jueves, 31 de marzo de 2011

No hay negocio como el de la guerra

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PEPE ESCOBAR

Asia Times Online





Mentira, hipocresía, y programas secretos. De eso no habló el presidente de EE.UU., Barack Obama, cuando explicó su doctrina libia a EE.UU. y al mundo. La mente se aturde con tantos agujeros negros que engullen esta espléndida guerrita que no es una guerra (una “acción militar, limitada en el tiempo, limitada en su alcance”, según la Casa Blanca) – combinada con la incapacidad del pensamiento progresista de condenar, al mismo tiempo, la inclemencia del régimen de Gadafi y los bombardeos “humanitarios” anglo-franceses-estadounidenses.
La Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha funcionado como un caballo de Troya, al permitir que el consorcio anglo-francés-estadounidense –y la OTAN– se convirtieran en la fuerza aérea de la ONU en su apoyo a un levantamiento armado. Aparte de no tener nada que ver con la protección de civiles, esta acción es absolutamente ilegal en términos del derecho internacional. La fase final incorporada, como ya lo saben incluso niños africanos desnutridos, pero que nunca ha sido reconocida, es el cambio de régimen.

El teniente general Charles Bouchard de Canadá, comandante de la OTAN para Libia, podrá insistir todo lo que quiera en que la misión sólo se propone proteger civiles. Pero esos “civiles inocentes” que operan tanques y disparan Kalashnikovs como parte de un salvaje montón variopinto son en realidad soldados en una guerra civil – y el enfoque debe ser si la OTAN seguirá siendo desde ahora su fuerza aérea, siguiendo los pasos del consorcio anglo-francés-estadounidense. A propósito, la “coalición de los dispuestos” que combate contra Libia consiste de sólo 12 de los 28 miembros de la OTAN más Qatar. No tiene absolutamente nada que ver con una “comunidad internacional”.

El veredicto final sobre la zona de exclusión aérea acordada por la ONU tendrá que esperar a la emergencia de un gobierno “rebelde” y al fin de la guerra civil (si termina pronto). Entonces será posible analizar cómo se llegó a justificar el disparo de Tomahawks y los bombardeos; por qué civiles en Cirenaica fueron “protegidos” mientras los en Trípoli eran atacados con Tomahawks; qué tipo de grupo abigarrado de “rebeldes” era “salvado”; si todo el asunto fue legal para comenzar; cómo la resolución fue una cobertura para cambio de régimen; cómo el amorío entre los “revolucionarios” libios y Occidente podría terminar en un sangriento divorcio (recordad Afganistán); y qué protagonistas occidentales se pueden beneficiar inmensamente con la riqueza de una nueva Libia, unificada (o balcanizada).

Por el momento por lo menos, es fácil identificar a los logreros:

El Pentágono

El jerarca del Pentágono Robert Gates dijo este fin de semana, manteniendo una cara seria, que hay sólo tres regímenes opresivos en todo Medio Oriente: Irán, Siria y Libia. El Pentágono está eliminando al eslabón débil – Libia. Los otros fueron siempre partes cruciales de la lista de eliminación/de los malvados de los neoconservadores. Arabia Saudí, Yemen, Bahréin, etc., son modelos de democracia.

En cuando a esta guerra “ahora la ves, ahora no la ves”, el Pentágono se las arregla para librarla no una vez, sino dos. Comenzó con Africom – establecido bajo el gobierno de George W Bush, reforzado bajo Obama, y rechazado por numerosos gobiernos africanos, eruditos y organizaciones de derechos humanos. Ahora la guerra pasa a la OTAN, que es esencialmente la dirección del Pentágono sobre sus acólitos europeos.

Es la primera guerra africana de Africom, realizada hasta ahora por el general Carter Ham desde su cuartel en el no tan africano Stuttgart. Africom, como lo describe Horace Campbell, profesor de estudios africanos estadounidenses y de ciencias políticas en la Universidad Syracuse, es un engaño: “fundamentalmente es una fachada para contratistas militares de EE.UU. como Dyncorp, MPRI y KBR que operan en África. Los planificadores militares estadounidenses que se benefician con la puerta giratoria de la privatización de la guerra están deleitados por la oportunidad de otorgar credibilidad a Africom bajo la fachada de la intervención en Libia.”

Los Tomahawks de Africom también alcanzan –metafóricamente– a la Unión Africana (UA) que, a diferencia de la Liga Árabe, no puede ser comprada fácilmente por Occidente. Las petro-monarquías del Golfo Árabe aclamaron todas el bombardeo – pero no Egipto y Túnez. Sólo cinco países africanos no están subordinados a Africom; Libia es uno de ellos, junto con Sudán, la Costa de Marfil, Eritrea y Zimbabue.

OTAN

El plan general de la OTAN es controlar el Mediterráneo como un lago de la OTAN. Desde esta “óptica” (jerga del Pentágono) el Mediterráneo es infinitamente más importante actualmente como un teatro de operaciones bélicas que AfPak.

Solo tres de 20 naciones en o dentro del Mediterráneo no son miembros plenos de la OTAN o aliados con sus programas de “cooperación”: Libia, el Líbano y Siria. Que no quepa la menor duda: ahora le toca a Siria. El Líbano ya está sometido a un bloqueo de la OTAN desde 2006. Ahora un bloqueo también se aplica a Libia. EE.UU. –a través de la OTAN– está a punto de lograr la cuadratura del círculo.

Arabia Saudí

Perfecto. El rey Abdullah se libra de su eterno enemigo Gadafi. La Casa de Saud –de abyecta manera característica– hace lo imposible por beneficiar a Occidente. La atención de la opinión pública mundial es desviada de la invasión de Bahréin por los saudíes para aplastar un movimiento de protesta pacífico, pro democracia.

La Casa de Saud vendió la ficción de que “la Liga Árabe” en su conjunto votó por una zona de exclusión aérea. Es una mentira: de 22 miembros, hubo sólo 11 presentes en la votación; seis son miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), en el cual Arabia Saudí es el mandamás. La Casa de Saud sólo necesitó presionar a tres más. Siria y Argelia estaban en contra. Traducción: Sólo nueve de los 22 países árabes votaron por la zona de exclusión aérea.

