa entre las operaciones de Abbottabad y de Wardak podrá causar mucho asombro –aparte de reventar el mito de los SEAL de la Armada como formidables cazadores-asesinos invencibles-. En Abbottabad, mientras se entregaba una versión tras otra del ataque a los medios, finalmente se estableció que un helicóptero ‘oculto’ simplemente “se estrelló”. Nadie sabe si fue un error del piloto o si dispararon al helicóptero.

El hecho es que la “caída” dejó una sección de cola intacta del helicóptero ‘oculto’ dentro del complejo, esa sección de cola que hizo que el Pentágono temiera que podría ser “vendida” por los paquistaníes a los chinos. Va un poco lejos si se llega a creer que la caída no causó víctimas, como hacen creer el Pentágono y la Casa Blanca.

Y como la narrativa del ataque a bin Laden se modificó una y otra vez, las mentes febriles ya vinculan a esas víctimas con las bajas de Wardak, implicando que los SEAL que realmente murieron en la caída en Abbottabad "volvieron a morir" en Wardak. No ayuda en nada que las versiones iniciales del ataque de Wardak (posteriormente corregidas o modificadas) identificaran a los SEAL como los mismos que participaron en el ataque para “matar a Obama”.

Pásame el joystick

Después del ataque de Wardak, el nuevo jefe del Pentágono apareció con el usual discurso en Afganistán de “mantener el curso”, mientras los medios corporativos regurgitaban que “se programa que todas las tropas de combate extranjeras se irán antes de finales de 2014”, mientras todos saben que el Pentágono nunca dará la vuelta, morirá y aceptará ese tipo de salida.

Lo que hizo Wardak es reforzar la idea del Pentágono de que el gobierno de Kabul carece totalmente de preparación para mantener la seguridad en todo el país, sin que importe el hecho de que la mayoría de los afganos quiere que los extranjeros se vayan para siempre. Mientras la Casa Blanca y el Pentágono cantan su versión en remix de Should I Stay or Should I Go [Me quedo o me voy] de The Clash, todo lo que tienen que hacer los talibanes es esperar pacientemente, en silencio (odian la música pop). Saben que el hecho de que Kabul se haga cargo de la seguridad nacional solo reforzará su posición estratégica.

Es sorprendente (o tal vez no lo sea) que la elite del poder de Washington simplemente no se dé cuenta de que el imperio fue despiadadamente degradado por los talibanes durante el último mes. Los talibanes mataron al hermanastro del presidente Hamid Karzai, señor de la droga y agente de la CIA, Ahmad Wali. Mataron gente en su funeral. Mataron al jefe de relaciones tribales de Karzai y a un miembro del Parlamento. Y mataron al alcalde de Kandahar, Ghulam Hamidi.

No hace mucho –en el otoño de 2010– se hablaba de que EE.UU y la OTAN se ocuparían de Kandahar en una gran ofensiva de contrainsurgencia y que ganarían para siempre la guerra contra los talibanes.

Ahora han dejado de lado esa afirmación debido a los hechos en el terreno. Sin embargo, su artista conceptual –de manera típica para Washington– ha sido pateado hacia arriba. En Iraq, el general David Petraeus presentó un truco de ilusionista y convenció a todos en Washington de que su ofensiva de ‘oleada’ y contrainsurgencia de 2007 fue un éxito.

En Afganistán, a Petraeus le cayó una roca del Hindu Kush en la cabeza. En todo caso fue promovido a jefe de la CIA, de manera que otros serán los culpables. Y mientras caen más Chinook en Afganistán, por lo menos se podrá divertir con el joystick, concentrándose juguetonamente en atacar a muerte con drones las áreas tribales de Pakistán.

Pepe Escobar es corresponsal itinerante de Asia Times Online y autor de “ Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War ” (Nimble Books, 2007) y “ Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge ”. Su último libro es “ Obama does Globalistan ” (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: pepeasia@yahoo.com .

Lujo, hambre y furia

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DAVID BROOKS

La Jornada



La demanda de artículos de lujo –desde zapatos de 800 dólares y cremas cosméticas de 1.300 hasta Mercedes Benz de 200.000– disfruta un auge, mientras casi 46 millones de estadunidenses dependen más que nunca de la asistencia federal para comprar alimentos básicos y evitar el hambre. Eso resume a Estados Unidos hoy día.
El mercado de artículos de lujo ha registrado 10 meses seguidos de incremento en ventas, reportó el New York Times. Las cifras de ventas de la joyería Tiffany’s, Givenchy, Louis Vuitton, Gucci, BMW, Porsche y Mercedes Benz, entre otros, han registrado fuertes incrementos.

Por otro lado, el gobierno federal informó de que casi el 15 por ciento de la población depende de asistencia alimentaria, esto es, 45,8 millones de personas, el nivel más alto registrado, un 12 por ciento más que hace un año y un 34 por ciento más que hace dos. Para obtener asistencia alimentaria federal (food stamps), el ingreso de un individuo debe ser inferior a 1.174 dólares al mes (más o menos lo que algunos ricos gastan en un par de zapatos Louis Vuitton).

La desigualdad económica no se oculta. El economista premio Nobel Joseph Stiglitz indica que sólo en los últimos 10 años, el ingreso del uno por ciento más rico se elevó 18 por ciento, mientras el de los trabajadores industriales se desplomó 12 por ciento. Según un análisis del Instituto de Política Económica (EPI), la riqueza está aún más concentrada en el sector más rico: más de un tercio de la riqueza nacional se concentra en ese uno por ciento; 20 por ciento de los hogares en el medio de la escala económica sólo contaban con 4 por ciento de la riqueza nacional en 2007 y perdieron parte de eso en la última recesión. De hecho, en 2009, el uno por ciento más rico de los hogares tenía un valor neto 225 veces mayor que el del hogar típico: una desigualdad jamás vista.

Mientras tanto, los ricos pagan menos impuestos que en cualquier periodo del último medio siglo, reconoció el propio Barack Obama. Un nuevo informe del Center for American Progress descubrió que los millonarios pagan 25 por ciento menos impuestos hoy que a mediados de los 90, y 1.400 millonarios no pagaron ni un centavo de impuestos en 2009. Mucho de esto gracias a las reducciones fiscales impulsadas por el gobierno de George W. Bush y prolongadas por el de Obama.

La ira popular contra los representantes del pueblo en Washington sigue ardiendo, según las encuestas, precisamente porque se les culpa de aplicar políticas que benefician a unos cuantos a costa de casi todos los demás. Un 82 por ciento de estadunidenses desaprueba el desempeño del Congreso: el nivel más alto registrado por la encuesta de CBS News/New York Times; una de CNN descubrió casi lo mismo. Más de 4 de cada 5 opinaron que el debate sobre la deuda tenía que ver más con maniobras políticas que con la búsqueda de lo mejor para el país.

