sábado, 30 de marzo de 2013

El Partido Popular sin tesoreria




Rafael González Morera

El Partido Popular sin tesorería

RAFAEL GONZÁLEZ MORERA


Al paso que vamos de tesoreros imputados del Partido Popular no sé si en la sede de la calle Génova van a tener algunas perras para comprar folios, bolígrafos, papel higiénico y gomas de borrar por si acaso llega el juez Gómez Bermudez. La situación de la tesorería no se sabe cómo está, ni siquiera la nueva tesorera Carmen Navarro Fernández Rodríguez ha podido examinar bien las cuentas, cogida urgentemente al lazo para sustituir al sustituto de Luis Bárcenas, el que fuera dirigente franquista José Manuel Romay Beccaría, que al pasar a la presidencia del Consejo de Estado de España le dejó los trastos a la señora Navarro, que anda asombrada viendo lo que han hecho los anteriores tesoreros que fueron un tesoro.
De los tesoreros del Partido Popular hay intriga y tema para escribir una novela negra, como negros son los dineros con los que han manipulado no sólo la tesorería de los conservadores hispanos, sino los públicos de usted y míos, amable lector. De los cuatro tesoreros que ha tenido el PP en democracia, tres están imputados, Álvaro La puerta, Ángel Sanchíz y Luis Bárcenas, y Rosendo Naseiro escapó por esos artilugios, y maniobras jurídicas que dictaron que unas grabaciones telefónicas anularon el proceso. Y aunque el Partido Popular trata de aplicar aquello de “y tú más” con el caso de los EREs de Ancalucía, la diferencia es que mientras que el presidente andaluz José Antonio Griñán ha dado la cara desde el primer momento, Mariano Rajoy se esconde detrás de las faldas de María Dolores de Cospedal y de Soraya Saénz de Santamaría. Y que conste que no me gusta nada lo que ha pasado en Andalucía, en donde algunos psocialistas han metido la mano hasta el fondo, pero esto no se puede comparar al escándalo Gürtel/Barcenas/financiación ilegal del PP, que en un país serio y democrático seguramente terminaría con la cancelación del partido en el registro público. Ya sé que en este sentido soy un ingenuo, lo que ocurre es que en España las cosas son diferentes en todos los aspectos. ¿Ustedes se imaginan hablando de fútbol que si cometieran una ilegalidad el Real Madrid o el Barcelona serían descendidos a Segunda División? Qué risa me da María Luisa. Pues en Italia la Juventus fue descendida a Segunda División hace tres temporadas, y el Milan fue castigado con 16 puntos hace cinco años. En España no existe ni el verbo dimitir.
Pero me desvio de la intencionalidad inicial del artículo, que no es otra sino meterle el dedo en el ojo a estos presuntos delincuentes que muchos de ellos forman parte de la dirección nacional del Partido Popular. Si no saben administrar su tesorería me ha entrado pánico pensar que sigan administrando la caja nacional. Han sido sin duda algunas treinta años de cloacas financieras, y los tesoreros han hecho una carrera de relevos de robos a mansalva al pueblo español, ayudados por una especie de ley de omertá que les ha facilitado todos sus latrocinios. Hasta ahora la dirección nacional del PP ha practicado con estos sátrapas la táctica de la indemnización millonaria, la protección, el hacerlos de una forma o de otra intocables, impunes a la justicia. Pero si las cosas de Palacio muchas veces van despacio, si la justicia es a veces insoportablemente lenta, también es justo reconocer que cuando la maquinaria de la razón jurídica se pone en marcha es implacable. Por si fuera poco, el Partido Popular en estos momentos de crisis generalizada, de cabreo social, no está en condiciones de pretender favores de jueces y fiscales. El nivel de desafección de los ciudadanos, incluidos la mayoría de sus votantes, les priva de un blindaje de la opinión pública, y un cierre en falso de Gúrtel/Bárcenas/financiación ilegal del PP, podría crear una alarma social de imprevisibles consecuencias. La justicia puede ser lenta, garantista, pero haciendo abstracción de los tiempos, también es concienzuda.

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