ROBERT FISK
La Jornada
Luego de estar en Irlanda del Norte y vivir los días posteriores a la revolución portuguesa, llegué a Medio Oriente en junio de 1976 y me instalé en El Cairo con el encargo de cubrir una de las interminables negociaciones para poner fin a la guerra civil en Líbano. Pero luego de comer vegetales sin lavar en un restaurante local me dio gastroenteritis –fiebre entérica es una frase tallada en muchas lápidas de Raj– y pasé noche tras noche con ratas en el estómago y chorreando sudor en el lino de la cama. La primera vez que me aventuré a la calle me desmayé sobre una banca de concreto de una parada de autobuses, entre un paso a desnivel y una plaza con pasos elevados de hierro quemante, repletos de egipcios que vociferaban.
Allí estuve inconsciente durante cinco horas. Nadie acudió en mi auxilio. Desperté adolorido, seguro de que el mundo árabe debía de ser un lugar duro y cruel. Hasta escribí mi renuncia al puesto de corresponsal del Times en Medio Oriente… luego de una semana de haber sido contratado. La mugre de la estación de autobuses, el olor a orines, el caliente estalinismo de concreto del edificio Mugama a mis espaldas –monstruosidad estajanovista donde día tras día buscaba la extensión de mi visa– me convencieron de que no podía trabajar en la fétida dictadura de Anuar Sadat. Mi enfermedad era lástima de mí mismo. La plaza se llamaba Tahrir. Casi 36 años después he merodeado por este sitio como si fuera mi hogar, con sus decenas de miles de valerosos demócratas exigiendo un Egipto que ni yo ni ellos llegábamos siquiera a soñar. De hecho, muchos de los jóvenes hombres y mujeres que se acercaban a todo extranjero gritando ¡Viva Egipto! no habían nacido cuando yo yacía en esa banca de concreto. La estación es hoy el edificio de un nuevo hotel –que ha servido de baño común en las pasadas tres semanas, el olor a orines aún está allí–; el Mugama, tan terrible como siempre, está vacío, pues sus legiones de burócratas han sido impedidos de entrar a la plaza por los revolucionarios del nuevo Egipto.
La historia ha llegado en grandes sorbos, a veces sangrientos, casi siempre valerosos, inspiradores, terribles. He descrito un círculo completo. Gracias al cielo nunca envié esa renuncia al Times. Supongo que los reporteros, igual que las naciones, crecen; la perspectiva es un raro instinto. Lo que hace tres décadas y media eran notas para un periódico –la dictadura de Sadat pronto fue sucedida por la todavía más deprimente de Mubarak– se convirtió esta semana en una epopeya en pantalla ancha, con un elenco de millones: una historia imperecedera de libertad contra la represión del Estado.
Resulta extraño cómo el mundo del cine logra capturar la realidad. En El tercer hombre hay un momento maravilloso en el que dos oficiales británicos esperan junto a una pared en la Viena de posguerra con la esperanza de atrapar al multiasesino Harry Lime. De las sombras no surge Lime, sino una extraña criatura con unos globos en la mano, que pregunta en voz baja a los soldados si quieren comprar uno. Hace un par de semanas me abría paso boqueando por la calle Champollion, frente a la plaza Tahrir, con Cecilia Udden, de la televisión sueca. Ambos teníamos náuseas por los vapores del gas lacrimógeno, el lugar vibraba con los disparos de pistolas aturdidoras de la policía de seguridad del Estado, y entonces una figura ataviada con una túnica salió de una calle lateral y se nos acercó entre el humo, agitando algo en la mano. ¿Papiro?, preguntó en tono lastimero. ¿Una imagen de Ramsés Segundo?
Grandes son los contrastes de la historia, y no siempre cómodos. Mi colega Don Macintyre (quien se parece a Jack Hawkings en el papel del general Allenby en Lawrence de Arabia) entrevistó a una pareja de británicos que se iba de Egipto, en el aeropuerto de El Cairo. Cuando les pidió sus nombres, ella se negó porque, dijo, trabajaba en un departamento del gobierno en Gran Bretaña. En la plaza Tahrir, egipcios que corrían peligro de ser arrestados al instante por los esbirros de Mubarak nos daban con orgullo su nombre completo, ansiosos por demostrar su fe en la libertad y su desprecio por la policía. ¿Qué nos dice esto sobre nosotros? El Egipto antimubarakita nos enseña una cosa; la Gran Bretaña cameronita, otra muy distinta.
Y luego está el hombre que quería ser rey, Omar Suleimán, charlando con periodistas de la televisión egipcia, confiado, amistoso, paternalista. Luego, de pronto, advirtió a los reporteros que murciélagos salidos de la noche están aterrorizando al pueblo egipcio. ¿Estaría en sus cabales? Allá por la década de 1930 mi padre, subtesorero en el municipio de Birkenhead, descubrió que un amigo había sido encerrado en lo que entonces se llamaba un asilo para lunáticos. Fisk al rescate. Bill se presentó en el asilo, escuchó la racional explicación de su amigo de que se había cometido un terrible error, y se ofreció de inmediato a llevarlo a las autoridades de salud para que se enmendara el entuerto. Pero no puedo irme, anunció de pronto el amigo, metiendo los dedos en un enchufe eléctrico. Mira, soy un foco; si me llevas, todas las luces del asilo se apagarán.
¿Será Omar Suleimán un foco? Qué occidental me muestro al preguntar eso. En la poesía árabe, donde la metáfora es tan distintiva como lo era en la poesía británica de principios del siglo XVII, la expresión murciélagos de la noche casi siempre se refiere a una criatura espantosa que surge sólo en la oscuridad, con una ciega capacidad de infundir terror. Suleimán hablaba casi seguro de los ladrones e incendiarios que han atacado los hogares egipcios en las noches –muchos de esos murciélagos, pero no todos, han sido policías vestidos de civil, una distinción que Suleiman sin duda no hizo–, y de este modo la tradición literaria árabe se fundió con la retórica de una dictadura agonizante.
¿En verdad agonizaba?, nos preguntamos durante las pasadas tres semanas. La misma pregunta se hacían los manifestantes de la plaza Tahrir, porque las revoluciones, los levantamientos, intifadas, las explosiones políticas, no tienen reglas ni calendarios. Como en toda página en la historia, al mirar al espejo tenemos que esperar con paciencia el valor, la sangre y la traición. La noche del jueves esperábamos que Mubarak se fuera, pero el anciano se volvió a su pueblo con un discurso de tal narcisismo y autoengaño que nos quitó el aliento. Él era el auténtico foco, el verdadero murciélago salido de la noche. La noche del viernes, el murciélago voló.
domingo, 13 de febrero de 2011
martes, 8 de febrero de 2011
Antonio González Viéitez pone como ejemplo de buen estadista a Hugo Chávez al obligar a BBVA a conceder créditos a la ciudadanía de Venezuela
Interpreta que la reacción de una buena parte de la sociedad de dar su apoyo al PP viene motivada porque el actual Gobierno nos está metiendo en un callejón sin salida, dejándose llevar por las imposiciones de los mercados y de los líderes europeos conservadores
San Borondon
El economista e intelectual canario Antonio González Viéitez, reflexionó en Radio San Borondón sobre la actualidad política, centrando su intervención en el bloqueo que tuvo Mariano Rajoy (PP) recientemente en una entrevista con P.J. Ramírez, director de El Mundo, al ser cuestionado sobre las alternativas de su partido para potenciar el empleo para los jóvenes preparados y entiende que Rajoy ha demostrado que su capacidad como estadista es muy baja y añade que las afirmaciones del líder del PP asegurando que en dos años resuelve el problema del paro en los jóvenes españoles bajando impuestos para desarrollar todas las potencialidades es una simpleza de tal magnitud y de una falta de sentido común impropio del líder del principal partido de la oposición.
Antonio González Viéitez asegura que lo que abochorna de la intervención de Rajoy no es que no supiera contestar rápidamente y tuviera que mirar papeles para salir del paso, que sería una anécdota, sino que haya gente que crea en España que el PP es alternativa, si bien lo que ocurre es que muchas personas están hartas de la deriva neoliberal adoptada por el gobierno de Rodríguez Zapatero.
En este sentido, interpreta que la reacción de una buena parte de la sociedad de dar su apoyo al PP viene motivada porque el actual Gobierno nos está metiendo en un callejón sin salida, dejándose llevar por las imposiciones de los mercados y de los líderes europeos conservadores, que parecen que van marcando los tiempos políticos del gobierno español, como hiciera Angela Merkel a finales de la semana pasada en relación a los salarios de los trabajadores.
Viéitez afirma que ante las declaraciones de la canciller alemana un líder socialdemócrata de verdad tenía que haber reaccionado contundentemente para rechazar categóricamente su idea de incrementar los salarios en función de la inflación porque eso supondía que aquellas personas que dependen de un salario de por sí bajo para sobrevivir sean cada vez más pobres, puesto que cabe recordar que la inflación beneficia fundamentalmente a los sectores más ricos y poderosos.
El economista insiste en que si la gente piensa en que el PP puede ser alternativa no es por méritos propios contraídos por la formación conservadora, ni por el carácter estadista, ni por la capacidad de liderazgo de Rajoy, sino por las actitudes contradictorias con su ideología de un Gobierno que se considera socialdemócrata, porque la gente está harta de que el PSOE asuma historias propias de partidos conservadores como el PP.
Para que visualizar el estado de hartazgo de la sociedad española con respecto a la clase política, destaca que hoy en día un número muy importante de ciudadanos cree más en la religión, que lo que la propia condición humana, la conciencia y el espítitu crítico no explica, de ahí que apoyen la ilusión de salir de la crisis en aquellos que anuncian en los medios que tienen una varita mágica para revertir la situación aplicando una serie de medidas que tienen guardadas en la manga como ha hecho Mariano Rajoy.
Para explicar lo que hace un estadista para cambiar el curso de un problema, Antonio González Viéitez reflexiona sobre la labor de Hugo Chávez en Venezuela y recuerda que hace días el presidente venezolano le dijo a los dirigentes del BBVA que como no concedían créditos a los ciudadanos tendrían que irse del país, haciendo frente a las imposiciones de los mercados. Esto es actuar en beneficio del país y de sus habitantes, porque un Gobierno tiene que controlar el flujo financiero para nuestras empresas, para nuestras familias y para la ciudadanía en general y si una entidad financiera, cuya finalidad es esa, no la cumple, el Gobierno debe exigirle responsabilidades como ha hecho el presidente Chávez, puesto que demostró que con esa posición de fuerza cambió la actuación del banco, que al día siguiente estaba concediendo créditos.
Afirma por último que solamente desde las leyes y las normas se es capaz de domeñar la potencia terrorífica de los grandes poderes oligopolíticos que campan en los mercados.
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A Jaime Mayor Oreja no le interesa que desaparezca ETA
RAFAEL GONZÁLEZ MORERA
El líder de los conservadores en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, se ha unido al coro y al corro de la trama presuntamente delictiva del Partido Popular, acusando al Gobierno de utilizar el Ministerio del Interior, dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba, para hacer política con "minúsculas" en contra del Partido Popular. Digo trama presuntamente delictiva por ser un poco educado, pero en realidad el Partido Popular se está convirtiendo en una mafia presuntamente mafiosa peligrosa y delincuente.
Mayor Oreja, en un alarde de cinismo político, respaldó las acusaciones de Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, que apuntan que el Ejecutivo está espiando y utilizando los instrumentos del Estado contra los populares, y cree que Zapatero está intentando tapar con ello la crisis y alejarse de la responsabilidad de la misma con el fin de evitar que el PP sea alternativa en las generales de 2012.
La arremetida de Jaime Mayor Oreja viene a confirmar cual será la política del Partido Popular si gana las elecciones de 2012, sembrar de pánico y discordia a toda España, arremeter contra jueces, fiscales y policías, para conseguir el objetivo fundamental, distraer de la atención pública de la trama mafiosa de la operación Gürtel, que puede significar como mínimo la caida de la actual dirección del Partido Popular, y como máximo la necesidad de una refundación del partido incluso con otro nombre. A este paso ya están como Herri Batasuna, que ha tenido que cambiar de nombre siete veces en Euskadi. Los conservadores españoles sólo llevan tres cambios, Alianza Popular, Coalición Popular y Partido Popular, pero de seguir así igual alcanzan a los independentistas vascos en sus constantes cambios de siglas y membretes partidarios.
Pero resulta cuando menos saludable recordar cual ha sido la senda tenebrosa de Mayor Oreja incluso en relación a la lucha antiterrorista. Es curioso, incluso sospechoso, y diría que hasta indignante, que los hermanos de Jaime Mayor Oreja, Carlos y José María, sean los máximos accionistas de una importante empresa de seguridad privada que entre otras cuestiones de seguridad se dedica a contratar escoltas para políticos y cargos públicos en el País Vasco.
En febrero de 2002, poco después de haber abandonado el ministerio de Interior para preparar su carrera a las presidencia del País Vasco, Mayor Oreja apeló a un daño en su honor para interponer una demanda civil contra el dirigente del PNV Javier Arzalluz. El peneuvista había denunciado que la familia del popular tenía intereses en el sector de las empresas de seguridad privada y relacionaba esta circunstancia con la negativa de Interior a negociar con el Gobierno vasco la ampliación de la plantilla de la Ertzaintza para proteger a los amenazados por terrorismo. … y perdió una querella en el Juzgado de Primera Instancia de Álava y después la Audiencia Provincial de Alava también desestimó la demanda al considerar que no se había quebrado el derecho al honor de Mayor Oreja, entre otras cosas “porque las imputaciones son veraces, por haber sido indagadas con suficiente diligencia”. Los jueces dieron por probada la participación del ministro de Interior en Eulen, compañía que gestiona empresas de seguridad privada, y detallaron las vinculaciones societarias de sus hermanos José María y Carlos en otras empresas de seguridad. Mayor Oreja y también Mariano Rajoy, que como su sucesor en Interior le había secundado en aquella demanda, tuvieron que pagar las costas procesales. Mayor Oreja insistió e interpuso un recurso de casación ante el Tribunal Supremo que fue desestimado por la máxima instancia judicial.“En el curso del procedimiento se consideró probado que los demandantes, miembros de la familia Mayor Oreja, habían pertenecido como apoderados, administradores o accionistas, a diversas compañías de seguridad privada y que en el momento de presentarse la demanda aún seguían ostentando cargos en las mismas u otras empresas”, confirmó el Tribunal Supremo.
El Grupo Eulen, empresa de seguridad privada, se dedica entre otras actividades en el campo de vigilantes de seguridad, a la contratación de escoltas privados, guardas particulares del campo, vigilantes de explosivos, obtención de licencia de armas largas rayadas, entre otras actividades relacionadas con la seguridad privada.