Las encuestas también demuestran que Washington hace exactamente lo opuesto a lo que desea el pueblo. Por más de dos contra uno, los estadunidenses afirman que la generación de empleo debería ser una prioridad más alta que la reducción del gasto federal. Un 63 por ciento favorece elevar impuestos a los más ricos.

Pero, más allá de reprobar a sus líderes, ¿habrá consecuencias políticas? Algunos dicen que todos los políticos electos enfrentarán la ira popular en 2012. Sin embargo, otros creen que Obama, aunque ha generado enorme desilusión entre sus bases, no tendrá graves problemas, por un simple y cínico cálculo. Como lo dijo un estratega demócrata al Washington Post: el hecho es que los liberales y progresistas no tienen adónde ir más que a votar por Obama y su partido. Igual, un encuestador demócrata comentó al New York Times que, en el caso de Obama, a pesar de críticas de sus bases liberales a una u otra de sus iniciativas, en el terreno electoral al final de cuentas están seguros de una cosa: van a odiar a los candidatos republicanos. Entonces, sinceramente no me preocupa mucho una base sólida o entusiasta. O sea, el cálculo es que para las bases progresistas, no hay alternativas en el terreno electoral.

Necesitamos una plaza Tahrir no violenta, opina el ex vicepresidente Al Gore. Frente al acuerdo para recortar billones en el gasto, demandado por los republicanos, y ante las necesidades sociales se requiere una primavera estadunidense (en referencia a la primavera árabe) para rescatar al país de los derechistas, dijo en su televisora Current TV. Pero para ello, dijo su entrevistador, primero tiene que haber furia.

“Yo creo que el público sí está furioso, pero también deprimido por la falta de liderazgo y la ausencia de un sentir de que puede ganar. Los llamados populares a que Wall Street rinda cuentas no han llevado a ningún lugar, mientras el dinero de Wall Street mantiene disciplinados a los políticos y los activistas se tuitean entre sí hasta la distracción. Los activistas condenan on line al presidente, pero hacen poco para enfrentarlo y demandar otro tipo de acción”, consideró el veterano periodista Danny Schechter en su columna en Reader Supported News.

La imagen de la clase política en manos de los más ricos es documentada por todas partes, con donantes millonarios que financian a candidatos de ambos partidos. De hecho, un nuevo informe del Center for Responsive Politics demuestra que Obama recibe aún más de Wall Street para su relección que lo obtenido en 2008.

Para algunos, las políticas económicas de Obama hasta el momento no son tan diferentes de las de su antecesor, como tampoco su continuación de las dos guerras lanzadas por él, y la omisión en exigir cuentas a los financieros y empresarios que llevaron a esta crisis.

Tal vez por ello no sorprende tanto que Obama baile al compás de la misma música que su antecesor, literalmente. Mark Knoller de CBS News reportó que la campaña electoral de Obama está usando la canción Sólo en América de Brooks y Dunn, en sus actos. George W. Bush la usó mucho en su campaña de relección en 2004.

Víctimas de la dictadura franquista

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FERNANDO MAGÁN (*)


Público


“¿Qué será de mi España cuando despierte de esta salvaje pesadilla? Al final no quedará piedra sobre piedra, ni vivos que puedan enterrar a los muertos. Toda la tierra será un cementerio al aire libre donde sólo podrán sobrevivir las alimañas"
Son palabras de Miguel de Unamuno, según un diario último, escritas cuando aún todavía no habían transcurrido ni siquiera seis meses del inicio del Alzamiento Nacional y desde que él mismo hubiera hecho adhesión a la sublevación, con un donativo de cinco mil pesetas para la suscripción nacional. Pero ya antes, el 12 de Octubre de 1936, había calificado ese alzamiento de guerra incivil, con motivo de la celebración en la Universidad de Salamanca del Día de la Raza en presencia del general sublevado, José Millán-Astray, y de Carmen Polo, esposa del general Franco, ya entonces nombrado Caudillo de la Cruzada.
Estas muertes, fruto de un terror premeditadamente planificado y ejecutado entre la población civil, todavía duraría muchísimo más tiempo, tres años más, tanto en las retaguardias como también en el campo de contienda bélica, donde el objetivo militar era erradicar, a sangre y fuego, cualquier raíz de ideas y objetivos vinculados al Frente Popular que, mediante elecciones democráticas, ganó el gobierno de la II República Española.
Pero acabada la contienda bélica comenzó para los republicanos que pudieron huir de España un amplio éxodo por Europa y América, mientras que la represión interna continuó con un auténtico genocidio para los que no pudieron huir o fueron delatados como desafectos.
Los vencedores, en su cruzada contra toda clase de liberalismo y en su obsesión por exterminar las ideas marxistas y las personas que las defendieran, iniciaron una Causa General, un juicio masivo que, mediante paradójicas y generalizadas condenas de auxilio a rebelión, sirvió para dictar unas 200.000 condenas a muerte, ejecutadas en alta proporción, que además sirvieron para incautar sus bienes y a los restantes hacerles esclavos, junto a otra importantísima parte de la población que era redimida de no entrar en prisión.
Hasta Abril de 1948 España permaneció en estado legal de guerra, donde las únicas normas a aplicar eran decimonónicas Ordenanzas Militares y el Bando Militar dictado por el generalato sublevado; esto es, repitiendo nuevamente a Unamuno, en el mismo diario y para Salamanca, que no había guerra, sino algo peor, lo que se oculta en el cinismo de una paz en estado de guerra.
Muerto su dictador, Francisco Franco Bahamonde, para cuyo régimen solo respondía ante Dios y ante la Historia, los españoles, en la esperanza de una mejor situación política y de mejores expectativas, no pusieron insalvables problemas para aceptar, con amnesia, ese oscuro pasado que, para quienes gestaron el tránsito político de esa Dictadura a Democracia, lo supusieron y pactaron como un olvido de gravísimos crímenes y de las innumerables victimas de toda clase, causadas en toda forma.
Pero la más larga y cruel Dictadura conocida en el mundo civilizado moderno, claramente, no ha quedado borrada de la memoria de los españoles, de su memoria individual y de la colectiva. Muchísimos de ellos, en su madurez ciudadana, quieren recuperarla y tratarla en presente, como herida no cerrada, mientras otros se sumergen en ella por primera vez, con vergüenza que se hace propia, todo acompañado del ánimo de hacer debida justicia con una deuda, en términos de dignidad. Esto, nuevamente, el poder político lo ha querido ignorar, o no ha sabido tratar, al querer solaparlo con una ley llamada de Memoria Histórica, que, en realidad, solo es de cicateras y falaces compensaciones económicas.
Sin embargo, ese deseo de justicia si ha encontrado audiencia en el juez que mejor simboliza en España y, puede que en el mundo, la persecución universal de dictadores y la reparación de sus víctimas, es decir, el juez Baltasar Garzón Real, ensalzado siempre cuando ha conocido de hechos análogos en otras partes del mundo.
Cuando las familias y sus asociaciones, alternativamente a dicha ley, acudieron a la Audiencia Nacional, en su declaración judicial de competencia el juez señaló los miles de víctimas existentes, antes aportadas nominalmente por los denunciantes, y que después de detenido examen quedan cifradas en 152.237 personas. Conocer el paradero estas personas, y de otras muchas, que seguro no han sido aportadas, ha quedado socialmente como el mayor reto para toda la justicia española.
Pero la promulgación de la ley de Memoria Histórica, y otras cuestiones no siempre dichas, han hecho que este juez haya sido procesado por el supuesto delito prevaricación, desde el poder judicial, por pretender investigar los delitos denunciados, mientras que el poder ejecutivo, con el Presidente Zapatero a su cabeza, lo han justificado invocando la Historia, coincidiendo de tal guisa con los designios del Dictador, y a hoy se sigue demorando abordar este problema, en una situación de real urgencia, so pretexto de convenios con CCAA, más otras dilaciones, cuando una base de conocimiento está ya creada, bajo la fe pública judicial.
En consecuencia, el problema, después de una larga dictadura y de largo tiempo votando democráticamente, queda ahora aún más agravado, pues ya no es solo responder ante España, y ante el mundo, de los miles de víctimas con paradero desconocido, es también el responder de cómo un juez con generales reconocimientos por tareas como la iniciada, resulta que ante la sola acusación de quien provienen o siguen justificando la Dictadura, ha quedado procesado por decidir investigar, aplicando la ley universal, delitos no exonerables.
Lamentable situación, que hace nuestra sociedad contemple perpleja como sus poderes públicos, los gobernantes en distintos modos, trasladan preocupantes mensajes de que no quieren despertar de tan sórdida, lacerante e inacabable pesadilla, para España y para los españoles, y además, incompatible con la Democracia.
Vaya con esta exposición los mejores deseos para el diario Público en su proyecto de memoria social pública, en la confianza de que recibirá amplia consulta, y de que hará importante contribución al esclarecimiento de quienes fueron las víctimas de la Dictadura y que fue de su paradero.
(*) Fernando Magán es abogado de las víctimas en la causa del juez Baltasar Garzón contra el franquismo