Ahora Arabia Saudí incluso puede ordenar al jefe del GCC, Abdulrahman al-Attiyah, que diga, con cara seria: “el sistema libio ha perdido su legitimidad”. En cuando a la “legítima” Casa de Saud y los al-Khalifa en Bahréin, alguien debiera incorporarlos al Salón de la Fama Humanitaria.

Qatar

Los anfitriones de la Copa del Mundo futbolística en 2022 son expertos en cerrar un negocio. Sus Mirage ayudan a bombardear Libia mientras Doha se prepara para vender el petróleo de Libia oriental. Qatar se convirtió rápidamente en la primera nación árabe en reconocer a los “rebeldes” libios como único gobierno legítimo del país sólo un día después de asegurarse el negocio de la venta del petróleo.

Los ‘rebeldes’

A pesar de todas las dignas aspiraciones democráticas del movimiento juvenil libio, sucede que el grupo de oposición más organizado es el Frente Nacional por la Salvación de Libia – financiado durante años por la Casa de Saud, la CIA y los servicios de inteligencia franceses. El “Consejo Nacional de Transición Interino” rebelde es poco más que el buen Frente Nacional, más unos pocos desertores militares. Es la elite de los “civiles inocentes” que la “coalición” está “protegiendo”.

En el momento justo, el “Consejo Nacional de Transición Interino” consiguió un nuevo ministro de finanzas, el economista educado en EE.UU., Ali Tarhouni. Reveló que un grupo de países occidentales les dio crédito respaldado por el fondo soberano de Libia, y los británicos les permitieron tener acceso a 1.100 millones de dólares de los fondos de Gadafi. Esto significa que el consorcio anglo-francés-estadounidense –y ahora la OTAN– sólo tendrán que pagar por las bombas. En cuanto a timos bélicos éste es invaluable; Occidente utiliza el propio dinero de Libia para financiar a un montón de rebeldes oportunistas libios para combatir al gobierno libio. Y para colmo los estadounidenses, británicos y franceses sienten el amor por todos esos bombardeos. Los neoconservadores deben estarse pateando: ¿por qué al ex secretario adjunto de defensa de EE.UU., Paul Wolfowitz, no se le ocurrió algo semejante para Iraq 2003?

Los franceses

Oh la la, esto podría ser material para una novela de Proust. La principal pasarela de primavera en París es el desfile de modas del presidente Nicolas Sarkozy – un modelo de zona de exclusión aérea con accesorios de ataques aéreos Mirage/Rafale. Este desfile de modas fue ideado por Nouri Mesmari, ex jefe de protocolo de Gadafi, quien desertó a Francia en octubre de 2010. El servicio secreto italiano filtró a medios noticiosos seleccionados cómo lo hizo. El papel de la DGSE, el servicio secreto francés, lo ha explicado más o menos en el sitio pagado en la web Maghreb Confidential.

Esencialmente el coq au vin de la revuelta en Bengasi había estado hirviendo a fuego lento desde noviembre de 2010. Los cocineros fueron Mesmari, el coronel de la fuerza aérea Abdullah Gehani, y el servicio secreto francés. Mesmari era llamado “el WikiLeak libio”, porque delató virtualmente todos los secretos militares de Gadafi. Sarkozy lo adoró – furioso porque Gadafi había anulado jugosos contratos para comprar Rafales (para reemplazar sus Mirage que ahora son bombardeados) y plantas francesas de energía nuclear.

Eso explica por qué Sarkozy se ha mostrado tan agresivo para presentarse como el nuevo libertador árabe, fue el primer dirigente de una potencia europea en reconocer a los “rebeldes” (para molestia de muchos en la Unión Europea), y fue el primero en bombardear las fuerzas de Gadafi.

Esto deja al desnudo el papel del desvergonzado filósofo y especialista del autobombo, Bernard Henri-Levy, quien ahora se vanagloria frenéticamente en los medios del mundo de que llamó a Sarkozy desde Bengasi y despertó su vena humanitaria. O Levy es un mentecato, o es una conveniente cereza “intelectual” agregada al pastel de bombas prefabricado.

El terminator Sarkozy es incontenible. Acaba de advertir a todos y cada uno de los gobernantes árabes que enfrentan bombardeos al estilo de Libia si reprimen a manifestantes. Incluso dijo que “el próximo” es el de la Costa de Marfil. Exceptuando, claro está, a Bahréin y Yemen. En cuanto a EE.UU., está de nuevo apoyando un golpe militar (no funcionó con Omar “Jeque al-Tortura” Suleiman en Egipto, tal vez funcione en Libia).

Al-Qaida

Y vuelve a aparecer el tan conveniente espantajo. El consorcio anglo-francés-estadounidense –y ahora la OTAN– están (de nuevo) combatiendo junto a al-Qaida, representado por al-Qaida en el Magreb (AQM).

El dirigente rebelde libio Abdel-Hakim al-Hasidi –quien combatió junto a los talibanes en Afganistán– confirmó ampliamente a los medios italianos que reclutó personalmente a “unos 25” yihadistas del área de Derna en Libia oriental para combatir contra EE.UU. en Iraq; “ahora están en las primeras líneas en Adjabiya".

Esto después que el presidente de Chad, Idriss Deby, subrayara que AQM había atacado arsenales militares en Cirenaica y que ahora posee bastantes misiles tierra-aire. A principios de marzo, AQM apoyó públicamente a los “rebeldes”. El fantasma de Osama bin Laden debe estar sonriendo de oreja a oreja; una vez más consigue que el Pentágono haga su trabajo.

Los privatizadores del agua

Es posible que poca gente en Occidente sepa que Libia –junto con Egipto– se encuentra sobre el Sistema Acuífero de Piedra Arenisca de Nubia; es decir, un océano de agua fresca extremadamente valiosa. De modo que sí, esta guerra “ahora la ves, ahora no la ves” es una guerra crucial por el agua. El control del acuífero es invaluable – como en el “rescate” de valiosos recursos naturales de los “salvajes”.

Este Ductistán del Agua –enterrado en lo profundo del desierto a lo largo de 4.000 kilómetros– es el Gran Proyecto Fluvial Hecho por el Hombre (GMMRP), que Gadafi construyó por 25.000 millones de dólares sin pedir un solo centavo al FMI o al Banco Mundial (¡qué pésimo ejemplo para el mundo en desarrollo!). El GMMRP provee a Trípoli, Bengasi y a toda la costa libia. Científicos calculan que la cantidad de agua es el equivalente de 200 años de agua que fluye por el Nilo.

