lunes, 4 de abril de 2011

La grave irresponsabilidad del PP

RAFAEL GONZÁLEZ MORERA




La decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de no presentarse candidato a las elecciones generales de 2012 ha cogido con el paso cambiado al Partido Popular que no hace sino mostrar su histerismo, metido como siempre en la grave irresponsabilidad de anteponer sus intereses de partido, sus ansias de poder, a los intereses generales de todos los españoles. Nada más anunciar Zapatero su decisión de no ser de nuevo candidato el año próximo, los populares sin excepción se lanzaron a pedir elecciones de forma inmediata tratando de ignorar que no suman las mínimas fuerzas en el Congreso de los Diputados para forzar un adelanto de los comicios. Con esta postura además el PP no quiere entender que la decisión de Zapatero es de orden interno del Partido Socialista Obrero Español, y no de índole institucional. No quieren saber los populares que mientras el Partido Socialista disponga mayoría parlamentaria nada ni nadie obliga al Presidente a disolver las Cámaras. Que Zapatero haya renunciado a optar por una tercera legislatura no quiere decir que esto le afecte para nada a la presidencia del Gobierno, y mucho menos que sea un presidente en funciones. Otra de las gordas mentiras del PP, que no son tan tontos para no saber el funcionamiento del mecanismo parlamentario. Incluso en el supuesto de que Zapatero hubiese dimitido como secretario general del partido, no tendría que hacerlo como presidente del Gobierno.

Pero lo peor para el Partido Popular está por venir. La decisión del Comité Federal del PSOE (máximo órgano entre congresos) de convocar primarias para elegir candidato socialista para 2012 deja en evidencia una vez más a los populares que siempre han decidido todo por el dedazo del jefe, Fraga designó a Aznar, y Aznar a Rajoy, y tiro porque me toca. La última encuesta de Publiscopio hace tres semanas indicaba que una mayoría de votantes, incluso del PP, prefería a Pérez Rubalcaba que a Carme Chacón, y que si el candidato fuese Rubalcaba derrotaría a Mariano Rajoy. Ahí radica el histerismo y las ansias del PP de la convocatoria de elecciones generales de forma urgente. Rodríguez Zapatero les ha cogido con el pie cambiado y no le ha hecho caso ni a Emilio Botín, que le pedía no sólo que no se fuera, que ni siquiera anunciara que no se iba a presentar. Aquel jovencísimo líder de León que le ganó a Bono en el año 2000 por nueve votos la secretaría general del partido, y también a Matilde Fernández y Rosa Diéz, tenía el convencimiento de no estar más de dos legislaturas como presidente del Gobierno. No sé si después de las elecciones generales de 2012 se mantendrá como secretario general, pero sería saludable una bicefalia en el PSOE, un presidente o jefe de la oposición parlamentaria, y un secretario general del partido. Eso sería también profundizar en democracia de la que tanta falta tenemos en España y en Canarias.

El Partido Popular sigue con el cáncer del franquismo en sus tripas, en sus cerebros, y todo viene de la transición antidemocrática española de 1977, cuando dejaron inscribir como partido político a Alianza Popular por temor al Ejército fascista del General Franco. Nunca debieron permitir dejar a Manuel Fraga Iribarne presentarse a unas elecciones democráticas, ni a sus seis compañeros franquistas fundadores de AP, antes habían fundado otros tantos partidos políticos. A Reforma Democrática liderada por Fraga, se unieron Unión del Pueblo Español, de Cruz Martínez Esteruelas; Acción Democrática Española, de Federico Silva Muñoz; Democracia Social, liderada por Licinio de la Fuente; Acción Regional, de Laureano López Rodó; Unión Social Popular, de Enrique Thomas de Carranza, y Unión Social Española, liderada por Gonzalo Fernández de la Mora, el autor del panfleto “El Crepúsculo de las ideologías”, porque el tal elemento la única idea que tenía era la fascista. Pues bien, todos estos ex ministros y altos cargos de la dictadura fundaron Alianza Popular, que nunca debió ser legalizada en la democracia. De todos modos el fracaso fue tal que incluso el Partido Comunista sacó más diputados que AP en 1977, y en posteriores convocatorias cambiaron hasta dos veces de nombre, Coalición Democrática y Coalición Popular. Un poco menos sufrieron metamorfosis política que Herri Batasuna, que con Sortu y ahora Bildu van por unas quince marcas diferentes.

En el año 2011 el Partido Popular todavía no ha condenado la dictadura del General Franco, y entre sus altos cargos destacados figuran todavía Manuel Fraga Iribarne, que entre otros cargos fue ministro de la Gobernación cuando en 1978 se produjeron los asesinatos de trabajadores de Vitoria y Montejurra, y tenía como subsecretario de Gobernación, es decir su segundo y gran amigo, a José Manuel Romay Beccaría. Por no hacer la lista larga de los más jóvenes franquistas citaremos a Jaime Mayor Oreja que declaró hace poco que con Franco se vivía plácidamente. Entre otras cosas de este fascista redomado, en el País Vasco están convencidos que a Mayor Oreja no le interesa la desaparición de ETA porque con sus hermanos Carlos, José María y Purificación, tiene varias empresas de seguritas y escoltas, y de vigilancia para fábricas de armas, edificios públicos, etc, de las cuales sacan una buena tajada. No me hace falta poner que presuntamente porque tengo el fallo de la Audiencia Provincial de Vitoria, del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, y del Tribunal Supremo de España, sobre una querella que le puso Mayor Oreja y Mariano Rajoy al Partido Nacionalista Vasco y fue rechazada por estos tres tribunales y ambos condenados a pagar las costas. Son estos personajes los que hablan de la Patria, el patrioterismo y demás cortinas de humo para engañar al pueblo.





POSDATA: A todas estas José Miguel Bravo de Laguna dice que el Partido Popular con Mariano Rajoy a la cabeza va a liderar la segunda transición en España. ¡Qué miedo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario