lunes, 24 de octubre de 2011

Don Pepito Rodríguez me hace monárquico

RAFAEL GONZÁLEZ MORERA




Cada vez que leo El Día de Tenerife y compruebo su arrebatador republicanismo de última hora, me entran unas ganas enormes de gritar "¡Viva la monarquía! ¡Viva el Rey Juan Carlos!", pero me contengo no me vayan a tomar los amigos que conocen mis ideas republicanas por loco. Pero me da cierta repugnancia que don Pepito Rodríguez se proclame ahora republicano/independentista, cuando siempre fue un recalcitrante franquista, y pelota adulador de todos los capitanes generales del Ejército español que vivieron en la Plaza Weyler de Santa Cruz de Tenerife. Siempre he tenido respeto y por supuesto amigos independentistas, pero desde que don Pepito se hizo soberanista tengo también la inclinación un poco sádica de hacerme españolista y hasta del Real Madrid. Me miro al espejo, y me insulto por estos pecaminosos pensamientos, ¡monárquico y españolista! Pero que quieren, por alejarme de las proclamas de don Pepito, soy capaz de cualquier cosa.

Conocí a don Pepito hace muchos años, cuando trabajé con don Domingo Rodríguez, Dominguito Prensa, en Jornada Deportiva, y me pasaba por El Día un día sí y otro también para ver a los amigos periodistas tinerfeños, entre ellos a Elfidio Alonso. En aquella época don Pepito era perseguidor de rojos, y en general de todo demócrata que se moviera por Tenerife y toda Canarias, y ya tenía metido en su piel y su cerebro el odio a “la isla de Las Palmas”. Tal era así que Elfidio disimulaba su republicanismo escribiendo de baloncesto en Jornada, y haciendo teletipo en El Día. Qué tiempos aquellos. Pero las cosas para don Pepito Rodríguez han cambiado mucho, y ahora las islas Canarias son la colonia más antigua de Europa, y está empecinado en liberar a los canarios del yugo español. Lo más seguro es que querrá imponer a “la isla de Las Palmas” el yugo chicharrero.

No sé si don Pepito tiene bula, pero algo de eso debe existir en el fondo y la superficie de sus relaciones institucionales, porque se ha permitido entre otras barbaridades indicarle a Paulino Rivero que inicie los trámites para solicitar la independencia de las Islas Canarias, y si esto no se produce pueden surgir altercados, aunque don Pepito afirma que siempre ha repudiado la violencia. En uno de sus editoriales u homilías dominicales afirmaba que “hemos insistido en nuestros editoriales lo peligroso que resulta jugar con fuego. Y cuando hablamos de jugar con fuego nos referimos lo peligroso que es jugar con la paciencia del pueblo canario”. El Teniente General Emilio Pérez Alamán, que fue jefe del Mando de Canarias entre mayo de 2004 y noviembre de 2006, amigo personal de José Rodríguez, le dirigió una carta para expresarle su asombro por el cambio de línea editorial del periódico El Día. Entre otras cosas el militar español le decía que “la lectura de su editorial me ha producido un doble sentimiento de preocupación y dolor que no quiero dejar de transmitirle con toda sinceridad. En recuerdo de lo que yo consideré una amistosa y leal relación, tanto institucional entre la Capitanía General de Canarias y el grupo editorial que usted dirigía, como personal entre don José Rodríguez y el jefe del Mando de Canarias”. Más adelante en su carta el teniente general Pérez Alamán le indica al señor Rodríguez Ramírez “qué tengo que pensar de este cambio, ¿entonces no lo éramos y ahora el Ejército de España somos una Fuerza de ocupación?", le dice dolido el teniente general, que termina señalándole la contradicción en que el redactor “cae en el argumento de atacar a España y alabar a su Ejército, olvidándose que ese Ejército es en sí la misma España”.

Por si fuera poco la conversión al republicanismo independentista de don Pepito, de extrema derecha claro, señala en otro de sus editoriales los designios celestiales que llevaran al pueblo canario a la independencia, y afirma que es Dios, no El Día, quién está detrás de la consecución de la independencia. Es el Creador quién desea la libertad de las criaturas canarias. Ignoro si este arrebato religioso fue inspirado por Andrés Chaves o Ricardo Peytaví, los dos amanuenses/mercenarios que me dicen son los “negros” de don Pepito. El culmen de este energúmeno chicharrero recalcitrante ha sido su incitación al racismo, a la xenofobia, a la violencia, en un poema cuyo texto es el siguiente: “Como canarios vamos a defendernos/de esta oleada de cigarrones/que nos están llegando a montones/y yo voy a ser el primero/Compraremos mosquetones/pistolas, fusiles, cañones/y hasta un barco cañonero/con ellos dispararemos/y estos intrusos invasores/que regresen por donde vinieron.

Este poema que tanto amor destila fue publicado el 4 de abril de 2008 en el diario El Día, cuyo editor/director es José Rodríguez Ramírez. Todavía sigue recibiendo subvenciones del Gobierno de Canarias que preside Paulino Rivero Bates, al cual incluso ha insultado reiteradas veces, incluída su esposa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario