sábado, 23 de febrero de 2013

Soria y el rescate

RAFAEL GONZÁLEZ MORERA

Del interés particular y del general se ha escrito y hablado mucho en los últimos años. Los que defienden el interés general son una minoría de románticos y hay cada vez más gentuza que está por la labor del interés particular. Ya se sabe, trileros que diría en plan fino y culturo mi amigo Pepe Alemán, ladrones y terroristas económicos que digo yo en plan más bruto y tal, y que ahora han creado la preocupación particular y la general. Estos ladrones y terroristas han dado un golpe de estado financiero al que algunos amigos de derechas de toda la vida, que tenerlos tengo, me dicen "encima deben ustedes los rojillos estar agradecidos que no ha sido cruento, en plan Franco o Pinochet, hoy los golpes de estado se hacen con operaciones financieras, con transferencias a los bancos de los paraísos fiscales, y por internet, mientras que tú un ordenador portátil lo utilizas para escribir boberías, por mi parte con un portátil y un móvil me puedo ganar tres mil euros en un par de horas y cogiendo el sol en esta playa paradisiaca”.

Me consuelo pensando que en mi caso también puedo escribir desde Morro Jable, que no hace falta decirles que está en Fuerteventura, y escribo en la misma playa, y si me llega a ver mi primer e inolvidable jefe, Antonio Lemus, se queda asombrado. O quizá no, porque por su inteligencia natural, Lemus estuvo siempre preparado y receptivo para la modernidad. Hablo con un camarero de un restaurante en la Playa de la Cebada, la parte de playa más cercana al pueblo, y cuando le pregunto por la crisis me sorprende hablándome de la prima de riesgo, del rescate, y hasta del posible corralito. Tito, el espabilado camarero de Pájara, al que le faltaban ocho años para jubilarse, me dice con cierta rabia que “ahora son diez años los que me faltan, y vaya usted a saber si me amplían alguno más. Mire, por aquí la cosa anda mal, los turistas o vienen con el todo incluido y no salen apenas de los hoteles, o si vienen a apartamentos se hacen la comida en los mismos, pero los restaurantes lo estamos notando”. La preocupación particular de Tito salta a la vista. Y la general también. Esto me lo confirma el amigo camarero hablándome del paro que hay en Fuerteventura, y Morro Jable no es una excepción a la situación general majorera. Desde el restaurante “La Laja”, que es primero mirando al mar de la Avenida Marítima, hasta el último, “Las Gaviotas”, el más cercano al comienzo de las grandes playas de Jandía, si trabas conversación te sale el tema de la crisis, y trato de no entrar en detalles técnicos, cuando Tito me pregunta qué significa eso del “rescate” y si España estaba secuestrada, y ahora la han rescatado de los malos. Por un momento desearía que estuviese conmigo mi querido amigo Antonio González Vieítez para que le explicase a Tito lo qué significa un rescate financiero, y cuando estoy con mis modestos conocimientos adquiridos en la Escuela de Comercio explicándole con muy mal rollo al camarero el asunto/trasunto recurriendo a mis últimas lecturas de Paul Krugman, Tito me corta y me dice:”pues no entiendo nada, por la radio oí que el señor Soria, ministro de Industria, que no había habido el tal rescate, y algo debe saber todo un ministro”.

De repente llego a la conclusión que discrepo con todo respeto de mi director y sin embargo amigo, Carlos Sosa, que afirmo con gran cariño que Soria “no es tonto del culo”, y tras darme un chapuzón en el agua cristalina de Morro Jable y volver a la terraza, con paciencia le digo a Tito los despistes o las mentiras, y las andanzas del muy ministro cuando era consejero de Economía y Hacienda con Paulino Rivero, es decir que a nivel regional venía a ser un Guindos y un Montoro juntos, y todas las meteduras de pata que tuvo cuando fue además Vicepresidente de Canarias, y le explico un poco lo de las tasas aeroportuarias, y las subvenciones a las energías renovables y en el lío que se ha metido con los mineros leoneses y asturianos, y Tito me corta diciéndome “y encima ese tío quiere meternos el petróleo en las playas de Fuerteventura. Es tonto del culo”.

Me da la impresión de que el alcalde leonés del pueblo de Toreno, del Partido Popular, y el camarero Tito tienen razón. A todas estas Rajoy no da la cara con el asunto del rescate, y lo peor es que se fue a Polonia, como Juan Carlos Borbón se fue a cazar elefantes, el presidente todavía de España hasta que “los mercados” quieran, se fue a cazar balones. A ver si por lo menos gana la roja.

POSDATA: Tito me cuenta un chiste sobre Napoléon y Rajoy “Se decía que Napoléon llevaba una camisa roja para si lo herían los soldados no se percataran de la sangre. y no se desmoralizaran. Ahora se dice que Rajoy lleva los pantalones marrones”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario