lunes, 9 de mayo de 2011

Camps y el abuelo de Zapatero


RAFAEL GONZÁLEZ MORERA



El Partido Popular está cada vez más metido en el pantano cenagoso de las mentiras. Ahora en la recta final de la campaña electoral incluso ha llegado a los insultos gravísimos. El penúltimo (estamos convencidos de qué vendrán más, y más gordos si se esmeran un poco) ha sido el que le ha dedicado Francisco Camps, presidente de la CA de Valencia, a José Luis Rodríguez Zapatero, diciendo que todos los problemas que tiene el presidente (sic) se deben a que no gozó del cariño y de la ternura de su abuelo. Para recordatorio de los amables lectores, el abuelo de Zapatero, el capitán del Ejército Juan Rodríguez Lozano, fue fusilado por los franquistas en agosto de 1936, apenas un mes después del golpe de estado militar de Franco, y el motivo fue porque no quiso sumarse a la traición contra el Gobierno de la República.

Camps, así lo expresó, si pudo contar con la ternura y el cariño de sus abuelos y por eso cree que está empapado de amor por los demás. José Luis Rodríguez Zapatero nació 24 (venticuatro) años después del asesinato de su abuelo por las hordas fascistas, y no pudo conocerle.

Pero estamos seguros que los abuelos de Camps serían unas buenas personas, pero lo que es Francisco Camps es un mal bicho, que pronto será juzgado por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia, por robo de dinero público, cohecho, prevaricación y cuatro o cinco delitos más. Se necesita ser mala persona para recordarle a Zapatero que su abuelo fue fusilado por los franquistas por ser buena persona y leal al Gobierno democráticamente constituido.

Las barbaridades del Partido Popular salen a la luz todos los días. Ahora utilizan el problema terrorista en campaña política, y atacan al Tribunal Constitucional un día sí y otro también, todo porque no les gustó la votación (6-5) que legalizó a la coalición Bildu, de la izquierda abertzale de Euskadi. La anterior votación del Tribunal Supremo que frenó esta legalización y que fue 9 a 7 si qué le gustó a estos fascistas redomados. Qué cinismo. Los jueces son buenos si me gustan sus decisiones, y malos si van contra mi pensamiento único e intransferible.

Vamos a ver el juicio contra Francisco Camps que está al caer en Valencia, y muy pronto me dicen desde la capital del Turia. Y las cosas han empeorado mucho para Camps, porque ahora la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, Pilar de la Oliva, no es amiguita del alma de Camps, como si lo era el anterior presidente Juan Luis de la Rúa. De este modo la señora de la Oliva ha dado total libertad al juez instructor, Flors, para que también incluya en el juicio, aparte del los cuatro trajes, todos los delitos aportados por la Brigada de Anticorrupción y que apuntan a la empresa fantasma Forever Young, y a la mafia que encabeza Francisco Correa “Don Vito”, organizador de la trama Gürtel, y su segundo de a bordo Alvaro Pérez “El Bigotes”, y otra serie de colaboradores más. Junto a Camps también se sentarán en el banquillo Ricardo Costa, número dos del PP en Valencia, el Vicepresidente de la CA de Valencia, Vicente Rambla, y siete altos cargos colaboradores directos de Francisco Camps. Un panorama que le puede significar un zarpazo tremendo dentro de muy poco tiempo. Mientras espera sentarse en el banquillo, Francisco Camps se dedica a insultar a Zapatero, y a todas las víctimas del franquismo, que todavía están en fosas, cunetas, pozos, y otros lugares de la geografía española.

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