El Gobierno del PP fue el mejor cliente de las empresas de seguridad privada durante los mandatos de José María Aznar. Ésta es la principal conclusión del análisis de las cifras de facturación de los 15 ministerios, que superan los 700 millones de euros durante el mandato aznarista. En contra de lo que pudiera pensarse, este gasto no se justifica por el pago a escoltas que protegen a los amenazados por ETA, ya que este capítulo sólo equivale al 2,5 por ciento del total gastado entre 1996 y 2001. El ministerio preferido por las compañías de seguridad fue el de Fomento de Álvarez Cascos, cuyo departamento asumió más del 40 por ciento de las adjudicaciones de la Administración central.
Lo que no se sabía hasta el momento es que el Gobierno que presidía Aznar fue su mejor cliente, ya que desde 1996 ha gastado más de 700 millones de euros (116.500 millones de pesetas) en adjudicaciones a empresas de seguridad privada. En contra de lo que pudiera pensarse, no es el Ministerio del Interior el que realizó un mayor desembolso, sino el de Fomento. De hecho, el coste de los escoltas dedicados a proteger a las personas amenazadas por ETA no llega a 18 millones de euros durante dicho periodo, lo que supone un 2,5 por ciento del total gastado en seguridad privada.
Los datos fueron facilitados en su día por el propio Gobierno aznarista en respuestas parlamentarias a los diputados socialistas Ángel Martínez Sanjuán y Victorino Mayoral, quienes denunciaron en numerosas ocasiones el proceso de privatización de la seguridad que se produjo durante el mandato de Aznar
Las estadísticas oficiales muestran importantes variaciones anuales, que en gran parte se explican por el hecho de que muchos contratos se adjudican por periodos de tiempo superiores a un año, pero hay un dato incontestable: el Gobierno del PP gastó como media cerca de 120 millones de euros anuales entre 1996 y 2001.
Esta cifra ya resulta llamativa pero en realidad es todavía mas elevada. La explicación es que algunos ministerios no han incluido en sus respuestas parlamentarias las adjudicaciones realizadas por las delegaciones provinciales y organismos dependientes, es el caso de Justicia, que simplemente aportó los datos de sus servicios centrales. Por esta razón aparece como uno de los departamentos con menor gasto en seguridad privada, cuando debería figurar entre los que más dinero dedican a este capitulo. Otros organismos, como la Agencia Estatal de la Administración Tributaria ( AEAT ), omitieron la información sobre 2001. El análisis de los datos facilitados permite concluir que hay diez empresas que, desde 1996, han recibido adjudicaciones por importe superior a 20 millones de euros (más de 3.325 millones de pesetas). El grupo está encabezado por Segur Ibérica, con 126 millones de euros, seguida por Prosegur, con 67,4 millones
Pero existe una importante diferencia entre ambas: mientras que Segur Ibérica ha recibido adjudicaciones de 14 de los 15 ministerios (la excepción es Interior), en el caso de Prosegur el 80 por ciento de sus ingresos proceden de Fomento.
Las dos empresas de seguridad en las que en su día desempeñó cargos de alta dirección José María Mayor Oreja, hermano del ex ministro del Interior, también aparecen en el selecto grupo. Prosesa, que en la actualidad opera bajo el nombre comercial de Eulen Seguridad, recibió adjudicaciones por importe de 43,9 millones de euros. De ellos, algo más de cinco millones proceden de contratos firmados con Interior durante el año 2001, fecha en que Jaime Mayor Oreja dejó el puesto para presentarse como candidato en las elecciones autonómicas vascas.
En muchas tertulias de Euskadi se comenta presuntamente que a la familia de Mayor Oreja no le interesa la desaparición de ETA, porque eso significaría la desaparición de la necesidad de contratar escoltas. Cuando leo cosas como estas me echo a temblar. En manos de quienes hemos estado durante dos legislaturas. Y lo terrible es que podamos volver a estar en manos de estos facinerosos.
El líder de los conservadores en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, se ha unido al coro y al corro de la trama presuntamente delictiva del Partido Popular, acusando al Gobierno de utilizar el Ministerio del Interior, dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba, para hacer política con "minúsculas" en contra del Partido Popular. Digo trama presuntamente delictiva por ser un poco educado, pero en realidad el Partido Popular se está convirtiendo en una mafia presuntamente mafiosa peligrosa y delincuente.
Mayor Oreja, en un alarde de cinismo político, respaldó las acusaciones de Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, que apuntan que el Ejecutivo está espiando y utilizando los instrumentos del Estado contra los populares, y cree que Zapatero está intentando tapar con ello la crisis y alejarse de la responsabilidad de la misma con el fin de evitar que el PP sea alternativa en las generales de 2012.
La arremetida de Jaime Mayor Oreja viene a confirmar cual será la política del Partido Popular si gana las elecciones de 2012, sembrar de pánico y discordia a toda España, arremeter contra jueces, fiscales y policías, para conseguir el objetivo fundamental, distraer de la atención pública de la trama mafiosa de la operación Gürtel, que puede significar como mínimo la caida de la actual dirección del Partido Popular, y como máximo la necesidad de una refundación del partido incluso con otro nombre. A este paso ya están como Herri Batasuna, que ha tenido que cambiar de nombre siete veces en Euskadi. Los conservadores españoles sólo llevan tres cambios, Alianza Popular, Coalición Popular y Partido Popular, pero de seguir así igual alcanzan a los independentistas vascos en sus constantes cambios de siglas y membretes partidarios.
Pero resulta cuando menos saludable recordar cual ha sido la senda tenebrosa de Mayor Oreja incluso en relación a la lucha antiterrorista. Es curioso, incluso sospechoso, y diría que hasta indignante, que los hermanos de Jaime Mayor Oreja, Carlos y José María, sean los máximos accionistas de una importante empresa de seguridad privada que entre otras cuestiones de seguridad se dedica a contratar escoltas para políticos y cargos públicos en el País Vasco.
En febrero de 2002, poco después de haber abandonado el ministerio de Interior para preparar su carrera a las presidencia del País Vasco, Mayor Oreja apeló a un daño en su honor para interponer una demanda civil contra el dirigente del PNV Javier Arzalluz. El peneuvista había denunciado que la familia del popular tenía intereses en el sector de las empresas de seguridad privada y relacionaba esta circunstancia con la negativa de Interior a negociar con el Gobierno vasco la ampliación de la plantilla de la Ertzaintza para proteger a los amenazados por terrorismo. … y perdió una querella en el Juzgado de Primera Instancia de Álava y después la Audiencia Provincial de Alava también desestimó la demanda al considerar que no se había quebrado el derecho al honor de Mayor Oreja, entre otras cosas “porque las imputaciones son veraces, por haber sido indagadas con suficiente diligencia”. Los jueces dieron por probada la participación del ministro de Interior en Eulen, compañía que gestiona empresas de seguridad privada, y detallaron las vinculaciones societarias de sus hermanos José María y Carlos en otras empresas de seguridad. Mayor Oreja y también Mariano Rajoy, que como su sucesor en Interior le había secundado en aquella demanda, tuvieron que pagar las costas procesales. Mayor Oreja insistió e interpuso un recurso de casación ante el Tribunal Supremo que fue desestimado por la máxima instancia judicial.“En el curso del procedimiento se consideró probado que los demandantes, miembros de la familia Mayor Oreja, habían pertenecido como apoderados, administradores o accionistas, a diversas compañías de seguridad privada y que en el momento de presentarse la demanda aún seguían ostentando cargos en las mismas u otras empresas”, confirmó el Tribunal Supremo.