miércoles, 10 de agosto de 2011

Hay que acabar con el terrorismo financiero

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JUAN TORRES LÓPEZ/CARLOS MARTÍNEZ GARCÍA/FRANCISCO JURADO




Público



La extraordinaria subida de la prima de riesgo española, y la de otros países aún más cercanos al corazón de la vieja Europa, nos pone al borde del límite que la ciudadanía no debiera consentir.
Nada hay que haya cambiado en España en los últimos días, salvo la celebración de nuevas subastas de deuda pública, claro está, que haya podido dar a entender a "los mercados" que la situación de nuestra economía es peor que hace unas semanas y que, por tanto, justifique una subida en el tipo de interés que haya que pagar para financiarnos. Se trata, tan solo, de nuevas operaciones de casino que apuestan sobre seguro, provocando ellas mismas los resultados que más les convienen a inversores que, por supuesto, no albergan ninguna preocupación acerca de lo que suceda en la economía real, en la vida de la gente, sino el cómo mejorar sus posiciones de apuesta para ganar más dinero.

Cuando los bancos que habían provocado la crisis que estamos viviendo necesitaron financiación, los gobiernos y el Banco Central Europeo no dudaron en acudir en su auxilio, en una ocasiones, porque decían que eran "demasiado grandes para dejarlos" y en otras porque había que "salvar al sistema financiero", y se gastaron en ellos varios billones de euros. Más de 800.000 millones se dedicaron a salvarlos solo en Alemania y Francia.

Sin embargo, cuando fueron los estados quienes necesitaron financiación, fundamentalmente como efecto de la crisis que habían provocado los bancos y en mucha menor medida, en lugar de recibirla en las generosas condiciones en que lo hizo la banca, tuvieron que ponerse en manos de ésta. Y, gracias a ello, los bancos no solo levantaron de nuevo cabeza, prestando el dinero que recibían al 1% del Banco Central Europeo a tipos cinco o seis veces más altos, sino que así pudieron poner contra las cuerdas a los gobiernos y exigirles nuevas reformas liberalizadoras como condición imprescindible para salir de la crisis cuando, en realidad, fue la generalización de ese tipo de medidas lo que la provocó.

Los gobiernos, y en concreto el español, vienen diciendo a la ciudadanía que para acabar con esta situación hay que contentar a los mercados y que para ello es inevitable llevar a cabo las reformas que se les exigen y que, en gran parte, ya se han aplicado: del mercado de trabajo y de las pensiones, privatizaciones de empresas públicas y, pronto, de servicios públicos esenciales. Pero estas recetas se han revelado como una gran mentira, como evidencia el que ni estén produciendo los efectos beneficiosos sobre la economía con que se justifican, ni logren detener los ataques especulativos contra nuestra deuda.

Tratar de hacer frente a una situación que el propio presidente de la Junta de Andalucía calificó de "terrorismo financiero" cediendo a la extorsión, como está haciendo el gobierno del Partido Socialista, es algo peor que una simple ingenuidad. Las reformas que ha llevado a cabo sólo han servido para debilitar aún más la capacidad de generación de empleo e ingreso de nuestra economía y, al frenar la recuperación y el crecimiento de la actividad, terminarán encareciendo aún más la deuda pública a medio y largo plazo, convirtiéndose esta dinámica en un círculo vicioso que lleve a la ruina a los propios Estados, a sus servicios públicos esenciales y, por ende, a toda la ciudadanía.

Al terrorismo financiero que está destrozando economías enteras no se le puede combatir con sometimiento sino con firmeza y decisión, defendiendo la economía que crea empleo, riqueza y bienestar y cortando las alas de los capitales especulativos.

Europa tiene medios para lograrlo.

Debe garantizar que los estados dispongan de financiación adecuada a través del Banco Central Europeo, negociando para ello las condiciones que le permitan generar ingresos y no destruir sus fuentes, como ha venido sucediendo. Es una ignominia inaceptable que se preste al 1% a bancos irresponsables y que se obligue a que los pueblos tengan que hacerlo incluso al 10%, como está ocurriendo en algunos casos.

Además, Europa debe establecer impuestos y tasas sobre las transacciones financieras especulativas que las desincentiven en la mayor medida de los posible.

