domingo, 19 de diciembre de 2010

Elridiculopsoe

CÁNDIDO QUINTANA




Nunca pensé en avergonzarme tanto por apoyar unas siglas, pero me lo tengo merecido por ese empecinamiento mío de ensalzarlas, cuando realmente lo único que yo he querido hacer era destacar públicamente la labor y honestidad de unas personas, integradas políticamente bajo un paraguas de ámbito nacional. El que esas personas ahora hayan sido vilipendiadas de la forma que lo han sido, me da toda la razón. Evidentemente, yo no pretendía alabar al PSOE, ni siquiera al PSC, es más, todo lo contrario, cada día me han venido dando más de cara, cada día los considero más impresentables, cada día me pongo más colorado de verles hacer lo que hacen después de haber dicho lo que han dicho. Y es que para ellos, las promesas incumplidas y los engaños se están convirtiendo en algo de andar por casa o en moneda de cambio para lo que se tercie, ni siquiera de detienen para valorar y sopesar el que muchos de los engañados en su día les votaron y no lo volverán a hacer.

Un PSOE que llega al poder en un momento de bonanza económica y lo único que hace es continuar con la política económica “insostenible” que hereda de la derecha, eso sí, maquillándola con ciertas mejoras sociales para dar el pego, mejoras que, por lo insostenible del sistema, ahora se han difuminado bastante más allá de lo que en principio eran. No es entendible que este partido, en vez de aprovechar su mayoría electoral y aquella bonanza económica existente, para introducir profundos y valientes cambios en su política económica y ajustarla más a una política realmente de izquierda, algo que ahora no nos tendría la cabeza tan metida en el agujero, lo único que hizo fue acomodarse al continuismo, aplicando esas ínfimas mejoras y utilizando su manido discurso, ese del sí pero no, miro hacia otro lado, escondo la cabeza, si te he visto no me acuerdo, etc., etc., etc.

Que forma tan nefasta de actuar y esto a todos los niveles, para avergonzarnos aún más. Vean si no sus habituales promesas, casi todas incumplidas, tipo Catálogo de Especies Protegidas, que tiene indignada a la Comunidad Científica Canaria y a miles y miles de personas y colectivos, cuando en la Península lo mismo lo miden por otro rasero. Y es que para dar esta talla y esta lamentable imagen, es preferible que decisiones como las del catálogo queden manos de los otros partidos, más honrados con sus votantes al mantener su discurso, que, aunque nefasto, es el que es y de todos conocidos. Las mentiras, aunque sean dulces, repugnan mucho más que las duras verdades, y es que, personalmente, yo prefiero que me joda mi enemigo a que lo haga mi amigo. Pero, ojo, ahora mi amigo dice que si lo elijo, algo evidentemente imposible ante el cisma que ellos mismos han montado en Tenerife, pues me arreglan el problema y todo solucionado, ¡fuerte desvergüenza compadre!

Y es que mi amigo no termina de enterarse o de asimilar, que es un redomado mentiroso y que, además, tiene por encima de él a muchas personas, y no sólo de su propio partido político, sino hasta incluso de otros con los que pactan, que tienen bastante más poder de decisión que él. Y así, amigo, ya no te puedo creer, por muchas promesas que me hagas, ni aunque me lo jures por lo más que quieres en el mundo. Las nefastas experiencias anteriores están ahí, demostrándome que engañas demasiado o que no pintas nada de nada. Votar por ti es perder el tiempo o tirar mis esperanzas al cubo de la basura. No, amigo, ya no cuentes conmigo, pero con la verdad por delante y sin rencor, si debo honestamente decirte, porque lo palpo todos los días en los lugares en los que me muevo que son los que a ti te hacen falta, que lo vas a tener muy jodido en las próximas elecciones, que los dos cochinos votos sólo han conseguido alargar tu agonía.

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