El Grupo Eulen, empresa de seguridad privada, se dedica entre otras actividades en el campo de vigilantes de seguridad, a la contratación de escoltas privados, guardas particulares del campo, vigilantes de explosivos, obtención de licencia de armas largas rayadas, entre otras actividades relacionadas con la seguridad privada.
El Gobierno del PP fue el mejor cliente de las empresas de seguridad privada durante los mandatos de José María Aznar. Ésta es la principal conclusión del análisis de las cifras de facturación de los 15 ministerios, que superan los 700 millones de euros durante el mandato aznarista. En contra de lo que pudiera pensarse, este gasto no se justifica por el pago a escoltas que protegen a los amenazados por ETA, ya que este capítulo sólo equivale al 2,5 por ciento del total gastado entre 1996 y 2001. El ministerio preferido por las compañías de seguridad fue el de Fomento de Álvarez Cascos, cuyo departamento asumió más del 40 por ciento de las adjudicaciones de la Administración central.
Lo que no se sabía hasta el momento es que el Gobierno que presidía Aznar fue su mejor cliente, ya que desde 1996 ha gastado más de 700 millones de euros (116.500 millones de pesetas) en adjudicaciones a empresas de seguridad privada. En contra de lo que pudiera pensarse, no es el Ministerio del Interior el que realizó un mayor desembolso, sino el de Fomento. De hecho, el coste de los escoltas dedicados a proteger a las personas amenazadas por ETA no llega a 18 millones de euros durante dicho periodo, lo que supone un 2,5 por ciento del total gastado en seguridad privada.
Los datos fueron facilitados en su día por el propio Gobierno aznarista en respuestas parlamentarias a los diputados socialistas Ángel Martínez Sanjuán y Victorino Mayoral, quienes denunciaron en numerosas ocasiones el proceso de privatización de la seguridad que se produjo durante el mandato de Aznar
Las estadísticas oficiales muestran importantes variaciones anuales, que en gran parte se explican por el hecho de que muchos contratos se adjudican por periodos de tiempo superiores a un año, pero hay un dato incontestable: el Gobierno del PP gastó como media cerca de 120 millones de euros anuales entre 1996 y 2001.
Esta cifra ya resulta llamativa pero en realidad es todavía mas elevada. La explicación es que algunos ministerios no han incluido en sus respuestas parlamentarias las adjudicaciones realizadas por las delegaciones provinciales y organismos dependientes, es el caso de Justicia, que simplemente aportó los datos de sus servicios centrales. Por esta razón aparece como uno de los departamentos con menor gasto en seguridad privada, cuando debería figurar entre los que más dinero dedican a este capitulo. Otros organismos, como la Agencia Estatal de la Administración Tributaria ( AEAT ), omitieron la información sobre 2001. El análisis de los datos facilitados permite concluir que hay diez empresas que, desde 1996, han recibido adjudicaciones por importe superior a 20 millones de euros (más de 3.325 millones de pesetas). El grupo está encabezado por Segur Ibérica, con 126 millones de euros, seguida por Prosegur, con 67,4 millones
Pero existe una importante diferencia entre ambas: mientras que Segur Ibérica ha recibido adjudicaciones de 14 de los 15 ministerios (la excepción es Interior), en el caso de Prosegur el 80 por ciento de sus ingresos proceden de Fomento.
Las dos empresas de seguridad en las que en su día desempeñó cargos de alta dirección José María Mayor Oreja, hermano del ex ministro del Interior, también aparecen en el selecto grupo. Prosesa, que en la actualidad opera bajo el nombre comercial de Eulen Seguridad, recibió adjudicaciones por importe de 43,9 millones de euros. De ellos, algo más de cinco millones proceden de contratos firmados con Interior durante el año 2001, fecha en que Jaime Mayor Oreja dejó el puesto para presentarse como candidato en las elecciones autonómicas vascas.
En muchas tertulias de Euskadi se comenta presuntamente que a la familia de Mayor Oreja no le interesa la desaparición de ETA, porque eso significaría la desaparición de la necesidad de contratar escoltas. Cuando leo cosas como estas me echo a temblar. En manos de quienes hemos estado durante dos legislaturas. Y lo terrible es que podamos volver a estar en manos de estos facinerosos.
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lunes, 7 de febrero de 2011
DEBATE SOBRE EUROPA EN LA REAL SOCIEDAD ECONOMICA DE AMIGOS DEL PAIS
LA REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE GRAN CANARIA Programa
LAS CLAVES DE NUESTRO TIEMPO
Martes, 8 de febrero de 2011, a las 20:00 horas, en la sede de la RSE
DEBATE SOBRE EL LIBRO
“¡ AY EUROPA!”
DE JURGEN HABERMAS
INTRODUCCIÓN AL DEBATE A CARGO DE
Ilmo. Sr. D. OSCAR BERGASA PERDOMO, Economista, Ex Profesor Titular de Economía de la ULPGC, Ex Consejero de la Comunidad Autónoma de Canarias y Diputado en el Congreso Español, Investigador, autor de diversos libros y Directivo de esta Real Sociedad Económica.
Sita en Plaza de la Real Sociedad Económica Amigos del País Nº 1, 1º, (al final de la c/ Mendizábal, principio de los Balcones) Tfno.: 928 334341 email: rseapgc@rseapgc.com
LAS CLAVES DE NUESTRO TIEMPO
Martes, 8 de febrero de 2011, a las 20:00 horas, en la sede de la RSE
DEBATE SOBRE EL LIBRO
“¡ AY EUROPA!”
DE JURGEN HABERMAS
INTRODUCCIÓN AL DEBATE A CARGO DE
Ilmo. Sr. D. OSCAR BERGASA PERDOMO, Economista, Ex Profesor Titular de Economía de la ULPGC, Ex Consejero de la Comunidad Autónoma de Canarias y Diputado en el Congreso Español, Investigador, autor de diversos libros y Directivo de esta Real Sociedad Económica.
Sita en Plaza de la Real Sociedad Económica Amigos del País Nº 1, 1º, (al final de la c/ Mendizábal, principio de los Balcones) Tfno.: 928 334341 email: rseapgc@rseapgc.com
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viernes, 4 de febrero de 2011
Defensores y detractores de la Unión Monetaria
JUAN FRANCISCO MARTÍN SECO
Público
Hace 12, 15 años quizá, cuando estaba a punto de constituirse la Unión Monetaria, este proyecto contaba en España con defensores (casi todos) y detractores (muy pocos). Los primeros enumeraban las ventajas que se seguirían de su realización: convergencia en las tasas de inflación, homogeneidad en los tipos de interés y desaparición de las
tormentas financieras.
Pues bien, después de 11 años de funcionamiento podemos ya afirmar que ninguna de ellas se ha cumplido. Las tasas de inflación han sido muy distintas entre los países miembros. Valga como ejemplo que, desde la constitución del euro hasta el comienzo de la crisis (2007), los precios crecieron en España 17 puntos más que en Alemania, lo que no debería extrañarnos, ya que ocurrió lo mismo en el pasado con el Sistema Monetario Europeo. Tampoco hay convergencia en los tipos de interés, sólo hay que ver el que se está pagando por los bonos alemanes y por la deuda griega. Las tormentas financieras están, desde luego, ausentes de los mercados de divisas, al contar los países europeos con la misma moneda; pero se han trasladado a los de la deuda pública y privada. No se apuesta en contra de una divisa, pero sí a favor de que el CDS (Credit Default Swaps, la permuta de incumplimiento crediticio) de un país se incremente.