Y Europa tiene también la obligación moral de establecer controles de capital para impedir que financieros sin escrúpulos sigan poniendo en juego el futuro de la unión monetaria, la estabilidad económica y social y el bienestar de sus ciudadanos.

Pero ni España, ni el resto de países europeos, pueden esperar a que todo se resuelva en Bruselas. Se equivocará una vez más este gobierno, y la clase política que lo apoye, si vuelve a recortar derechos sociales creyendo que así disminuirá la voracidad de los mercados. Volveremos a ir a todos a peor, salvo la banca y las grandes empresas.

En una democracia real, las personas son las verdaderas detentadoras de la soberanía nacional y, por tanto, deben constituirse en protagonistas de las decisiones políticas que se toman, como actores y como beneficiarios principales. Si viviésemos en esa democracia real y los ciudadanos supieran de verdad lo que está pasando no consentirían el tipo de terrorismo que se está practicando, ni la complicidad de los gobiernos. Y por eso creemos que es fundamental que los movimientos sociales y las organizaciones políticas, sindicales y ciudadanas de todo tipo hagan el máximo esfuerzo para informar, concienciar y movilizar a todas las personas que, con independencia de ideologías o de posiciones política, simplemente se indignen y reaccionen ante la injusticia y la irracionalidad que se nos viene imponiendo.


Juan Torres López (Comité Científico de ATTAC España), Carlos Martínez García (Promotora Estatal de Mesas de Convergencia) y Francisco Jurado (Democracia Real Ya)

Londres y los campos minados

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Público/La Jornada



Los disturbios que desde hace cuatro días conmocionan Londres presentan elementos comunes con otros estallidos sociales que han ocurrido en grandes ciudades del mundo desarrollado, como las revueltas de la banlieue parisina de 2005. En todos los casos, los disturbios se desatan en barriadas marginales a raíz de algún incidente que hace sentirse a sus habitantes más humillados por el poder de lo que ya se sienten. En Londres ha sido la muerte de un joven negro cuando era perseguido por la Policía. El premier Cameron ha dejado clara cuál es su aproximación a los dramáticos acontecimientos, al sacar a la calle a 16.000 policías para aplastar a los “rufianes”. Hace seis años, Sarkozy definió como “escoria” a los insurrectos de París. Por supuesto que entre las responsabilidades de un gobernante está la de garantizar la tranquilidad y la seguridad de sus conciudadanos, pero también la de reflexionar sobre las causas del odio y el rencor que anida en parte de la sociedad. Las políticas exclusivas de “mano dura” tal vez surtan efecto en el corto plazo y satisfagan a determinados sectores de la sociedad, pero no resuelven el problema de fondo. El sociólogo Zygmunt Bauman, en un artículo publicado ayer, asociaba lo
ocurrido no con una revolución, sino con un campo minado creado por la desigualdad social, en el que resulta muy difícil localizar las minas e impedir que exploten aquí y allá. Esas minas son, según su análisis, la rabia y la impotencia de los que no tienen frente a los que tienen, en un mundo en el que no tener (y no poder consumir) se ha convertido en un estigma y una humillación. Hoy es Londres; mañana…

martes, 9 de agosto de 2011

Estados Unidos en decadencia

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NOAM CHOMSKY
La Jornada



Es un tema común que Estados Unidos, que apenas hace unos años era visto como un coloso que recorrería el mundo con un poder sin paralelo y un atractivo sin igual (...) está en decadencia, enfrentado fatalmente a la perspectiva de su deterioro definitivo, señala Giacomo Chiozza en el número actual de Political Science Quarterly.

La creencia en este tema, efectivamente, está muy difundida. Y con cierta razón, si bien habría que hacer cierto número de precisiones. Para empezar, la decadencia ha sido constante desde el punto culminante del poderío de Estados Unidos, luego de la Segunda Guerra Mundial, y el notable triunfalismo de los años 90, después de la guerra del Golfo, fue básicamente un autoengaño.

Otro tema común, al menos entre quienes no se ciegan deliberadamente, es que la decadencia de Estados Unidos, en gran medida, es autoinfligida. La ópera bufa que vimos este verano en Washington, que disgustó al país y dejó perplejo al mundo, podría no tener parangón en los anales de la democracia parlamentaria.

El espectáculo incluso está llegando a asustar a los patrocinadores de esta parodia. Ahora, al poder corporativo le preocupa que los extremistas que ayudó a poner en el Congreso de hecho derriben el edificio del que dependen su propia riqueza y sus privilegios, el poderoso estado-niñera que atiende a sus intereses.

La supremacía del poder corporativo sobre la política y la sociedad –por lo pronto básicamente financiera– ha llegado al grado de que las dos formaciones políticas, que en esta etapa apenas se parecen a los partidos tradicionales, están mucho más a la derecha de la población en los principales temas a debate.

Para el pueblo, la principal preocupación interna es el desempleo. En las circunstancias actuales, esta crisis sólo puede remontarse mediante un significativo estímulo del gobierno, mucho más allá del más reciente, que apenas hizo coincidir el deterioro en el gasto estatal y local, aunque esa iniciativa tan limitada probablemente haya salvado millones de empleos.

Pero para las instituciones financieras la principal preocupación es el déficit. Por lo tanto, sólo está en discusión el déficit. Una gran mayoría de la población está a favor de abordar el déficit gravando a los muy ricos (72 por ciento, con 27 por ciento en contra), según precisa una encuesta de The Washington Post y ABC News. Recortar los programas de atención médica cuenta con la oposición de una abrumadora mayoría (69 por ciento Medicaid, 78 por ciento Medicare). El resultado probable, por lo tanto, es lo opuesto.

El Programa sobre Actitudes de Política Internacional (PIPA) investigó cómo eliminaría el déficit la gente. Steven Kull, director de PIPA, afirma: Es evidente que tanto el gobierno como la Cámara (de Representantes) dirigida por los republicanos están fuera de sincronía con los valores y prioridades de la gente en lo que respecta al presupuesto.

La encuesta ilustra la profunda división: La mayor diferencia en gasto es que el pueblo favorece recortes profundos en el gasto de defensa, mientras el gobierno y la Cámara de Representantes proponen aumentos modestos. El pueblo también favorece aumentar el gasto en la capacitación para el trabajo, la educación y el combate a la contaminación en mayor medida que el gobierno o la Cámara.

El acuerdo final –o más precisamente la capitulación ante la extrema derecha– es lo opuesto en todos los sentidos, y casi con toda certeza provocará un crecimiento más lento y daños a largo plazo a todos, menos a los ricos y a las corporaciones, que gozan de beneficios sin precedentes.

