viernes, 17 de septiembre de 2010

Esquizofrenia política


RAFAEL GONZALEZ MORERA

Ya estamos a mitad de septiembre, y se confirma casi todos los días que la esquizofrenia política lo invade todo. Aunque estoy cansado de repetirles a los amables lectores que a estas alturas de mi vida no me asombro de nada, confieso que a veces tengo ciertas sensaciones de desconcierto, que pasan del cabreo a la risa cuando me voy a El Charcón a ver la fauna y flora marina con mis gafas para margullar. Me ha dado la risa muchas cosas este verano, y cuando ya se termina la canícula veraniega dentro de unos días, especialmente me ha movido a carcajadas la propuesta de Manuel Alcaide de ponerle uniforme a los funcionarios. Me tropiezo con la vecina del quinto margullando en Las Canteras, y me corta mi análisis critico: “Pues a mí me parece muy bien, así que cuando pase por una cafetería aledaña a los Usos Múltiples, sabré quién es funcionario y quién no. Pero como contrapartida también les pondría uniformes a los jueces y juezas, ya se verían los bares de Vegueta llenos de uniformados de la judicatura. Y también a los políticos, todos con sus colores, los del PP con uniforme azul, los del PSOE muy rojos, y los de CC unos días blanquiazules como el Tenerife, y otros amarillos como la Unión Deportiva, en plan bicéfalos y bicecolores”.
Paso a comentar con mi vecina del quinto las últimas declaraciones de Soria, que ahora está en contra de la Policía Autonómica y la Televisión Canaria, cuando la apoyó con Paulino Rivero, y mi interlocutora no me deja ni terminar mi argumentario. “Pero hombre, si eso no es lo peor, la capacidad dialéctica de Soria es muy profunda, y lo mejor de todo es que ha negado que es el consejero de Economía y Hacienda, y por eso no está en la Comisión de Presupuestos para el próximo ejercicio. No quiere saber nada de Economía y Hacienda. Me han dicho que le ha pedido a Paulino Rivero que lo destine a Turismo con Rita Martín, y está preparando un viaje a Islandia para este invierno para pasar las Navidades con los esquimales, y en mayo próximo se quedará en Noruega pescando salmones”.
Para repasar un poco los temas más notorios de los últimos días le pregunto a mi vecina del quinto por el “caso de los generales”, y me deja con la boca abierta: “Sabe lo que le digo, no hay derecho que una salga con prisas del trabajo para comprar unos desmaquillantes Deliplus, se meta en un trayecto cortito en dirección prohibida, y un policía inoportuno te pare para hacerte perder el tiempo. Estoy de acuerdo además con don Eligio Hernández, que a una mujer con título universitario no se le hace eso. En mi caso como tengo un título universitario tengo derecho a ir en dirección prohibida hasta el aeropuerto, pero tengo una amiga que tiene dos títulos y podría llegar contraflecha hasta Maspalomas, y otra que es catedrática con tres títulos que le podría dar la vuelta a la isla conduciendo con los ojos vendados y en dirección prohibida, Ya no se respeta además a las señoras”.
Me fui a El Charcón a darme otro baño y esperar la llegada del otoño. La esquizofrenia política está peor que nunca. Incluso Zapatero está contra los sindicatos. Menos mal que el Partido Popular es ahora el partido de los trabajadores.

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