Por el contrario, las previsiones que hacíamos los detractores parecen estar cumpliéndose en su totalidad:
1) que un sistema de tipo de cambio fijo, y tanto más una moneda única, es incompatible con la libre circulación de capitales; 2) que una unión monetaria no es viable sin unión política; y 3) que en momentos de crisis la imposibilidad de devaluar trasladará el ajuste del campo monetario al real con los consiguientes efectos negativos: recesión, incremento del desempleo y reducción salarial. La devaluación empobrece por igual a todos los habitantes de un país frente al exterior, mientras que el ajuste en la economía real arruina principalmente a los trabajadores y a las clases bajas, no sólo frente al exterior, sino en relación con el resto del país, es decir, con los que además se beneficiaron en el pasado del establecimiento de la moneda única. La Unión Monetaria ha servido únicamente para librar a empresarios y banqueros del riesgo del tipo de cambio. Pero ese riesgo, que debería asumirse individualmente en consonancia con los beneficios esperados, se ha hecho colectivo, se ha socializado. Los beneficios no, claro.
Juan Francisco Martín Seco es economista
Público
Hace 12, 15 años quizá, cuando estaba a punto de constituirse la Unión Monetaria, este proyecto contaba en España con defensores (casi todos) y detractores (muy pocos). Los primeros enumeraban las ventajas que se seguirían de su realización: convergencia en las tasas de inflación, homogeneidad en los tipos de interés y desaparición de las
tormentas financieras.
Pues bien, después de 11 años de funcionamiento podemos ya afirmar que ninguna de ellas se ha cumplido. Las tasas de inflación han sido muy distintas entre los países miembros. Valga como ejemplo que, desde la constitución del euro hasta el comienzo de la crisis (2007), los precios crecieron en España 17 puntos más que en Alemania, lo que no debería extrañarnos, ya que ocurrió lo mismo en el pasado con el Sistema Monetario Europeo. Tampoco hay convergencia en los tipos de interés, sólo hay que ver el que se está pagando por los bonos alemanes y por la deuda griega. Las tormentas financieras están, desde luego, ausentes de los mercados de divisas, al contar los países europeos con la misma moneda; pero se han trasladado a los de la deuda pública y privada. No se apuesta en contra de una divisa, pero sí a favor de que el CDS (Credit Default Swaps, la permuta de incumplimiento crediticio) de un país se incremente.
Por el contrario, las previsiones que hacíamos los detractores parecen estar cumpliéndose en su totalidad:
1) que un sistema de tipo de cambio fijo, y tanto más una moneda única, es incompatible con la libre circulación de capitales; 2) que una unión monetaria no es viable sin unión política; y 3) que en momentos de crisis la imposibilidad de devaluar trasladará el ajuste del campo monetario al real con los consiguientes efectos negativos: recesión, incremento del desempleo y reducción salarial. La devaluación empobrece por igual a todos los habitantes de un país frente al exterior, mientras que el ajuste en la economía real arruina principalmente a los trabajadores y a las clases bajas, no sólo frente al exterior, sino en relación con el resto del país, es decir, con los que además se beneficiaron en el pasado del establecimiento de la moneda única. La Unión Monetaria ha servido únicamente para librar a empresarios y banqueros del riesgo del tipo de cambio. Pero ese riesgo, que debería asumirse individualmente en consonancia con los beneficios esperados, se ha hecho colectivo, se ha socializado. Los beneficios no, claro.
Juan Francisco Martín Seco es economista
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miércoles, 2 de febrero de 2011
Derecha política y mediática creando enfermos mentales
PASCUAL SERRANO
La República
En plena era de la información, es estremecedor cómo se puede conseguir que amplios sectores de la opinión pública puedan terminar con una alteración tan impresionante de la realidad. En Venezuela, lo llaman disociación psicótica y consistiría en un proceso mental por el cual se crea en el subconsciente del individuo una realidad ficticia en la que todos los males, todo lo malo que sucede proviene de una sola causa o de una sola persona. La tesis que plantean los sectores afines al gobierno venezolano y al mantenimiento de la institucionalidad es que los medios de comunicación han sembrado ese modo de pensamiento, de tal modo que responsabilizan de forma patológica a Hugo Chávez y al gobierno venezolano de todo lo malo que sucede, perdiendo así cualquier capacidad de análisis racional de la realidad. Lo curioso es que no es sólo en Venezuela donde sucede esto. En Estados Unidos se trata de una forma de pensamiento que no parece de aumentar en la ultraderecha política y mediática.
El 6 de marzo de 2003 la miembro de la Cámaras de Representantes de Texas Debbie Riddle en una entrevista para el periódico El Paso Times afirmaba: "¿De dónde proviene esta idea de que todo el mundo merece una educación gratuita, atención médica gratuita, libre de lo que sea? Viene de Moscú, de Rusia. Viene directamente de la boca del infierno. Y es hábilmente disfrazada como una idea de gente de tierno corazón. Nada de corazón tierno. Es que rasga el corazón de este país "1. El profesor de Historia en la Universidad de Houston Robert Zaretsky recordaba que la citada congresista republicana planteó a principios de 2010 lo que llamó el problema de los “terroristas en pantalones cortos”. Según ella, habría mujeres enviadas por terroristas que cruzarían la frontera para ir a dar a luz a sus hijos en suelo estadounidense. Una vez crecidos, esos “agentes dormidos” pasarían a la acción con el objetivo de sembrar el caos en Estados Unidos.
No se trata de una paranoia exclusiva de Riddle, otro miembro por Texas de la Cámara de Representantes, Louie Gohmert, afirmó en un discurso pronunciado en la Cámara en junio de 2010 que un ex agente del FBI le había hablado de los "terror baby". Según explicó más tarde en una entrevista en Fox Business News, conoció en un avión a un pasajero con un familiar perteneciente a Hamas que le contó que éste tenía intención de conseguir que un nieto suyo naciera en Estados Unidos.3 En la entrevista, Gohmert afirmó que las mujeres embarazadas viajan desde Oriente Medio a EE.UU. con visas de turista con la intención de dar a luz en Estados Unidos y conseguir así para sus hijos la ciudadanía estadounidense. Según Gohmert, después el niño volvería al país de origen de la madre donde se entrenaría con terroristas con el objetivo de entrar después en Estados Unidos. Cuando el periodista le pidió que aportara pruebas de ello , Gohmert se limitó a indicar un artículo del Washington Post 4 que describía lo que denominan el turismo de nacimiento ("birth tourism"). Se trataba de la existencia de paquetes turísticos, en especial para ciudadanos chinos, con el objetivo de que la “turista” embarazada tuviera a su hijo en territorio estadounidense. Aquello fue descrito por el político republicano como un "enorme agujero en la seguridad de nuestro país". Preguntado por la relación de eso con los niños terroristas, afirmó: "Si usted no cree que esto es una prueba, tienes que creer que los terroristas son más tontos de lo que estas personas emprendedoras".5 El asunto fue tan absurdo que provocó una parodia en The Daily Show6, pero sin duda, vistos los hábitos electorales, no faltarían ciudadanos que compartieran la tesis de Gohmert.
La paranoia política de la ultraderecha tiene su correspondiente brazo mediático. El profesor de literatura de la Universidad de Illinois Walter Benn Michaels cuenta7 que, en el verano del pasado año, surgió una controversia entre dos “estrellas” de la derecha estadounidense en la cadena Fox en torno a la pregunta ¿Cuál es el enemigo más peligroso de Estados Unidos? El primero de ellos, Bill O'Reilly, responde lo previsible: Al Qaeda. Pero el otro periodista, Glenn Beck afirmó: “no son los yihadistas los que 'tratan de destruir nuestro país', sino 'los comunistas'”. Puede pensarse que Beck sólo reaccionó mediante el resorte mental característico de la guerra fría, pero nació en 1964, no pudo conocer ese periodo con pleno uso de razón. Por otro lado, Beck no es un presentador minoritario. En 2009 su programa fue uno de los de mayor audiencia de noticias comentadas en la televisión por cable, con ocho millones de espectadores. En programas de otros canales, como la ABC, fue seleccionado por el público como una de las “10 personas más fascinantes” de 20098. Y en 2010 The Times lo incluyó entre los cien líderes políticos más influyentes9.
Benn Michaels recuerda que en la lista de los best-sellers de Amazon, el ensayo político más vendido es Camino de servidumbre, del economista ultraconservador austríaco Friederich Hayek, fallecido en 1992. Una de las tesis del libro es que Cualquier política dirigida directamente a un ideal de justicia distributiva, es decir, a lo que alguien entienda como una distribución "más justa", tiene necesariamente que conducir a la destrucción del imperio de la ley.
En Estados Unidos se puede escuchar al periodista de radio de mayor audiencia del país, Rush Limbaugh, alertando contra los espías “comunistas” que “trabajan para Vladimir Putin”10.
El fenómeno, como era de prever, no se queda en Estados Unidos ni en Venezuela. En Italia, Silvio Berlusconi afirma que los comunistas le quieren eliminar11, a pesar de que los comunistas no tienen allí ni un sólo diputado nacional. En España, desde sectores mediáticos cercanos al gobierno intentan dar la señal de alarma sobre la paranoia de la derecha mediática12. Así lo denuncia el ex director adjunto de El País José María Izquierdo en su libro Los cornetas del apocalipsis, donde repasa algunas figuras de la derecha cavernaria española con sus “perlas” de análisis sobre la situación española y el gobierno Zapatero. Aunque valdría la pena recordarle al autor que es en su periódico donde más han sonado las cornetas de la apocalipsis hacia los gobiernos progresistas de América Latina. A ellos en España también se les une la Iglesia, la institución más antigua en el arte de sembrar la zozobra y la angustia. El obispo de Córdoba ha asegurado que la Unesco tiene un plan “para en los próximos años veinte años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual”13.
En cualquier caso, la inquietante conclusión es la angustia de comprobar que, con todas las posibilidades técnicas y periodísticas del siglo XXI, la demencia de algunos líderes políticos y el poder de algunas vías de difusión mediáticas consigan arrastrar a grandes sectores de la opinión pública hacia una psicosis, una disociación, que quién sabe hasta dónde nos puede llevar.
La República
En plena era de la información, es estremecedor cómo se puede conseguir que amplios sectores de la opinión pública puedan terminar con una alteración tan impresionante de la realidad. En Venezuela, lo llaman disociación psicótica y consistiría en un proceso mental por el cual se crea en el subconsciente del individuo una realidad ficticia en la que todos los males, todo lo malo que sucede proviene de una sola causa o de una sola persona. La tesis que plantean los sectores afines al gobierno venezolano y al mantenimiento de la institucionalidad es que los medios de comunicación han sembrado ese modo de pensamiento, de tal modo que responsabilizan de forma patológica a Hugo Chávez y al gobierno venezolano de todo lo malo que sucede, perdiendo así cualquier capacidad de análisis racional de la realidad. Lo curioso es que no es sólo en Venezuela donde sucede esto. En Estados Unidos se trata de una forma de pensamiento que no parece de aumentar en la ultraderecha política y mediática.
El 6 de marzo de 2003 la miembro de la Cámaras de Representantes de Texas Debbie Riddle en una entrevista para el periódico El Paso Times afirmaba: "¿De dónde proviene esta idea de que todo el mundo merece una educación gratuita, atención médica gratuita, libre de lo que sea? Viene de Moscú, de Rusia. Viene directamente de la boca del infierno. Y es hábilmente disfrazada como una idea de gente de tierno corazón. Nada de corazón tierno. Es que rasga el corazón de este país "1. El profesor de Historia en la Universidad de Houston Robert Zaretsky recordaba que la citada congresista republicana planteó a principios de 2010 lo que llamó el problema de los “terroristas en pantalones cortos”. Según ella, habría mujeres enviadas por terroristas que cruzarían la frontera para ir a dar a luz a sus hijos en suelo estadounidense. Una vez crecidos, esos “agentes dormidos” pasarían a la acción con el objetivo de sembrar el caos en Estados Unidos.
No se trata de una paranoia exclusiva de Riddle, otro miembro por Texas de la Cámara de Representantes, Louie Gohmert, afirmó en un discurso pronunciado en la Cámara en junio de 2010 que un ex agente del FBI le había hablado de los "terror baby". Según explicó más tarde en una entrevista en Fox Business News, conoció en un avión a un pasajero con un familiar perteneciente a Hamas que le contó que éste tenía intención de conseguir que un nieto suyo naciera en Estados Unidos.3 En la entrevista, Gohmert afirmó que las mujeres embarazadas viajan desde Oriente Medio a EE.UU. con visas de turista con la intención de dar a luz en Estados Unidos y conseguir así para sus hijos la ciudadanía estadounidense. Según Gohmert, después el niño volvería al país de origen de la madre donde se entrenaría con terroristas con el objetivo de entrar después en Estados Unidos. Cuando el periodista le pidió que aportara pruebas de ello , Gohmert se limitó a indicar un artículo del Washington Post 4 que describía lo que denominan el turismo de nacimiento ("birth tourism"). Se trataba de la existencia de paquetes turísticos, en especial para ciudadanos chinos, con el objetivo de que la “turista” embarazada tuviera a su hijo en territorio estadounidense. Aquello fue descrito por el político republicano como un "enorme agujero en la seguridad de nuestro país". Preguntado por la relación de eso con los niños terroristas, afirmó: "Si usted no cree que esto es una prueba, tienes que creer que los terroristas son más tontos de lo que estas personas emprendedoras".5 El asunto fue tan absurdo que provocó una parodia en The Daily Show6, pero sin duda, vistos los hábitos electorales, no faltarían ciudadanos que compartieran la tesis de Gohmert.
La paranoia política de la ultraderecha tiene su correspondiente brazo mediático. El profesor de literatura de la Universidad de Illinois Walter Benn Michaels cuenta7 que, en el verano del pasado año, surgió una controversia entre dos “estrellas” de la derecha estadounidense en la cadena Fox en torno a la pregunta ¿Cuál es el enemigo más peligroso de Estados Unidos? El primero de ellos, Bill O'Reilly, responde lo previsible: Al Qaeda. Pero el otro periodista, Glenn Beck afirmó: “no son los yihadistas los que 'tratan de destruir nuestro país', sino 'los comunistas'”. Puede pensarse que Beck sólo reaccionó mediante el resorte mental característico de la guerra fría, pero nació en 1964, no pudo conocer ese periodo con pleno uso de razón. Por otro lado, Beck no es un presentador minoritario. En 2009 su programa fue uno de los de mayor audiencia de noticias comentadas en la televisión por cable, con ocho millones de espectadores. En programas de otros canales, como la ABC, fue seleccionado por el público como una de las “10 personas más fascinantes” de 20098. Y en 2010 The Times lo incluyó entre los cien líderes políticos más influyentes9.
