domingo, 5 de junio de 2011

El espectáculo del diccionario

RAFAEL GONZÁLEZ MORERA


No sé ciertamente con que definición de la palabra espectáculo que da la Real Academia de la Lengua Española me quedo al ver lo que está ocurriendo en estos días de finales de primavera. Puede que lo de función o diversión pública celebrada en un teatro, en un circo o en cualquier otro edificio o lugar en que se congrega gente para presenciarla, le venga bien; o a lo mejor la definición más exacta sea la de “acción que causa escándalo o gran extrañeza”. Quizá sea una cosa que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiendo deleite, asombro, dolor y otros afectos más o menos vivos y nobles. Diría por mi parte que también podrían ser innobles, inmorales y hasta despreciables el tal espectáculo. Lo cierto es que en estos días he asistido a una serie de hechos que vienen a confirmar que la web “franconohamuerto.com” está de plena actualidad. Y la culpa la tenemos todos quienes en 1975 nos acojonamos con aquel cuento del lobo llamado Ejército español, y que hizo a líderes republicanos como Felipe González y Santiago Carrillo entrar en, y tragar, una transición política poco democrática y muy fascista.

Lo del diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia de España no tiene nombre, sencillamente da asco y nauseas. Desde que Franco no fue un dictador, sino un poco autoritario, hasta calificar la guerra civil española, de guerra de liberación como en los libros de texto de mi infancia y juventud, pone de manifiesto que en España los franquistas y sus herederos siguen muy presentes impregnando y utilizando instituciones desde las que se puede hacer mucho daño a la vertebración social española, a la lucha por la memoria democrática, y los fascistas han demostrado que siguen muy presentes, y creciendo impunemente sobre nuestra ingenua inconsciencia política, sobre la dejación de los partidos políticos que se llaman de izquierdas, y hacen una política de derechas. Ahora mismo hay una España teñida de azul como nunca, y sólo les falta tomar el poder en Madrid, en el Gobierno Central, para volver de nuevo al amanecer falangista, prietas las filas y firme el ademán. Me he pasado estos últimos días leyendo un poco, con algunas arcadas y vómitos de asco, algunos artículos de la Real Academia de la Historia de España y si hasta ahora he tenido un gran respeto y admiración por los historiadores, mis esquemas se me han venido abajo. Luis Suárez Fernández (Gijón, 1924), autor del texto sobre el dictador Francisco Franco, es miembro de la Fundación que lleva por nombre el del dictador y además presidente de la Hermandad del Valle de los Caídos, y ha cobrado unos buenos emolumentos por su participación en el diccionario fascista de la Real Academia de la Historia, que en total ha costado 6.400.000 euros (seis millones cuatrocientos mil euros). He vuelto a recordar aquellos textos de la asignatura de Formación del Espíritu Nacional con la cual nos lavaban el cerebro los franquistas. Y encima estos trabajos nauseabundos de pseudohistoriadores han sido pagados una buena parte con dinero del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Si bien el diccionario empezó a elaborarse con Aznar, los ha seguido amamantando el gobierno socialista. Manda trillos.

Por lo demás, hay otros espectáculos, quiero comentar lo que se está cociendo en el final de la primavera de 2011 con los pactos y los repartos. Por eso digo que asisto a un espectáculo bochornoso en todos los niveles. Un totum revolutum, un potaje de coaliciones previas y posteriores, un canto al transfuguismo cuyo principal tenor es Soria “alias el salmón”, una vergüenza colectiva en donde se va a hacer alcaldesa en Telde, a una imputada y presunta delincuente, Mari Carmen Castellanos, y unos pactos entre el PSOE y el PP en La Palma, como si la API palmera de Castro Cordobés fuera o fuese una ETA palmera, y en la isla Bonita hubiera o hubiese que copiar los pactos de Euskadi. Mientras, Coalición Canaria tomándole el pelo al PSC/PSOE en el Cabildo Insular de Gran Canaria, incumpliendo el pacto regional que con buen criterio de Emilio Mayoral ha protestado firmemente, y que para mí es el principio de una traición de altos contenido en el futuro, especialmente si Rajoy gana en 2012 las elecciones generales. Todo un asco para este final de primavera, cuya única esperanza es el Movimiento del 15-M en donde deben confluir juventud, trabajadores e intelectuales, y que la socialdemocracia se decida ponerle freno a “los mercados”. Nos hemos dulcificado hasta en las acepciones. Antes era capitalismo, incluso capitalismo salvaje. Menos mal que la Unión Deportiva, lo único un poco serio que me queda, le ganó al Tenerife. Y que me excusen los que consideran al fútbol opio para el pueblo. Más lavado de cerebros hace la impresentable Real Academia de la Historia de España, y en cosas evidentemente más serias. Aunque a estas alturas dudo que sean cuasicosas más serias.

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