martes, 19 de abril de 2011

Los grandes temores del Partido Popular


RAFAEL GONZÁLEZ MORERA



El Partido Popular ha entrado en la etapa de los grandes temores, en el pánico escénico, a un mes de las elecciones autonómicas, municipales y cabildicias en el caso de Canarias. Los estudios profundos del voto útil y el voto oculto arrojan ahora mismo serias incógnitas por toda la geografía del Estado español. El tracking (encuestas continuas de seguimiento de las pautas de intención de voto) arrojan serias dudas en varias coordenadas de los próximos comicios, (Castilla La Mancha, Andalucía, Asturias y Aragón especialmente), y Pedro Arriola, el gurú de Mariano Rajoy, le ha dicho que no se fie mucho, y además que no hable demasiado. En términos futbolísticos le aconseja que utilice la táctica de Mouriño con el Barcelona, que le deje el balón al Partido Socialista, que sean ellos los que toquen y toquen, y a ver si se les sorprende en un contragolpe fulminante. Me dicen que Rajoy le espetó a Arriola “pero si en todas las encuestas vamos por delante”, a lo que el exnegociador con la ETA en Zurich le contestó “sí, pero está el voto útil y el voto oculto”.

Al Partido Popular le ha entrado el canguelo, y aunque Rajoy le hace caso a Arriola y se pasa casi todo el día con el no sabe/no contesta, sus muchachos se han lanzado a un furibundo ataque a ver si sorprenden a Zapatero, Rubalcaba, Chacón y compañía con el toca/toca y en los pases hacia atrás para volver a empezar. Si me permiten el símil (qué quieren, deformaciones del periodista deportivo), ahora mismo el PSOE está como el Barcelona, tratando de poseer el balón, y el PP como el Real Madrid, a ver si de un pelotazo llegan a la puerta de Rubalcaba y González Pons lo bate por bajo. Y con bajeza.

El problema del PSOE es el miedo que le tiene al Partido Popular. Especialmente sus dirigentes, que la base está que trina, y con ganas de batalla. Por ese miedo viniero los recortes, la reforma laboral, las pensiones congeladas, la elevación de la edad de jubilación, bajarse los pantalones con los “mercados” (sic) , y en definitiva, el poner toda la presión económica y política contra los trabajadores, sin atreverse a subir los impuestos a las rentas más altas. Nada digamos de cuestiones que sólo preocupan a una minoría “cualificada”, como las relaciones con la Iglesia Católica, la Ley de Memoria Histórica, y otras políticas regresivas que significan un duro desgaste por la izquierda, mientras que por la derecha la fidelidad de los votantes al Partido Popular no le representa ninguna cuota de votos a los socialistas con este cambio tan conservador, y dos piedras. En Canarias ha sido una pena la ruptura entre los dos Pérez, José Miguel y Santiago. Pese a todo es un indicativo positivo para el PSOE, que Jerónimo Saavedra resiste a la crisis nacional, y a la canaria. Y también a los errores de los planteamientos de José Miguel Pérez con los socialistas tinerfeños.

En los dos últimos meses los insultos y las acusaciones de muchos miembros del Partido Popular a los dirigentes socialistas han sido de un salvajismo increíble. Sólo el hecho de que estén aforados les evita que por esos gravísimos insultos muchos se sienten en el banquillo. De la relación de insultos sólo voy a citar uno que sería motivo de acusación penal, el decir que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, apoya a la ETA. Lo paradójico es que luego Federico Trillo dice que está de acuerdo con Pérez Rubalcaba, que han hablado largo y tendido para incluso no permitir que una “marca” de Herri Batasuna, sea Sortu, sea Bildu, se presenten a las elecciones. Pero luego el Partido Popular “le pone los cuernos” constantemente al Gobierno y al PSOE acusando lo amiguitos que son los socialistas de ETA, y para eso se encarga especialmente González Pons.

En el capítulo de los imputados que van en las listas de todos los partidos, el Partido Popular es el campeón, y gana la Liga, la Copa de España y la Champions League “política”. Desde la Comunidad Valenciana, con Francisco Camps a la cabeza, a la Comunidad de Madrid, con una enorme cantidad de alcaldes, diputados autonómicos, y otros cargos de Esperanza Aguirre, hasta pasar por Castilla León, Galicia y llegar a Canarias, el Partido Popular es el líder de la putrefacción política, y en muchos casos jurídica y penal. En las lista de Canarias el Partido Popular se “luce” con diferencia con respecto a los otros partidos. Candidata a la alcaldía de Telde es María del Carmen Castellano, imputada presunta malversación de caudales públicos y cohecho en el caso “Faycán”. La brillante lista de imputados continua con Francisco González, candidato a la alcaldía de Mogán, acusado de media docena de cargos, y el último fichaje ha sido el exnacionalista gomero Esteban Bethencourt, ahora reconvertido en “popular”, y que quince días después de las elecciones será juzgado por segunda vez por malversación de caudales públicos. También está imputado en el caso “Europa”, Jorge Rodríguez, que figura en el puesto ocho por la circunscripción de Gran Canaria al Parlamento de Canarias, y la palmera María de Haro es candidata al Parlamento de Canarias por la isla de La Palma, implicada en la operación Catis. Aunque no está imputado, pero sí investigado por la ECO de la Guardia Civil, Lucas Bravo de Laguna es candidato a la alcaldía de Santa Brígida. En definitiva, que entre este panorama, el voto oculto, y muchas cosas ocultas, el Partido Popular está ahora mismo con el pijama puesto, y casi a la intemperie.

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