Benn Michaels recuerda que en la lista de los best-sellers de Amazon, el ensayo político más vendido es Camino de servidumbre, del economista ultraconservador austríaco Friederich Hayek, fallecido en 1992. Una de las tesis del libro es que Cualquier política dirigida directamente a un ideal de justicia distributiva, es decir, a lo que alguien entienda como una distribución "más justa", tiene necesariamente que conducir a la destrucción del imperio de la ley.
En Estados Unidos se puede escuchar al periodista de radio de mayor audiencia del país, Rush Limbaugh, alertando contra los espías “comunistas” que “trabajan para Vladimir Putin”10.
El fenómeno, como era de prever, no se queda en Estados Unidos ni en Venezuela. En Italia, Silvio Berlusconi afirma que los comunistas le quieren eliminar11, a pesar de que los comunistas no tienen allí ni un sólo diputado nacional. En España, desde sectores mediáticos cercanos al gobierno intentan dar la señal de alarma sobre la paranoia de la derecha mediática12. Así lo denuncia el ex director adjunto de El País José María Izquierdo en su libro Los cornetas del apocalipsis, donde repasa algunas figuras de la derecha cavernaria española con sus “perlas” de análisis sobre la situación española y el gobierno Zapatero. Aunque valdría la pena recordarle al autor que es en su periódico donde más han sonado las cornetas de la apocalipsis hacia los gobiernos progresistas de América Latina. A ellos en España también se les une la Iglesia, la institución más antigua en el arte de sembrar la zozobra y la angustia. El obispo de Córdoba ha asegurado que la Unesco tiene un plan “para en los próximos años veinte años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual”13.
En cualquier caso, la inquietante conclusión es la angustia de comprobar que, con todas las posibilidades técnicas y periodísticas del siglo XXI, la demencia de algunos líderes políticos y el poder de algunas vías de difusión mediáticas consigan arrastrar a grandes sectores de la opinión pública hacia una psicosis, una disociación, que quién sabe hasta dónde nos puede llevar.
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martes, 1 de febrero de 2011
El año que viviremos peligrosamente
MICHAEL T. KLARE
TomDispatch.com
Preparaos para un año escabroso. Desde ahora los precios en aumento, las fuertes tormentas, las graves sequías e inundaciones y otros eventos inesperados pueden causar estragos en el tejido de la sociedad global, produciendo caos e inquietud política. Comencemos por un hecho simple: los precios de los alimentos básicos ya se acercan o exceden de sus niveles máximos en 2008, el año en el qu estallaron fuertes disturbios en docenas de países de todo el mundo.
Por lo tanto no es sorprendente que los expertos en alimentos y energía comiencen a advertir de que 2011 podría ser el año en el que viviremos peligrosamente, y lo mismo podría ser en 2012, 2013, etc., en el futuro. Hay que añadir los costes disparados de los granos que mantienen viva a tanta gente empobrecida, un aumento similar de los precios del petróleo -que de nuevo se acercan a niveles no vistos desde los meses de punta de 2008–, y ya se pueden escuchar los primeros ruidos del peligro inminente de que colapse la débil recuperación económica. Y esos crecientes precios de la energía agregan más leña al descontento global.
Los precios de los alimentos, combinados con inmensos niveles de desempleo juvenil y una profunda desconfianza hacia gobiernos autocráticos y represores, han provocado disturbios y protestas masivas en Túnez que, para sorpresa del mundo, expulsó al presidente dictador Zine al-Abidine Ben Alí y a su corrupta familia. Y muchas de las tensiones sociales evidentes en ese país están presentes en todo Oriente Medio y en otros sitios. Nadie puede predecir dónde ocurrirá la próxima explosión, pero con el continuo aumento de los precios de los alimentos y otras presiones económicas, parece inevitable que haya más levantamientos. Puede que sean las primeras revueltas por recursos que capten nuestra atención, pero no serán las últimas.
En pocas palabras, los modelos de consumo global comienzan ahora a desafiar los límites de los recursos naturales del planeta. Las poblaciones siguen aumentando y de Brasil a India, de Turquía a China, también aparecen nuevas potencias. Con ellas viene la avidez por una vida más semejante a la estadounidense. No es sorprendente que la demanda de materias primas básicas esté aumentando significativamente, incluso mientras los suministros disminuyen en muchos casos. Al mismo tiempo el cambio climático, que en sí es un producto del uso desenfrenado de la energía, se agrega a la presión sobre suministros, y los especuladores apuestan a una tendencia progresivamente peor de la situación. Si se suman todos estos factores, el camino futuro aparece cada vez más escabroso.
Paneras sin pan
Comencemos por los alimentos, la materia prima más importante y volátil. Los precios de los alimentos disminuyeron en octubre de 2008, después del comienzo de la crisis financiera global, pero parece que fue una anomalía. El índice global del precio de los alimentos de diciembre de 2010, elaborado por la Organización de Agricultura y Alimentos (FAO) de la ONU, llegó a un récord de 215, un punto más que en la primavera de 2008. (En ese índice, basado en un “paquete” de alimentos básicos, una base de 100 representa los precios medios del período 2002-2004.) De hecho, algunos productos alimentarios, incluidos el azúcar, aceites comestibles y grasas, se venden ahora a precios sustancialmente superiores a los de 2008; otros, incluidos los productos lácteos, granos, y carne, se acercan peligrosamente a niveles récord.
Al comenzar el año 2011, los expertos en alimentos temen que, en pocos meses, los precios de los alimentos básicos aumenten por encima de umbral de 2008 y permanezcan allí, causando extremas penurias a gente pobre en todo el mundo. “Estamos a un nivel muy elevado”, dijo, preocupado Abdolreza Abbassian, economista de la FAO. “Estos niveles condujeron en el período anterior a problemas y disturbios en todo el mundo”.
Abbassian y sus colegas están especialmente preocupados por el aumento del coste del maíz, el arroz, y el trigo, los cultivos principales para miles de millones de personas en muchos de los países más pobres. Según la FAO, a finales de 2010, los precios internacionales de maíz y trigo ya se acercaron a su nivel máximo de 2008 (unos 260 y 340 dólares por tonelada métrica, respectivamente).
Los analistas atribuyen el aumento en los precios de granos a la creciente demanda en las naciones desarrolladas y en desarrollo, junto a una serie de eventos catastróficos relacionados con el clima y la especulación por parte de los inversores. Una extrema sequía y feroces incendios destruyeron el verano pasado un gran porcentaje de la cosecha de trigo en Rusia y Ucrania, mientras fuertes inundaciones en India y la inundación de un 20% de Pakistán dañaron partes importantes de la producción de granos de esos países. Al mismo tiempo, un clima inusualmente cálido y seco limitó la producción en una serie de áreas agrícolas cruciales.
Lo que hace tan preocupante el panorama actual son las señales de que la severidad y la frecuencia de sucesos meteorológicos extremos parecen estar aumentando. Sólo en las últimas semanas varios sucesos semejantes apuntan a serios problemas de suministro en el futuro. Los más significativos han sido las lluvias e inundaciones sin precedentes en Australia, que sumergieron un área más del doble de tamaño que California, causando estragos significativos en los cultivos de trigo. Australia es uno de los principales productores de trigo del mundo. Condiciones inusualmente secas en la región central de EE.UU. y Argentina también sugieren futuros problemas en la producción de granos y maíz. Es demasiado temprano para predecir el tamaño de las cosechas de granos y maíz de este año, pero muchos analistas advierten de que habrá una escasez de suministros, junto con altísimos precios.