Hay que comparar esto con las así llamadas tres hermanas –Veolia (antes Vivendi), Suez Ondeo (antes Generale des Eaux) y Saur– las compañías francesas que controlan más de un 40% del mercado mundial del agua. Todos los ojos deben concentrarse imperativamente sobre si estos acueductos son bombardeados. Un panorama extremadamente posible es que si lo son, jugosos contratos “de reconstrucción” beneficiarán a Francia. Será el paso final para privatizar toda esa agua – por el momento gratuita. De la doctrina del choque a la doctrina del agua.

Bueno, ha sido sólo una breve lista de logreros – nadie sabe quién terminará por obtener el petróleo – y el gas natural. Mientras tanto el espectáculo (de los bombardeos) tiene que continuar. No hay negocio como el de la guerra.




Pepe Escobar es autor de “Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War” (Nimble Books, 2007) y “Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge”. Su último libro es “Obama does Globalistan” (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: pepeasia@yahoo.com.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria

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Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria
Decana de las de Canarias
Se complace en invitarle al Acto de Inauguración del Curso de Expertos de Gestión Aeronáutica y Aeroportuaria 2011, con la Conferencia Inaugural:
“EL Cambio Climático y el Transporte Aéreo”
Lunes, 4 de abril de 2011, a las 20:00 horas en la sede de la RSE
Conferenciante: Excmo. Sr. D. José Segura Clavell, Diputado del Congreso y Presidente de la Comisión Mixta Congreso-Senado para el estudio del Cambio Climático.
Plaza de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, Nº 1, 1º Planta; Sita: (al final de la c/ Mendizábal, principio de la C/ los Balcones)

lunes, 28 de marzo de 2011

Las andadas y andanzas de Lucas Bravo en Santa Brígida

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NOTA DEL PARTIDO SOCIALISTA DE SANTA BRIGIDA



Villa de Santa Brigida





Tras más de 4 años con las obras del parque urbano de Santa Brígida
paralizadas, el Alcalde anuncia ahora su próxima reanudación, sin aportar
información sobre la naturaleza de las obras, ni sobre su contenido técnico y jurídico.

En primer lugar, y que se sepa, hasta ahora el equipo de gobierno municipal no ha hecho otra cosa más que plegarse a las exigencias de la concesionaria adjudicataria de las obras. Este equipo de gobierno no ha puesto en marcha iniciativas coherentes para defender los intereses generales frente al abuso que supone tener paralizadas durante años uno de los espacios más centrales y esenciales del casco de la Villa: No se han iniciado acciones para rescindir el contrato ni para ejecutar las
fianzas o para penalizar la insoportable demora en su realización.

Todos sabemos que este es uno de los temas más importantes que debe afrontar el Ayuntamiento, y haciendo honor a ello se alcanzó el acuerdo entre todos los grupos municipales, y así se hizo público en su día, que para cualquier solución se debería contar previamente con todos, eso es algo razonable e imprescindible en un asunto como este.

Pues bien, ahora el Alcalde es quien en solitario, y sin contar siquiera con sus socios de gobierno, ni con su Concejal de Urbanismo, anuncia la reanudación de las obras.
¡Qué casualidad!, justo a dos meses de las elecciones anuncia la supuesta buena nueva después de varios años de parálisis y pasividad.

No hay ninguna entrada formal de documentos que aclaren las intenciones de la UTE Desde luego parece que es un anuncio solo verbal, no al Ayuntamiento, ni siquiera al equipo de gobierno, sino directamente al Alcalde, que ha incumplido su compromiso de tratar este tema con la con la presencia activa de todos los grupos municipales.

No sabemos que pide a cambio la concesionaria, ni se renuncia a sus reclamaciones patrimoniales. Lo que no se puede estar es a merced de las decisiones de la UTE concesionaria, el Ayuntamiento debe tener capacidad de iniciativa.

En este empeño de manipular las cosas y tratar de confundir a la gente, el Alcalde afirma que “las nuevas conclusiones a las que ha llegado su equipo técnico y jurídico, compartidas por los técnicos municipales, se ha estimado viable dicha reanudación”.
No hay repetimos informes técnicos, porque los hemos pedido y no están.

Esta pieza central y tan importante del casco de la villa merece otro tratamiento más serio.
Hay muchas cosas que se habrían podido hacer en estos años, al menos para que los perjuicios a los ciudadanos, y también a muchos establecimientos comerciales de la zona, no fueran tan graves. Hemos tenido que soportar, sin que el Ayuntamiento intentara nada, una estética horrorosa junto a nuestros viales, la más absoluta disfuncionalidad de las aceras y los espacios públicos para transitar, y una gran incomodad para el disfrute del centro del casco urbano.

Y estamos seguros de que incluso ahora se podrían tomar iniciativas para mejorar, aunque sea parcialmente, la estética y la funcionalidad de la zona. Pero eso hay que hacerlo bien, con el suficiente consenso, con la debida seguridad jurídica y con todas las garantías para el interés general. Lo que no se puede hacer es apresurarse ahora sólo por las necesidades electoralistas del Alcalde, y hacer las cosas mal, dando
la sensación de rendición a los intereses de la concesionaria.

Esta es una pieza clave para el futuro de Santa Brígida, y su desbloqueo y solución no puede ser fruto de la improvisación marcada por intereses tan parciales, y circunstancias tan inmediatas y coyunturales como la próxima convocatoria electoral.

El Plan General de Santa Brígida ya está en marcha, en muy poco tiempo ya
tendremos el documento para su aprobación inicial. No es sensato que ahora se trate de condicionar este instrumento a través de una especie de “pacto secreto” con la concesionaria interesada. Eso no quiere decir que no sea posible hacer nada hasta que se apruebe definitivamente el Plan General, pero lo lógico, y lo prudente, es no contradecir el modelo urbanístico que se trace para el casco al menos en el avance del Plan General, pues eso será fruto de una visión más amplia, mas general, de las necesidades y los problemas del municipio.

Además, todos sabemos que ante este asunto no se puede, ni se debe, poner en marcha ninguna iniciativa que no goce del consenso, la transparencia y las garantías necesarias para el interés general.