Ni siquiera se discutió que el déficit podría eliminarse si, como ha demostrado el economista Dean Baker, se remplazara el disfuncional sistema de atención médica privada de Estados Unidos por uno semejante al de otras sociedades industrializadas, que tienen la mitad del costo per cápita y obtienen resultados médicos equivalentes o mejores.

Las instituciones financieras y las grandes compañías farmacéuticas son demasiado poderosas para que siquiera se analicen esas opciones, aunque la idea difícilmente parece utópica. Fuera de la agenda por razones similares también se encuentran otras opciones económicamente sensatas, como la del impuesto a las transacciones financieras pequeñas.

Entre tanto, Wall Street recibe regularmente generosos regalos. El comité de asignaciones de la Cámara de Representantes recortó el presupuesto a la Comisión de Títulos y Bolsa, la principal barrera contra el fraude financiero. Y es poco probable que sobreviva intacta la Agencia de Protección al Consumidor.

El Congreso blande otras armas en su batalla contra las generaciones futuras. Enfrentada a la oposición republicana en la protección ambiental, la importante compañía de electricidad American Electric Power archivó el esfuerzo más destacado del país para captar el bióxido de carbono de una planta actualmente impulsada por carbón, lo que asestó un fuerte golpe a las campañas para reducir las emisiones causantes del calentamiento global, informó The New York Times.

Estos golpes autoinfligidos, aunque cada vez son más potentes, no son una innovación reciente. Datan de los años 70, cuando la política económica nacional sufrió importantes transformaciones que pusieron fin a lo que suele llamarse la época de oro del capitalismo de Estado.

Dos importantes elementos de esto fueron la financiarización (el desplazamiento de las preferencias de inversión, de la producción industrial a las finanzas, los seguros y los bienes raíces) y la externalización de la producción. El triunfo ideológico de las doctrinas de libre mercado, muy selectivo como siempre, le asestó aún más golpes, conforme se traducía en desregulación, reglas de administración corporativa que condicionaban las enormes recompensas a los directores generales con los beneficios a corto plazo y otras decisiones políticas similares.

La concentración resultante de riqueza produjo mayor poder político, acelerando un círculo vicioso que ha aportado una riqueza extraordinaria al uno por ciento de la población, básicamente directores generales de grandes corporaciones, gerentes de fondos de garantía y similares, mientras la gran mayoría de los ingresos reales prácticamente se estancaron.

Al mismo tiempo, el costo de las elecciones se disparó a las nubes, haciendo que los dos partidos tuvieran que escarbar más hondo en los bolsillos de las corporaciones. Lo que quedaba de democracia política fue socavado aún más cuando ambos partidos recurrieron a la subasta de puestos directivos en el Congreso, como delineó el economista Thomas Ferguson en The Financial Times.

Los principales partidos políticos adoptaron una práctica de los grandes detallistas, como Walmart, Best Buy y Target, escribe Ferguson. Caso único en las legislaturas del mundo desarrollado, los partidos estadunidenses en el Congreso ponen precio a puestos claves en el proceso legislativo. Los legisladores que aportan más fondos al partido son los que obtienen esos puestos.

El resultado, de acuerdo con Ferguson, es que los debates se basan fuertemente en la repetición interminable de un puñado de consignas, que han sido probadas por su atractivo para los bloques de inversionistas y grupos de interés nacionales, de los que depende la dirigencia para obtener recursos. Y que se condene el país.

Antes del crac de 2007, del que fueron responsables en gran medida, las instituciones financieras posteriores a la época de oro habían obtenido un sorprendente poder económico, multiplicando por más de tres su participación en las ganancias corporativas. Después del crac, numerosos economistas empezaron a investigar su función en términos puramente económicos. Robert Solow, premio Nobel de Economía, concluyó que su efecto podría ser negativo. Su éxito aporta muy poco o nada a la eficiencia de la economía real, mientras sus desastres transfieren la riqueza de los contribuyentes hacia los financieros.

Al triturar los restos de la democracia política, las instituciones financieras están echando las bases para hacer avanzar aún más este proceso letal... en tanto sus víctimas estén dispuestas a sufrirlo en silencio.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Cuáles son las verdaderas causas de la deuda y del déficit de EE.UU.

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ISMAEL HOSSEIN-ZADE


Asia Times Online





Es obvio que ninguna enfermedad puede curarse con éxito sin un diagnóstico apropiado de su origen. En sus frenéticos esfuerzos por remediar la plaga de la deuda nacional y del déficit, sin embargo, los responsables políticos de EE.UU. tienden a rehuir las causas de la raíz del problema y concentrarse, en su lugar, en chivos expiatorios.
¿Cuáles son las causas en la raíz de la deuda nacional y del déficit? Son, antes que nada, los paquetes de rescate de multi-billones [millones de millones] de dólares que fueron se otorgaron a Wall Street a fin de rescatar a los jugadores financieros, la constante escalada de los costes de la guerra y el militarismo, los inmensos regalos tributarios a los acaudalados y el vertiginoso aumento de los costes de la atención sanitaria, incrementados sistemáticamente por las compañías aseguradoras y farmacéuticas.

¿Cuáles son los chivos expiatorios? Son los derechos de la red social (seguridad social, Medicare y Medicaid) y los gastos discrecionales no militares: salud, educación, vivienda, transporte, el medio ambiente, el desarrollo comunitario, ciencia y energía, servicios humanos, etc. Los califico de chivos expiatorios porque no constituyen las fuentes de la continua escalada de deuda y déficit.

Tomemos, por ejemplo, la Seguridad Social. Ante todo, es un programa de seguro que se autofinancia, financiado por impuestos sobre la renta, no una dádiva o cortesía del Tío Sam. Segundo, aunque ya no tiene un excedente como solía tener, tiene todavía, sin embargo, un excedente considerable. Por cierto, sin el excedente de la Seguridad Social, la deuda federal sería mayor de lo que es. Tercero, en la medida en que el fondo fiduciario pueda enfrentar una insuficiencia en el futuro, puede remediarse fácilmente, por ejemplo, aumentando el nivel máximo de impuesto gravable (para propósitos de renta) de los actuales 106.800 dólares a un nivel ligeramente superior.

Como la Seguridad Social, Medicare es un programa de seguro financiado por el impuesto sobre la renta. (Del 15,4% del impuesto a la renta, el 12,5% va para financiar la Seguridad Social y el 2,9% restante para financiar Medicare). Hace poco que los gastos de Medicare se han aproximado a sobrepasar sus ingresos. Esto también se puede remediar fácilmente si el máximo ingreso imponible para financiamiento de la renta se aumenta por encima de los actuales 106.800 dólares.

La presión financiera sobe el programa Medicare (como sobre el programa Medicaid) no se debe tanto a los ingresos del programa como al aspecto de los costes, de los cuales hay que culpar a las compañías farmacéuticas y aseguradoras médicas, no al propio programa. Por cierto, el programa en sí ha sido un caso muy exitoso de programas de seguros de la salud de un solo pagador. Hay sospechas razonables de que éste es el motivo por el cual poderosos grupos de intereses apuntan a la destrucción de Medicare ya que lo ven como un “mal” ejemplo de un programa de seguro de salud de coste eficiente y exitoso.

Así como los derechos a la seguridad social no son las fuentes de los problemas del déficit, tampoco lo son los gastos discrecionales no militares como la sanidad, la educación y otros gastos sociales y de infraestructura.

Para empezar esos gastos (o para ser más precisos, inversiones en el mantenimiento o edificación del capital físico y humano de la sociedad) constituyen solo una pequeña parte (15%) del presupuesto federal total. Además, su parte en el aumento en los desembolsos federales ha sido bastante ínfima en los últimos años, solo 14 centavos por cada dólar en la última década, difícilmente suficiente para culparlo del astronómico aumento de la deuda y los déficit federales durante este período (Instituto de Política Económica, Memorando de Política Nº º187, 13 de julio de 2011).

Es obvio, por lo tanto, que los negociadores presupuestarios, que se agitan y gritan por el techo de la deuda, mienten desvergonzadamente al pueblo estadounidense, cuando culpan los derechos a la seguridad social y los gastos públicos no militares como fuentes de la deuda y el déficit federales. Un enfoque honesto de los problemas de deuda y déficit consideraría, en su lugar, las verdaderas causas de esos problemas: rescates de Wall Street, guerra y gastos militares, regalos tributarios a los ricos y costes fuera de control de la atención sanitaria.

La cleptocracia gobernante y los medios corporativos han creado un inmenso error de percepción respecto al rescate de los jugadores de Wall Street: que el gobierno pagó solo 780.000 millones de dólares de dinero público (con el TARP, Programa de Alivio para Activos en Problemas) para rescatar a los especuladores en bancarrota o próximos a la bancarrota, y que una vez que esos especuladores financieros volvieran a la rentabilidad, devolverían todo lo que debían a los contribuyentes – ¡y punto final!

En realidad, el dinero del TARP fue solo una pequeña fracción del regalo de dinero público del gobierno a Wall Street. Otras formas de apoyos gubernamentales, no conocidas por el público, incluyeron billones de dólares en subsidios, apoyos financieros, préstamos, compras de activos tóxicos sin valor a sus altos precios previos a la recesión, y una serie de desconcertantes tipos de saqueo.

El senador Bernie Sanders (de Vermont) lo describe como sigue: “la primera auditoría de arriba abajo de la Reserva Federal sacó a la luz impresionantes nuevos detalles sobre cómo EE.UU. suministró colosales 16 billones de dólares en préstamos secretos para rescatar bancos y negocios estadounidenses y extranjeros durante la peor crisis desde la Gran Depresión”.

Esto explica por qué la deuda federal ha aumentado de 9,2 billones de dólares en 2007 a 14,2 billones en 2011, un aumento de casi 55%.

Ahora es de dominio público que un importante contribuyente al crecimiento de la deuda y del déficit es el aumento en los gastos de la guerra y el militarismo, que casi se duplicó en la última década (de 295.000 millones de dólares en 2000 a los actuales 560.000 millones). Aunque el presupuesto oficial del Pentágono para el año fiscal 2011 es de 560.000 millones de dólares, la cifra real es casi el doble de la oficial.

El motivo de esta subestimación es que el presupuesto oficial del Departamento de Defensa excluye no solo los costes de las guerras en Iraq y Afganistán, sino también una serie de importantes ítems. Estos ítems de costes disfrazados incluyen: presupuestos para los Guardacostas, el Departamento de Seguridad Interior, armas nucleares, programas de veteranos, la mayoría de los pagos a militares retirados, pagos de intereses sobre dinero prestado para financiar programas militares en los últimos años y otros más.

Una vez que estos gastos desubicados o disfrazados se agregan al presupuesto oficial del Pentágono, los ítems presupuestarios relacionados con la “seguridad” y los militares, ascenderían a algo más de 1,1 billones de dólares, lo que absorbe aproximadamente un tercio de todo el presupuesto federal de 3,4 billones de dólares de 2011.

Otro importante contribuyente a la creciente deuda y déficit han sido los inmensos alivios tributarios otorgados a gigantescas corporaciones y a las capas muy acaudaladas de la sociedad. Por ejemplo, según Ciudadanos por la Justicia Tributaria (CTJ, por sus siglas en inglés), conocidos por sus informes exactos sobre tributación, el monto combinado de impuestos pagados por las siguientes 12 corporaciones para el período 2008-2010 fue cero, no, ¡fue menos de cero! Colectivamente, recibieron 2.500 millones de dólares en reembolsos.

Las 12 corporaciones fueron: Exxon Mobile, Wells Fargo, DuPont, American Electric Power, Boeing, FedEx, IBM, General Electric, Honeywell International, United Technologies, Verizon Communications y Yahoo. CTJ informa que “desde 2008 hasta 2010, esas 12 compañías informaron sobre 171.000 millones de dólares en beneficios en EE.UU. antes de impuestos. Pero como grupo, sus impuestos sobre ingresos federales fueron negativos: –2.500 millones de dólares.” (Hay que señalar que aunque los impuestos por el ingreso federal total para el grupo de 12 en su conjunto fueron negativos, cuatro de las 12 pagaron un cierto impuesto federal, pero los pocos impuestos que esas cuatro pagaron fue más que compensado por las otras siete compañías que no pagaron nada.)

Es una indicación de cómo las grandes corporaciones de EE.UU. pagan –o evitan pagar– sus obligaciones tributarias. Los extremadamente ricos y poderosos grupos de intereses han utilizado (desde finales de los años setenta y comienzos de los ochenta) deliberadamente una combinación del aumento de los gastos militares y de reducción de sus obligaciones tributarias para redistribuir los recursos nacionales desde abajo. Como esta combinación conduce a aumentos en deuda y déficit, luego obliga a recortes en los gastos públicos no militares.

Esto representa una estrategia cínicamente astuta por parte de la plutocracia gobernante que se beneficia con la guerra, el militarismo, la deuda y el déficit: en lugar de financiar sus guerras y aventuras militares pagando impuesto en proporción a sus ingresos, se otorgan alivios tributarios, financian sus guerras predilectas mediante préstamos y luego se dan vuelta y prestan dinero (impuestos no pagados) al gobierno y ganan intereses. Así los ricos han convertido exitosamente sus obligaciones tributarias en derechos de crédito, es decir, prestan en lugar de pagar impuestos, lo que es en esencia una forma disfrazada de robo.

De este breve análisis se desprende obviamente que los perros políticos de Washington que ladran ante los gastos públicos no militares como fuente del aumento de la deuda nacional y del déficit llaman a la puerta equivocada. Mientras los gastos fuera de control para la guerra y el militarismo no se frenen, las multimillonarias dádivas para el bienestar corporativo (en la forma de regalos tributarios y costosos paquetes de rescate/insolvencia) no sean reducidas, y los costes de atención sanitaria en vertiginoso aumento no se restrinjan, la deuda nacional y el déficit van a continuar su tendencia ascendiente.

También es obvio que se miente al pueblo estadounidense cuando se le dice que todo el litigio que tiene lugar en Washington por el techo de la deuda es para reducir la deuda nacional. En realidad, la deuda nacional seguirá aumentando incluso si el gobierno de las corporaciones extrae unos pocos billones de dólares reduciendo aún más los gastos públicos no militares, es decir, reduciendo aún más el nivel de vida de la gente.



Ismael Hossein-Zadeh, autor de The Political Economy of U.S. Militarism (Palgrave-Macmillan 2007), y de Soviet Non-capitalist Development: The Case of Nasser’s Egypt (PraegerPublishers 1989), es profesor emérito de economía en la Universidad Drake, Des Moines, Iowa.

(Copyright 2011 Ismael Hossein-Zadeh.)

¿El peor acuerdo de la historia de EE.UU.?: La gran recompensa de Obama a Wall Street

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MIKE WHITNEY





CounterPunch





¿Es el acuerdo de Obama por el techo de la deuda el peor trato de la historia de EE.UU.?
Probablemente, pero no por los motivos que se discuten actualmente en los medios. Lo que hace que el trato sea un desastre total es que despoja al Congreso de su autoridad constitucional para controlar el portamonedas de la nación. Esa autoridad se entregará a un comité bipartidista que decidirá cómo recortar 1,5 billones [millones de millones] de dólares del presupuesto a fin de reducir los déficit. Pero, ya que el comité estará formado por partes iguales por republicanos y demócratas, es probable que haya desacuerdo sobre qué programas deben recortarse. Todo esto es intencional, porque si el comité no logra decidir dónde deben tener lugar los recortes, la decisión la tomará un “mecanismo de ejecución” que requerirá recortes generalizados.

Bastante siniestro ¿verdad? Es una manera subrepticia de abolir la autoridad primordial del Congreso mientras se convierte la austeridad en la posición por defecto del gobierno de EE.UU. Cada vez que haya dudas: “¡Recortad los gastos!”. Naturalmente, el Partido Republicano rechazó todo acuerdo que involucre nuevos impuestos.

Lo siguiente proviene del sitio en la web de la Casa Blanca:

“El acuerdo involucra un proceso para estatuir 1,5 billones de dólares en reducción adicional del déficit mediante un comité bipartidista, bicameral, del Congreso: El acuerdo crea un comité bipartidista, bicameral, del Congreso que está encargado de estatuir 1,5 billones de dólares de reducción adicional del déficit hasta finales del año…

Para lograr este objetivo, el comité considerará una responsable ayuda social y una reforma tributaria. Esto significa colocar todas las prioridades de ambos partidos sobre la mesa, incluida la reforma de la ayuda social y una reforma tributaria que aumente los ingresos… El acuerdo incluye un secuestro automático de ciertos programas de gastos para asegurar que –entre el Comité y el iniciador– por lo menos fijemos otros 1,2 billones de dólares de reducción del déficit hasta 2013.”

No es sorprendente que expertos liberales por doquier se quejen de que a Obama le "asaltaron" o, peor todavía, le "chantajearon".

¡Qué insensatez! Es el plan que Obama quiso desde el principio, solo que los liberales simplemente no quisieron escuchar hasta ahora. Estaban demasiado ensimismados con su excelsa oratoria y su historia personal como si fuera una prueba infalible de un corazón bondadoso y una visión progresista.

Bueno, ¿adivinad qué más? No es así. El individuo no es el que pretende ser. Lo que sigue es un pasaje de un discurso pronunciado por Obama en noviembre de 2008, antes de tomar posesión del mando, y mucho antes de que los déficit del presupuesto se convirtieran en un problema.

“Nuestra economía está atrapada en un círculo vicioso: el revuelo respecto a Wall Street significa una nueva vuelta de amarre de la correa para familias y negocios en la Calle Mayor… tendremos que examinar minuciosamente nuestro presupuesto federal, línea por línea, y también realizar recortes y sacrificios significativos”.

¿En serio? ¿Quiere decir que Obama estaba parloteando el mantra de la derecha incluso antes de entrar en el Despacho Oval?

Muy en serio; eso que explica por qué escogió a los dos perdedores más responsables del derrumbe financiero de 2008 para que dirigieran su equipo de economía: Lawrence Summers y Timothy Geithner. Los devotos de Obama minimizaron la importancia de los nombramientos como un error de neófito ya que no querían criticar al Querido Líder. Incluso ahora, se quejan y afirman que Obama fue embaucado o –escuchad bien– un “mal negociador”.

Volvamos a la realidad. Obama está tan a la derecha como es posible sin ponerse un tricornio y unirse a una milicia. ¿No lo creéis?

Ahora, un pasaje de su libro Audacity of Hope [Audacia de la esperanza] en el cual elogia efusivamente al héroe de su infancia, Ronald Reagan:

“Reagan correspondió al ansia de orden de EE.UU., a nuestra necesidad de creer que no estamos simplemente sometidos a fuerzas ciegas, impersonales, sino que podemos conformar nuestros destinos individuales y colectivos, siempre que redescubramos las virtudes tradicionales de trabajo duro, patriotismo, responsabilidad personal, optimismo, y fe”.

El hecho de que ese mensaje de Reagan haya encontrado una audiencia tan receptiva habla no solo de su habilidad como comunicador; también nos dice que el gobierno liberal no fue capaz, durante un período de estancamiento económico, de dar a los votantes de clase media algún sentido de que estaba luchando por ellos. Porque el hecho es que ese gobierno gastó a todos los niveles los dineros públicos de un modo demasiado displicente. Demasiado a menudo, las burocracias ignoraban el coste de sus iniciativas. Gran parte de la retórica liberal parecía valorar los derechos y prestaciones por encima de los deberes y responsabilidades. Reagan puede haber exagerado los pecados del Estado de bienestar, y ciertamente los liberales tenían razón al quejarse de que sus políticas interiores se orientaban fuertemente a favor de las elites económicas, ya que los filibusteros corporativos consiguieron grandes ganancias durante los años ochenta, mientras se destruian los sindicatos y se pisoteaba el salario del trabajador de a pie.