Los analistas de las tendencias dominantes y los funcionarios gubernamentales se muestran reacios a atribuir este atropellamiento de sucesos climáticos extremos al calentamiento global. Inmensas variaciones en las precipitaciones pueden ser normales, especialmente en sitios como Australia, susceptibles a oscilaciones de la temperatura del océano como El Niño/La Niña, y los políticos temen asumir la responsabilidad de un problema tan masivo como el cambio climático. Pero la teoría del cambio climático ha sugerido hace tiempo que la tendencia al calentamiento –2010 empató con 2005 como año más caluroso registrado y nueve de los diez años más calurosos han tenido lugar en la última década– vendrá acompañada por un aumento en la frecuencia y severidad de las tormentas. Es difícil escapar a la conclusión de que los recientes sucesos, incluidas las inundaciones australianas, están vinculados al aumento de las temperaturas globales.
Vuelve la crisis de la energía
Los crecientes precios de los alimentos están siendo impulsados por inversiones especulativas así como por el aumento del precio del petróleo. En parte como respuesta a la disminución del valor del dólar, algunos inversionistas están colocando su dinero en futuros alimentarios (junto con el dólar y la plata) como un seguro especulativo. Al mismo tiempo el precio del petróleo se mueve hacia la marca de 100 dólares, haciendo que sea cada vez más rentable para los agricultores que pasen de la producción de maíz para el consumo humano a producirlo para fabricar etanol, lo que a su vez reduce la cantidad de superficie agrícola dedicada a los alimentos básicos. El petróleo tendría que caer por debajo de 50 dólares por barril para que el cultivo de maíz como producto alimentario sea competitivo con la producción de etanol –y no es probable que eso suceda-. Por lo tanto, incluso si se produce más maíz este año, habrá menos disponible para fines alimentarios y el precio de lo que quede tenderá a subir.
El precipitado aumento de los precios del petróleo ha sorprendido a los expertos. No hace mucho, el Departamento de Energía de EE.UU. (DoE) proyectaba una banda de fluctuación de precios entre 70 y 80 dólares por barril en 2011, pero al comenzar el año el petróleo ya empezó a venderse a más de 90 dólares el barril y algunos analistas predicen que llegará a 100 dólares antes de fin de año. Algunos hablan incluso de 150 dólares el barril y de precios de gasolina en la gasolinera de 4 dólares o más. Si los precios suben por encima de 100 dólares, los gastos de consumo globales podrían sufrir otra caída vertical.
“Los precios del petróleo entran en una zona peligrosa para la economía global”, dice Fatih Birol, economista jefe de la Agencia Internacional de Energía (IEA). “Las facturas por importación de petróleo se están convirtiendo en una amenaza para la recuperación económica”.
Como en el caso de los alimentos, el creciente coste del petróleo es producto de la creciente demanda, suministro insuficiente e inversiones especulativas. Según las últimas proyecciones de la IEA, el consumo global diario de petróleo en 2011 será de un promedio de 87,4 millones de barriles, un aumento de cerca de dos millones de barriles en comparación con el primer trimestre de 2010. Gran parte de la demanda adicional proviene de China, donde una nueva clase media compra automóviles a un ritmo récord, así como de EE.UU., donde los consumidores hasta ahora cautelosos vuelven lentamente a sus costumbres de conducción previas a 2008.
En días en los que la industria petrolera vive tasas de producción en decadencia en muchos campos petrolíferos existentes y descubre que es cada vez más difícil aumentar la producción, incluso dos millones de barriles adicionales por día podrían representar una imponente amenaza (y se espera más demanda en los próximos años). En EE.UU., por ejemplo, se ponen muchas esperanzas en la exploración petrolera en las aguas profundas del Golfo de México y mar adentro en Alaska, pero después del desastre de BP, ésta parece una perspectiva vana. La producción en México y en el Mar del Norte, dos sitios preferidos en los últimos años, enfrenta una aguda disminución, mientras otros productores claves, incluidos los de oriente Medio, se esfuerzan por mantener los actuales niveles de producción en los campos existentes.
Muchos analistas de la energía creen que el mundo se encuentra (o pronto llegará) en el pico del petróleo –el momento en el cual la producción global de petróleo llega a un máximo nivel diario sustentable y comienza una disminución irreversible a largo plazo-. Otros afirman que siguen siendo posibles mayores niveles de producción. Sea cual sea la realidad, en este momento la industria petrolera descubre que cada vez es más difícil, e incluso más costoso, aumentar la producción por encima de los niveles actuales. Esto, combinado, con la insaciable demanda, hace que los precios suban a las nubes.
En estas circunstancias, a los especuladores los vuelve a atraer el mercado petrolero como una apuesta bastante interesante. Tales especuladores ayudaron a aumentar los precios del petróleo a un récord de 147 dólares por barril en 2008, pero huyeron del mercado cuando los precios se derrumbaron al orientarse la economía estadounidense hacia la catástrofe. Ahora vuelven. “Los fondos de alto riesgo y los inversionistas privados están comprando instrumentos financieros vinculados al precio del crudo, y al hacerlo ayudan a aumentar los precios del petróleo”, informó el Wall Street Journal a finales de diciembre.
La mayoría de los analistas espera un aumento de los precios durante esta primavera o verano cuando los automovilistas estadounidenses vuelvan a las calles. “Tendremos una recuperación primaveral que nos llevará a entre 3,10 y 3,50 dólares por galón de gasolina en las estaciones de servicio de EE.UU.”, predijo Tom Kloza, analista petrolero jefe de Oil Price Information Service.
El aumento del precio de la gasolina, a su vez, afectará a los consumidores precisamente cuando muestran señales de volver a abrir sus billeteras. No menos preocupante es que países importadores de petróleo como EE.UU., Japón, y muchos de Europa, se enfrentarán a facturas crecientes por las importaciones de combustible, debilitando aún más unas economías que ya padecen una profunda debilidad.
Según algunos cálculos, los precios del petróleo agregaron otros 72.000 millones de dólares al gigantesco déficit de la balanza de pagos del año pasado. Europa tuvo que pagar otros 70.000 millones de dólares adicionales por el petróleo importado y Japón 27.000 millones. “Es una historia muy significativa”, dice Fatih Birol de la IEA sobre los últimos datos del precio del petróleo. “2010 hizo sonar las primeras campanas de alarma y los niveles de precio de 2011 podrían llevarnos a la misma crisis financiera que vimos en 2008”.
Aumentos de los precios de los alimentos que llevan a disturbios, protestas, y revueltas, crecientes precios del petróleo, un inmenso desempleo mundial y una recuperación colapsada. Todo parece el conjunto perfecto de condiciones previas para un tsunami global de inestabilidad y turbulencia. Sucesos como los de Argelia y Túnez nos dan sólo una idea de lo que podría parecer ese remolino, pero dónde y cómo volverán a estallar, y de qué forma, es una incógnita. Pero estamos seguros que todavía no hemos visto cómo podrían ser las revueltas por los recursos que, en los próximos años, podrían alcanzar una intensidad que apenas podemos imaginar en la actualidad.
Michael T. Klare es profesor de estudios de Paz y Seguridad Mundial en el Hampshire College. Su último libro es Rising Powers, Shrinking Planet: The New Geopolitics of Energy (Metropolitan Books).
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