El Grupo Socialista del Ayuntamiento de Santa Brígida recuerda que otra cosa no es ni razonable ni viable, y el Alcalde lo sabe, de manera que lo que ahora debe hacer es rectificar, y no tratar de alimentar falsas expectativas solo con el objeto de señalar a sus adversarios justo antes de las elecciones, cuando al final se concluya lo evidente, es decir, que se trata sólo de fabulaciones para confundir a los ciudadanos y alimentarles falsas ilusiones que no pueden ser cumplidas.

domingo, 27 de marzo de 2011

Uranio empobrecido: una extraña forma de proteger civiles libios

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DAVID WILSON



Stop the War Coalition





“Los misiles que llevan puntas dotadas de uranio empobrecido se ajustan a la perfección a la descripción de bomba sucia… Yo diría que es el arma perfecta para asesinar a montones de gente.” Marion Falk, experta en física química (jubilada), Laboratorio Lawrence Livermore, California, EEUU.
En las primeras veinticuatro horas del ataque contra Libia, los B-2 de EEUU arrojaron 45 bombas de 2.000 libras de peso cada una [algo menos de 1.000 kilos]. Estas enormes bombas, junto con los misiles Cruise lanzados desde aviones y barcos británicos y franceses, contenían ojivas de uranio empobrecido.

El UE es el producto de desecho del proceso de enriquecimiento de uranio. Se utiliza en las armas y reactores nucleares. Debido a que es una sustancia muy pesada, 1,7 veces más densa que el plomo, es muy valorada en el ejército por su capacidad para atravesar vehículos blindados y edificios. Cuando un arma que lleva una punta de uranio empobrecido golpea un objeto sólido, como una parte de un tanque, penetra a través de él y después explota formando una nube candente de vapor. El vapor se asienta como polvo, un polvo que no sólo es venenoso, también radioactivo.

Un misil con uranio empobrecido cuando impacta se quema a 10.000ºC. Cuando alcanza un objetivo, el 30% se fragmenta en metralla. El 70% restante se evapora en tres óxidos altamente tóxicos, incluido el óxido de uranio. Este polvo negro permanece suspendido en el aire, y dependiendo del viento y de la climatología, puede viajar sobre grandes distancias. Si Vds. piensan que Iraq y Libia están muy lejos, recuerden que la radiación de Chernobyl llegó hasta Gales.

Resulta muy fácil inhalar partículas de menos de 5 micras de diámetro, que pueden permanecer en los pulmones o en otros órganos durante años. Ese uranio empobrecido inhalado puede causar daños renales, cánceres de pulmón y huesos, trastornos en la piel, trastornos neurocognitivos, daños cromosómicos, síndromes de inmunodeficiencia y extrañas enfermedades renales e intestinales. Las mujeres embarazadas que se ven expuestas al uranio empobrecido pueden dar a luz a bebés con defectos géticos. Una vez que el polvo se vaporiza, no cabe esperar que el problema pueda desaparecer pronto. Como emisor de partículas alfa, el UE tiene una vida media de 4.500 millones de años.

En el ataque de la operación “conmoción y pavor” contra Iraq, se arrojaron, sólo sobre Bagdad, 1.500 bombas y misiles. Seymour Hersh ha afirmado que sólo la Tercera Insignia de Aviación de los Marines de EEUU arrojó más de “quinientas mil toneladas de munición”. Y todo eso llevaba puntas de uranio empobrecido.

Al Yasira informó que las fuerzas invasoras estadounidenses dispararon 200 toneladas de material radioactivo contra edificios, hogares, calles y jardines de Bagdad. Un periodista del Christian Science Monitor llevó un contador Geiger hasta zonas de la ciudad que habían sufrido una dura lluvia de artillería de las tropas estadounidenses. Encontró niveles de radiación de entre 1.000 a 1.900 veces por encima de lo normal en zonas residenciales. Con una población de 26 millones de habitantes, eso significa que EEUU arrojó una bomba de una tonelada por cada 52 ciudadanos iraquíes, es decir, unos 20 kilos de explosivo por persona.

William Hague [Secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico] dijo que íbamos a Libia “a proteger a los civiles y a las zonas habitadas por civiles”. Vds. no tienen que mirar muy lejos para ver a quién y qué se está “protegiendo”.

En las primeras 24 horas, los “Aliados gastaron” 100 millones de libras esterlinas en munición dotada de punta de uranio empobrecido. Un informe sobre control de armamento realizado en la Unión Europea afirmaba que sus estados miembros concedieron en 2009 licencias para la venta de armas y sistemas de armamento a Libia por valor de 333.657 millones de euros. Gran Bretaña concedió licencias a las firmas de armamento para la venta de armas a Libia por valor de 24.700 millones de euros y el Coronel Gadafi pagó también para que se enviara a las SAS [siglas en inglés de Servicio Especial Aéreo] a entrenar su 32ª Brigada.

Me apuesto a que en los próximos 4.500 millones de años, William Hague no va a ir de vacaciones al Norte de África.

Fuente:

http://stopwar.org.uk/content/view/2321/27/

sábado, 26 de marzo de 2011

Bienvenidos al nuevo cenagal de la OTAN

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PEPE ESCOBAR




Asia Times Online





El tema quedó resuelto en cuanto el ministro de exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, dijo a la agencia de noticias Anatolia: “La coalición que fue formada después de la reunión de París abandonará la misión y la entregará enteramente a un solo sistema de comando bajo la OTAN”.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está a punto de entrar a la era del doble cenagal – como en Asia Central (Afganistán) y el Norte de África (Libia). Y hay quien pensaba que supuestamente la OTAN debía defender Europa contra los comunistas. Libia es ahora una víctima oficial del club de las guerras interminables.

Este golpe de efecto predecible no altera el hecho de que Amanecer de la Odisea sigue siendo una guerra estadounidense. Bueno, no una guerra, según la Casa Blanca, sino “una acción militar limitada en el tiempo, de alcance limitado”.

Por el momento es un etcétera limitado en el tiempo, dirigido por el general Carter Ham, desde su cuartel de Africom en Stuttgart, Alemania (ninguno de los 53 países africanos quiso aceptar Africom). La próxima semana se convertirá en un etcétera limitado en el tiempo dirigido por el almirante estadounidense James Stavridis, máximo comandante militar de la OTAN.