A pesar de todo, al prometer que se pondría de parte de los que trabajaban duro, obedecían la ley, velaban por sus familias y amaban a su país, Reagan ofreció a los estadounidenses un sentido de propósito común que los liberales ya no parecían compartir. Y mientras más lo criticaban, más se ajustaban los críticos al papel que él había previsto para ellos, una banda de elitistas políticamente correctos fuera de contacto, que cobraban impuestos y los gastaban, y que culpaban a EE.UU. primero. (Audacity of Hope, 31-32). (Pasaje de: Christopher Caldwell, What Obama Owes to Reagan, Daily Kos)

¿Habéis oído alguna vez a un progresista que opinara tan intensamente sobre las virtudes del Gipper o parloteara sobre el trabajo duro, sobre estadounidenses patriotas respetuosos de la ley, todo lo cual es un código para los fanáticos ultranacionalistas de la derecha?

A Obama no le chantajearon: es tan favorable a las corporaciones como el que más. Basta con mirar su historial. A continuación, un pasaje de Jeff Cohen de FAIR:

“En 2006 un senador Obama relativamente nuevo fue el único senador que habló en la reunión inaugural del Proyecto Alexander Hamilton lanzado por demócratas de Wall Street como Robert Rubin y Roger Altman, secretario del Tesoro de Bill Clinton y secretario adjunto. Obama los elogió como “políticos innovadores, juicioso”. (Fue la cruzada de Rubin para desregular Wall Street a finales de los noventa lo que llevó directamente a la catástrofe económica de 2008 y a nuestra crisis actual.)

A principios de 2007, mucho antes de que fuera precandidato a presidente, Obama estaba recibiendo más dinero de intereses de Wall Street que cualquier otro candidato, incluida la candidata a presidenta por Nueva York, Hillary Clinton, y Rudy Giuliani.

En junio de 2008, en cuanto Hillary terminó su campaña, Obama habló en CNBC, dejó de lado la etiqueta “populista” y anunció: “Vean: Soy un tipo favorable al crecimiento, de libre mercado. Me encanta el mercado.” Llenó su equipo económico de amigos de Wall Street, escogió a uno de los desreguladores de Wall Street de Bill Clinton, Larry Summers, como su principal consejero económico.” (“Obama NO “cede” ante los intereses corporativos, Jeff Cohen, Smirking Chimp)

Obama ha estado apuntando a Medicare, Medicaid y la seguridad social desde el comienzo. ¿Por qué iba a dar su apoyo Wall Street a un total “desconocido”, un senador durante solo dos años, sin experiencia en política exterior y antecedentes de organización comunitaria? No es exactamente el tipo de currículo que lleve a que se obtenga una victoria fácil para el máximo puesto del Imperio. Tiene que haber habido un quid pro quo, un acuerdo tácito de que si Obama resultaba elegido llevaría a cabo el programa de las corporaciones y el gran dinero. Y es lo que ha hecho.

El fiasco del techo de la deuda solo prueba que Obama cumple sus promesas. En otras palabras, es hora de “pagar la deuda”.

Los anuncios de Raúl Castro y el silencio de El País

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IROEL SÁNCHEZ

Cubadebate



La sección de América Latina en la web de El País este 2 de agosto de 2011, con ataques a Venezuela y Brasil, debajo a la izquierda “El silencio de Raúl Castro”

El presidente cubano, Raúl Castro Ruz, realizó en su intervención ante el parlamento cubano este 1ro de agosto, además de trascendentes análisis de carácter ético e ideológico, importantes anuncios relacionados con el proceso de cambios que se están operando en la sociedad cubana. Intentemos relacionar los más relevantes:

■La constitución y funcionamiento de la Comisión Permanente de Implementación y Desarrollo, creada a partir de los acuerdos del Sexto Congreso del Partido. En esta labor todas las opiniones deberán ser analizadas y cuando no se alcance el consenso, las discrepancias se elevarán a las instancias superiores facultadas para decidir y además nadie está mandatado para impedirlo.
■El experimento en las provincias Artemisa y Mayabeque en interés de la separación de las funciones de las asambleas del Poder Popular y de los consejos de la administración.
■El crecimiento previsto para el año 2010 del 2.9 por ciento del Producto Interno Bruto.
■Mejora de la eficiencia energética de la economía nacional, crecimiento de la producción de petróleo crudo y aunque disminuyó de forma leve la de gas acompañante, se estima cumplir el plan del año.
■La detencion del deterioro de la producción de azúcar, el crecimiento significativo en el arribo de turistas, la obtención de superiores resultados en diversos sectores, la preservación de un adecuado equilibrio monetario interno, al tiempo que se mantiene una correlación favorable de la productividad y el salario medio.
■Incremento de las exportaciones y decrecimiento de las importaciones.
■Aunque perdura una tensa situación en las finanzas externas, aliviada parcialmente por los procesos de reestructuración de deudas con nuestros principales acreedores, se han venido reduciendo las retenciones de transferencias al exterior y se ratifica que las mismas serán suprimidas definitivamente antes de concluir el presente año.
■Se trabaja en la conceptualización teórica integral de la economía socialista cubana.
■Se instrumenta la actualización de la política migratoria vigente como una contribución al incremento de los vínculos de la nación con la comunidad de emigrantes.

Expectativas sobre muchos de estos asuntos han sido alentadas, e incluso manipuladas por el diario español El País, obsesionado antaño con las “reformas” en Cuba. Sin embargo, el periódico del Grupo PRISA parece haber optado ultimamente por no cubrir noticiosamente los principales acontecimientos relacionados con los cambios en la Isla. Ya lo hizo con el acto del pasado 26 de julio, una de las principales conmemoraciones cubanas, tradicionalmente cubierta con inmediatez por la publicación. Este año, El País no reportó el acto del 26 de julio, limitándose a publicar un artículo de su Premio Ortega y Gassett de Periodismo Digital, Yoani Sánchez donde con el título “El silencio de Raúl Castro” se afirmaba que “tal vez lo que llevó a Raúl Castro a delegar su turno frente al micrófono fue la ausencia de novedades que anunciar y la marcada carencia de resultados”.

Ahora que el presidente cubano ha informado, ante la Asamblea Nacional, “novedades y resultados” el diario de PRISA ha vuelto a guardar silencio. Me pregunto si será que no son esos los resultados esperados por los accionistas del Grupo Mediático y su niña mimada en Cuba, ¿o los lectores de El País -con un corresponsal en la Isla- tendrán que esperar lo que les cuente el próximo artículo de la bloguera que miente sobre su país mientras elogia a la terrorista Fundación Nacional Cubano Americana?