viernes, 7 de octubre de 2011

Alianza de civilizaciones y escudo antimisiles

RAFAEL GONZÁLEZ MORERA




Confieso que cuando llegó José Luis Rodríguez Zapatero a la presidencia del Gobierno después de incluso haber ganado un Congreso del PSOE a José Bono, Matilde Fernández y Rosa Diéz, me ilusioné con ciertas reservas después de muchas desilusiones con más de un psocialista y algún que otro sociolisto. Zapatero llegó retirando las tropas españolas de Irak, y se va ampliando el despliegue militar norteamericano en España. Zapatero entró en La Moncloa pacifista, defendiendo la alianza de las civilizaciones, y se marcha en plan guerrero, totalmente adscrito a la OTAN, y “regalando” más aún la base de Rota en Cádiz a USA para que instalen misiles que vaya usted a saber si contienen cargas nucleares, y dos piedras. Los psocialistas empezaron por decir no a la OTAN, incluido Javier Solana, y luego se volvieron más otánicos que Reegan y George Bush, menuda metamorfosis. Rebusco en mis archivos , y me encuentro el discurso de Zapatero en el debate del estado de la nación el 26 de junio de 2001 en su primer mano a mano con José María Aznar.

Decía el hasta ahora presidente de España en aquella fecha en el Congreso de los Diputados respondiendo a Aznar en la tribuna de oradores entre otras cosas que “ la política de defensa y de seguridad tiene que ser una política de Estado y de consenso. Hubiera sido muy deseable que, antes de hacer el pronunciamiento que hizo con el presidente de Estados Unidos, dando su apoyo al escudo antimisiles, hubiera venido a esta Cámara a explicar por qué y a debatirlo. Así es como se hace una política de defensa cohesionada. Todavía está a tiempo de hacerlo. Nosotros no lo compartimos sinceramente, porque creo que es una idea viaje, la repetición de la propuesta de Reagan de la guerra de las galaxias que no camina en la dirección adecuada para una política de seguridad en el mundo”. Diez años después Zapatero anuncia la entrada de España en la política de los escudos antimisiles de Estados Unidos, y no en el Parlamento, sino en la sede de la OTAN, y rechazando las preguntas de los periodistas. Manda trillos.

En estos momentos de crisis económica global lo que la sociedad espera no son más misiles ni escudos atómicos, lo que esperan los trabajadores es que se depuren responsabilidades por la catástrofe financiera y surjan ideas para avanzar hacia un mundo más avanzado y justo. Zapatero del no a la guerra de Irak, de no levantarse de su asiento al paso de la bandera de Estados Unidos (qué chorrada) , ha pasado a la total sumisión con Barak Obama. Está visto que Zapatero le está haciendo todo el trabajo a sucio interno y externo Rajoy, para que este se quede fumando un gran puro y leyendo el “Marca” en La Moncloa cuando sea presidente. De momento Rusia ha protestado por este acuerdo de España y Estados Unidos, que enlaza con otros del Pentágono con Polonia, Turquía y Rumanía, que ha puesto nervioso a los rusos. Como está la cosa a nivel económico, lo que falta ahora es que volvamos a una guerra fría, que no estoy para esos trotes. Aguantaré lo de los recortes y los ajustes, pero volver a pensar en misiles atómicos es una broma pesada. Lo peor y más peligroso es que la Rusia del siglo XXI es capitalista, y digo esto con presunción de inocencia porque no hay que olvidar que las dos anteriores guerras mundiales empezaron por darse tortas entre países capitalistas. Me decía hace poco un amigo sociólogo y economista que lo más probable es que la tercera guerra mundial empezará por la disputa de los alimentos, la energía y el agua, y muy posiblemente entre países capitalistas. El negocio es el negocio, y el de las armas, los misiles, es un buen “bisnes”. ¿Y a cuento de qué este final que casi no viene a cuento? Por si acaso. Mientras siguen volando las palomas me chisman que Alfredo Pérez Rubalcaba anda preocupado por el incremento del paro, por Pepiño Blanco y por la OTAN y sus escudos antimisiles. Pasar de la alianza de civilizaciones al escudo antimisiles es una profunda metamorfosis . Vaya panorama.

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