Para todos los efectos prácticos es un asunto totalmente estadounidense limitado en el tiempo –impuesto por el policía global OTAN, con un conveniente apoyo del Pentágono en la forma de “paquetes de ataque de interdicción” fácilmente disponibles – jerga inimitable del Pentágono para cazabombarderos cargados de misiles y listos para el ataque.

Guerra por comité, revisada

Como miembro crucial de la OTAN y auto-promovido puente preferencial entre Occidente y el mundo musulmán, Turquía tuvo que calibrar una estrategia muy complicada. El gobierno dirigido por el primer ministro Recep Tayyip Erdogan –con amplios intereses de negocios en Libia– pasó toda la semana dejando bien claro que la misión de la OTAN debe ser totalmente limitada a proteger civiles, imponer el embargo de armas de la ONU y suministrar ayuda humanitaria.

Previsiblemente, EE.UU. y Gran Bretaña estaban absolutamente convencidos de que la campaña militar en Libia sólo podía ser dirigida por la OTAN.

El problema era cómo encarar a la irritante Francia, dirigida por el presidente neo-napoleónico Nicolas Sarkozy. El gobierno francés estaba cabildeando enérgicamente por un comando militar conjunto anglo-francés – bien sûr bajo control francés.

La decisión final establece que los inmensos “recursos” de la OTAN dirigirán todo el espectáculo en el terreno, mientras un comité político asegurará la “gobernabilidad”.

Es una copia del sistema de la Fuerza Internacional de Seguridad y Ayuda (ISAF) en Afganistán. (La ISAF, a propósito, no suministra mucha seguridad y mucho menos ayuda). La ISAF es dirigida por la OTAN, e incluye a países no miembros de la OTAN como Australia y Nueva Zelanda. El organismo libio incluirá teóricamente a dechados de igualdad y ecuanimidad – miembros de la Liga Árabe del Golfo. Por el momento, esto solo significa Qatar, que ha prometida una inmensa flota de dos cazabombarderos Mirage.

El argumento de Sarkozy a favor de la dirección por Francia es que se debería enviar una señal de que Occidente no impone una vez más su voluntad a un país musulmán. Como si hubiera mucha diferencia entre la OTAN y un comité francés-anglosajón.

Pero finalmente Sarko cavó su propia tumba (¿dónde estaba Carla para enseñar algunos modales a su amado Chou Chou?) Trató al gobierno turco como si fuera un montón de inmigrantes ilegales. Francia no invitó a Turquía a la cumbre en París del sábado pasado que fue el preludio para la guerra, perdón, “acción limitada en el tiempo, de alcance limitado”. Sarko quería que sus Mirage fueran las estrellas del espectáculo.

Erdogan y Davutoglu vieron por dónde venía la cosa – el ardiente deseo de Sarko de lanzar no sólo la zona de exclusión aérea, sino también su campaña para la reelección presidencial en 2012. En un discurso en Estambul, Erdogan dijo: “Deseo que los que sólo ven petróleo, minas de oro y tesoros bajo tierra cuando miran hacia [Libia], vieran la región desde ahora a través de prismas de conciencia”. Para colmo, Sarko ha dejado en claro muchas veces que se opone al intento de Turquía de unirse a la Unión Europea, y dice que pertenece a Medio Oriente, no a Europa.

La parte más chabacana y vistosa de todo el espectáculo es que Sarko fue impulsado a conseguir el centro de atención respecto a Libia por otro desvergonzado promotor de su propia persona, el filósofo francés Bernard Henri-Levy, rey de la camisa blanca que revela su pecho, quien voló a Bengasi porque olfateaba una oportunidad mediática dorada, se congració con los “rebeldes”, y desde allí llamó a Sarko e instó a que hiciera realidad su glorioso destino de liberador de árabes.

Pero basta de payasos. Y Turquía queda en un aprieto. La semana pasada, en el foro de al-Jazeera en Doha, Davutoglu dijo: “El estatus legal y la integridad territorial de Estados, incluidos Libia y Yemen, deben ser protegidos”. Pero nadie sabe cuáles son en última instancia las intenciones de la OTAN respecto a Libia.

La OTAN estará a cargo de imponer la zona de exclusión aérea y el embargo de armas. Tarde o temprano la OTAN decidirá que no basta – que más ataques aéreos contra las fuerzas del coronel Muamar Gadafi son esenciales. Turquía no se ha alistado para ese tipo de acción – y ya dijo que no lo hará.

Cuando el secretario general de la OTAN, el derechista danés Anders Fogh Rasmussen, dice algo como: “Tenemos que pensar en cómo la OTAN puede ayudar a los países norteafricanos en su transición a la democracia”, más vale que Turquía tenga una estrategia de salida, o por lo menos una buena explicación al mundo musulmán cuando se produzca un mortífero cenagal. De otra manera, de ser un puente entre Este y Oeste, se verá reducida a un puente al infierno.

Pepe Escobar es autor de “Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War” (Nimble Books, 2007) y “Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge”. Su último libro es “Obama does Globalistan” (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: pepeasia@yahoo.com.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Un crucero de la Naviera Armas, veloz y con una gran cómodidad a bordo

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CON EL "VOLCÁN DEL TEIDE", A FUNCHAL Y PORTIMAO


El jueves 31 de marzo inaugurará una nueva línea: Gran Canaria- Huelva, en 28 horas




RAFAEL GONZALEZ MORERA





El “Volcán del Teide” es un nuevo barco de pasaje y carga de la Naviera Armas que en realidad es un crucero de última generación, el mayor de España y el más moderno de su categoría en Europa. El buque fue terminado por los astilleros Hijos de J. Barrera, en Vigo, y la gran velocidad que obtiene le permite un ahorro importante de tiempo en las travesías, lo que supondrá una revolución en el transporte de mercancías perecederas entre las islas Canarias, Madeira, Portimao (Portugal), y próximamente Huelva, a donde hará su primer viaje el 31 de marzo. Tiene una envergadura de 178 metros, y desplaza 30.000 toneladas, con una capacidad para 1.600 pasajeros, 350 turismos, y dos kilómetros lineales de carga distribuidas en nueve cubiertas. El “Volcán del Teide” es el primero de dos ferries de las mismas características, y el segundo que será bautizado como “Volcán de Tinamar” estará dispuesto para navegar en el mes de julio, y hará la línea con Funchal y Portimao, quedando el “Teide” para la línea de Huelva, a donde irá los jueves para volver los sábados, con una noche de navegación en uno y otro sentido.
Desde que el fundador de la naviera, Antonio Armas Curbelo, empezara a navegar con barcos de cabotaje mayormente desde Lanzarote a África, para el transporte de mercancías y sal, hasta hoy día, han pasado setenta años de una historia marinera que comenzó en 1941 con el barco “Astelena”, en 1941, al que siguió el “Diana” en 1947, barcos motoveleros que fueron el génesis de la empresa. El testigo de Armas Curbelo lo recogió su hijo Antonio Armas Fernández, que ya en los años 70 fue modernizando la flota, con el “Volcán de Tauce” y “Volcán de Yaiza”. Más tarde se fueron uniendo más “volcanes” a la naviera, “Tindaya”, “Tamasite”, “Timanfaya”, “Taburiente”, que con el novísimo “Tinamar” de iguales características que el “Teide”, viene a completar la flota más importante de líneas regionales de Europa.
He tenido la oportunidad de realizar el primer viaje del “Volcán del Teide” a Funchal (Madeira) y Portimao (Algarve, Portugal), y pude comprobar que en realidad es un auténtico crucero de turismo con todas las comodidades que se puedan imaginar. En la escalerilla de embarque te recibe Francisco Vidal, Director de Servicios a Bordo del Buque, en realidad un verdadero relaciones públicas, responsable de protocolo, y del personal de a bordo. Francisco Vidal nos enseñó el barco desde los primeros momentos, explicándonos todos los detalles del mismo. Cuenta entre otros múltiples detalles, con un restaurante buffet, una cafetería y un bar piscina con todos los servicios. En el amplio camarote, baño completo y televisor, que se completa con otros mayores distribuidos por toda la nave. Normalmente proyectan tres películas de largo metraje al día, y la televisión tiene canales internacionales, y por supuesto los españoles y la TV Canaria.
En este viaje inaugural salimos del Puerto de la Luz, de la zona de Canbulloneros, a las siete y media de la tarde del viernes, y ya en el bar piscina apenas salir del puerto había un ambiente lúdico tremendo, que se concentra mayormente en la zona de la piscina “Atlántico” o en la cafetería “Cañadas del Teide”. Los más tranquilos pueden optar a ver una película, o conectarse a internet para seguir atentos a la actualidad canaria, cosa poco recomendable en estas circunstancias de las vivencias del crucero. La cena buffet de buena calidad y con varios platos para elegir es entre las 20.00 y las 23.00 horas, aunque puedes optar a un bocata o cualquier otra cosa en la cafetería o en el bar piscina. A las diez de la noche comienza un “show”, y luego la música y la diversión continúa has las 02.30 de la madrugada, con algún que otro baño en la piscina del buque los más cach@ndos y atrevid@s.
Al puerto de Funchal se llega el sábado por la mañana a las 08.00, y el desayuno buffet es entre las 07.00 y las 11.00. El que lo desee puede bajar a tierra, porque el centro de Funchal está a tiro de piedra, pero cuidado porque a las 10.30 horas se sale para Portimao. Un cafezinho madeirense, y un bolo de caco (pan con ajo y perejil) con algo de embutido, típico también de Madeira, te reconforta el estómago, mientras paseas un poco por las calles de Funchal, casi todas empedradas menos la zona moderna, en donde actualmente hay centros comerciales de gran categoría. El “Dolce Vita” es el de construcción más reciente de todos, hace dos años me dijeron, y está en la rúa Doctor Brito Cámara, a tiro de piedra del puerto.
A las 10.10 estoy de nuevo en el barco, por si acaso, y a las y media salimos para Portugal, a Portimao, donde hace algunos años estuve viniendo de Huelva y Albufeira, camino luego de Lisboa. Aquí no es recomendable quedarse por estas fechas, pues es una zona turística únicamente veraniega. Además llegamos un domingo en la recién estrenada primavera y el ambiente es más bien poco, la cuestión se anima a partir de junio, me dicen. El sábado todo el día es de navegación, y es cuando puedes sacarle jugo, los detalles más pequeños al “Volcán del Teide”. A mediodía te puedes dar un baño en la piscina, y te dan un espectáculo en la zona del “Atlántico”, en donde hay sillas y mesas muy cómodas, y con unos chicos y chicas animadores que cumplen una función no sólo de divertimento sino de acercamiento al pasajero. El que quiere ve la televisión, y el que tiene niños pequeños los puede dejar en la guardería, con juegos para los peques, o simplemente leer, o recorrer el barco hasta las cubiertas en donde se respira la brisa del mar. El móvil funciona con el sistema de itinerancia internacional (roaming) que se incorpora sin coste alguno, y las llamadas desde Madeira y Portugal no son excesivamente caras. Los mensajes más baratos, por supuesto. En la noche del domingo, en la travesía de Portimao a Funchal, hay un nuevo show, música y baile.
Antonio Armas hijo, Vicepresidente de la Naviera Armas que va en este viaje inaugural, tiene una vista de lince y ve delfines desde muy lejos, y yo sólo cuando se acercan a la estela que dejan los potentes motores en la proa. Diana Baéz, directora de Marketing de la empresa, es también una magnífica anfitriona, y cuando llegamos el domingo a Portimao se esmera con Antonio Armas hijo, y Francisco Vidal, Director de Servicios a Bordo, por atender a las autoridades locales de este puerto del Algarve portugués. Un coctel y ágape en el bar piscina es la bienvenida para el primer viaje a Portimao del “Volcán del Teide”.
El lunes por la mañana se llega a Madeira a las 11.00, y la estancia en Funchal es hasta las 19.00 horas. Ocho horas que puedes aprovechar para ver y sentir la capital de la isla, incluso si sacas el coche del garaje del “Volcán del Teide”, darte un garbeo por el interior de la verde isla portuguesa. Funchal se ha modernizado desde que estuvimos hace años la última vez, y hay una enorme cantidad de tiendas, bares, restaurantes, para todos los precios. Los que no quieran bajar a la ciudad, que son los menos, siguen disponiendo de todos los servicios a bordo. La partida hacia Tenerife es a las 19.00 horas, y se llega a la isla picuda a las 07.00 del martes. Luego, la salida para el Puerto de La Luz es una hora después, y sobre las 10.50 estamos atracados otra vez en el muelle de Cambulloneros. Ha sido una ruta marítima muy interesante, una experiencia a bordo de un auténtico crucero inolvidable. A partir del jueves 31 de marzo el “Volcán del Teide” comenzará a hacer el itinerario Gran Canaria- Huelva. Pero esa será otra historia.

viernes, 11 de marzo de 2011

La izquierda en el mundo árabe

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Entrevista a Gilbert Achkar, profesor en el Instituto de Estudios Orientales y Africanos en la universidad de Londres

Revista Libanesa AL ADAB





Traducido del árabe por José Durán Velasco.






"Presenciamos el comienzo del ascenso de una fuerza alternativa a nivel de masas, que se manifiesta en el ascenso de la lucha de clases y de las luchas obreras en cierto número de países árabes, desde Marruecos hasta Jordania e Iraq; en Egipto principalmente, donde se desarrolla desde hace tres años la mayor ola de luchas obreras desde hace más de medio siglo. Este movimiento de clase en Egipto, por primera vez desde la época naserista, ha llevado a la creación de un sindicato independiente que es el el Sindicato de Empleados de los Impuestos Inmobiliarios, y hay intentos de repetir la experiencia en otros sectores. Por lo que se refiere a la corriente religiosa, está casi ausente en este ámbito, y los activistas sindicales son izquierdistas en el sentido amplio, desde naseristas radicales a marxistas."
Resumen de una entrevista a Gilbert Achkar, sobre la izquierda árabe en un número de la revista libanesa Al-Âdâb de comienzos del año 2010, un año antes de los levantamientos populares árabes contra las dictadurasa partir de Enero de 2011. Traducido del árabe por José Durán Velasco, doctor en Filología Árabe, y autor de la obra El Conflicto Palestino-Israelí: Una visión no estatolátrica.

Gilbert Achkar es profesor en el Instituto de Estudios Orientales y Africanos en la universidad de Londres, es autor de numerosos libros, el último de ellos es: Los árabes y el holocausto nazi: la guerra árabe-israelí de los relatos (El Cairo y Beirut, 2010).

-El hablar de la crisis de la izquierda marxista árabe es muy anterior al hundimiento del bloque socialista.

-Hablar de la crisis de la izquierda árabe no es algo nuevo. Ya se hablaba de ello en la época de radicalización a partir de 1967. La izquierda árabe fue incapaz de imponerse como fuerza hegemónica salvo en casos excepcionales y temporales. Y esos raros casos dieron lugar a crisis porque la izquierda -por ejemplo en Iraq a finales de los años cincuenta- cuando fue capaz de convertirse en fuerza hegemónica, no llegó a hacerse con el poder, por causas diversas que remiten en primera instancia a la dependencia de la URSS, que apoyaba al régimen de ´Abd al-Karîm Qâsim y no deseaba el enfrentamiento con el bloque occidental en una región tan extremadamente sensible.

-Hablas del Partido Comunista Iraquí...

-Efectivamente. Y la aniquilación del Partido Comunista Sudanés en el año 1971 acabó con otra organización comunista que tenía capacidad de hegemonía en un país árabe. Después de eso, se produjo la ola de radicalización izquierdista que se extendió a partes del movimiento nacionalista árabe –en el Movimiento de los Nacionalistas Árabes, el Ba´t y otros- a raíz de la derrota de 1967. Pero el único que llegó a hacerse con el poder [sulta] fue la rama suryemení del MNA. Esta experiencia única pasó por crisis sucesivas desde su nacimiento, y concluyó con su caída. En otros aspectos la izquierda conoció crisis, desgarramientos y disputas.

Pero hay que distinguir entre crisis en el tiempo actual y crisis durante la radicalización después de 1967, que fue la ocasión histórica más importante de la izquierda marxista árabe para extenderse por el mundo árabe. En aquel tiempo se trataba de una crisis de crecimiento, mientras que ahora hablamos de una crisis de ocaso.

La realidad es que la marea radical tuvo un corto alcance. El primer gran golpe que sufrió fue el aniquilamiento de la izquierda del movimiento comunista iraquí (Dirección Central [al-Qiyâda al-Markaziyya]), cuando los ba´tistas se apoderaron del poder [sulta] el año 1968. El segundo gran golpe fue la aniquilación de la resistencia palestina en Jordania, que empezó el año 1970. Y aunque siguieron existiendo fuerzas de izquierda radicales en otros lugares, la situación general a finales de los años setenta era de crisis y retroceso. Esto sucedió en un contexto más amplio, de claro retroceso de la ola de radicalización de izquierdas desde finales de los años setenta y el surgimiento en los años ochenta de la ofensiva neoliberal. La desaparición de la URSS constituyó un golpe devastador contra el movimiento comunista árabe en su conjunto. La situación que vemos hoy de reconstrucción o revitalización en el Partido Comunista en el Líbano es casi excepcional a nivel árabe.

-¿El Partido Comunista Libanés?

-Sí. Ocurre desde hace poco. Es algo sin igual en ningún otro país árabe, salvo quizás Sudán (pero no tengo información suficiente sobre lo que sucede allí). El Partido Comunista Libanés es el único que ha intentado una reconstrucción seria tras el hundimiento de la URSS. Y eso a pesar de que es mucho más débil de lo que era en los años setenta. Pero esta excepción confirma la regla de que desde hace años la corriente comunista árabe agoniza desde la caída de la URSS. El Partido Comunista Libanés era el menos dependiente de la URSS después de que Georges Hawi se hiciera con su dirección y tiene una vitalidad incomparable.

-Dices que una de las causas más importantes de la crisis de la izquierda árabe fue su vinculación a la URSS, y has hablado de la experiencia de Yemen del Sur como ejemplo. Pero esa experiencia pasó por varias etapas, no completamente pro-soviéticas, hubo en ella tendencias diversas, y uno de los factores de su implosión fue la estructura social yemení, las luchas tribales que se trasladaron al Partido Socialista Yemení.

-La hegemonía soviética en el Yemen del Sur tuvo un papel fundamental en el choque que se produjo entre ´Abd al-Fattâh Ismâ´îl y Sâlim Rabî´ en concreto, y de una manera general en la burocratización de la experiencia y su deriva, de ser una experiencia revolucionaria luminosa para la zona, a ser un estado que intentó acomodarse en el medio reaccionario circundante, lo que concluyó con su aniquilamiento. Si comparamos el movimiento comunista europeo desde los años cincuenta y el movimiento comunista árabe, veremos la diferencia en el papel de la URSS: cuando desde los años setenta fue a menos la capacidad soviética de influir en la mayoría de los partidos comunistas europeos, la dependencia de los partidos comunistas árabes aumentó porque dependían del apoyo material soviético, después de que hubieran perdido su propia pujanza a causa de la represión. Esto se aplica al Yemen del Sur. La comparación con Cuba es útil en este aspecto: Cuba había sido obligada por el bloqueo yanki asfixiante y continuo a depender de la URSS económicamente, a costa de su papel revolucionario, pero la pujanza de la revolución cubana y el aferramiento de su dirección a su independencia respecto a Moscú, hicieron que Cuba pudiera resistir a pesar de la desaparición de la URSS. Luego se produjo el fin de su aislamiento en América Latina por la nueva oleada izquierdista que reforzó su resistencia. En cambio en Yemen el intervencionismo soviético provocó la corrosión, a lo que se sumó el conflicto interno y el contexto general de declive de la oleada radicalización árabe de los años setenta, además de que en Yemen la pobreza y el atraso eran mucho mayores, todo ello fueron factores fundamentales con toda seguridad.

-La URSS tuvo una gran responsabilidad en la “castración” de los partidos comunistas. ¿Pero acaso la estructura económica y social árabe no ha tenido una responsabilidad mayor?

-Yo no cargo a la URSS “la responsabilidad”. Lo cierto es que su papel fue un factor fundamental entre varios factores que explican el fracaso. Sin embargo, la responsabilidad por el fracaso es endógena sin duda, recae en las direcciones de los partidos comunistas, en la experiencia yemení recae en el ala de ´Abd al-Fattâh Ismâ´îl que dominó la dirección. Pero la dependencia de la URSS no se impuso a nadie. Por lo que se refiere a la estructura económica y social árabe, me he referido a la función de la pobreza y el grandísimo atraso del Yemen, pero creo que una posible un camino distinto, si la dirección yemení hubiera sido más coherente, y si hubiera predominado el ala que abogaba por la soberanía nacional y rechazaba la dependencia de Moscú. Por lo que se refiere a los otros partidos comunistas, como el iraquí, el sirio o el jordano, las condiciones sociales y económicas no explican su transformación en lo que han sido (¿acaso esas condiciones en China o Vietnam eran más avanzadas para producir dos partidos que se hicieran con la dirección de la nación?). La crisis del Partido Comunista Sirio viene de antiguo, el ala “oficial” o pro-soviética se convirtió en una momia de partido. El Partido Comunista Iraquí conservó algo de su pujanza después de los años setenta, pero su pujanza se extinguió en el exilio con el tiempo, tras la invasión de Iraq por EEUU se dejó arrastrar a políticas que no tienen nada que ver no sólo con el marxismo sino incluso con el patriotismo o el antiimperialismo, que constituyeron elementos comunes para la izquierda y los nacionalistas hasta finales de los años sesenta.

-Cuando has hablado de la crisis de la izquierda en etapas precedentes te has referido a las corrientes marxistas, “radicales” o tradicionales. ¿Hoy cómo debemos entender el concepto de “izquierda”? ¿Es una corriente que surge de un antecedente [jalfiyya] social o económico o una corriente que posee un programa económico y social revolucionario o reformista?

-¿Existe algo llamado izquierda árabe? Hay fuerzas que pueden clasificarse como izquierda en distintos grados de radicalidad, desde el océano al Golfo, pero en su mayor parte tiene un tamaño e influencia limitados. Esto tiene poco que ver con lo que llamábamos así entre los años cincuenta y setenta. Hay una izquierda nueva formada por restos y embriones. Y todo ello es muy limitado. Los restos en comparación con el pasado. Todo ello en relación con sus sociedades. En lo concerniente al pasado he partido de la distinción entre la crisis de crecimiento y la crisis de agonía. La cuestión es: ¿qué hacer? en un contexto de inexistencia de una izquierda digna de tal nombre. Pero tras nosotros tenemos una historia, no un vacío. Ante nosotros tenemos un proyecto de izquierda, mientras estamos en un presente que se caracteriza por una casi ausencia de la izquierda.

-¿Pero es correcto reducir siempre la izquierda a los marxistas? Además, muchos son los que se definen como “izquierdistas árabes”. ¿No significa la izquierda para ellos más que la secularización?

-¿Qué se quiere decir con “izquierda”? Se quiere decir todos aquellos que tienen el programa de un cambio social en dirección a unos valores que se consideran de izquierdas. Entre ellos el secularismo, claro, pero no exclusiva y aisladamente, sino también y necesariamente los valores de la justicia social, la igualdad y la autoliberación [taharrur] de todas las formas de opresión: la nacional [watanî], racial [´irqî], sexual, clasista, etc. Y entre las partes existentes hoy, sean restos o embriones, hay distintas concepciones de los valores de la izquierda. Los elementos comunes más importantes son el anticapitalismo y el antiimperialismo.

-Bien, si partimos del concepto de izquierda que has expresado, vamos al tema de la relación de “los restos y los embriones” con los regímenes existentes, principalmente los que se clasifican a sí mismos y los clasifica el imperialismo como enemigos de él. Esa relación se critica, tanto desde los que propugnan el acuerdo con el proyecto occidental como de voces que quizás sean izquierdistas pero que temen el sometimiento de los restos y embriones (o algunos de ellos) a la hegemonía de los sistemas de la oposición [mumâna´a]. Si pasamos revista a la mayoría de los restos existentes, con excepción del Partido Comunista Iraquí que has clasificado fuera del discurso patriótico [watanî] y si hablamos de las fuerzas que quizás sean más independientes en sus relaciones, las encontramos en el campo de la oposición [mumâna´a]...

-Creo que la expresión “el campo de la oposición [mumâna´a]” es exagerado para describir lo que no pasa de ser un maridaje de intereses entre regímenes y fuerzas que no tienen nada que ver unas con otras. Entre el régimen del Ba´t de Siria y el régimen fundamentalista iraní hay un abismo en los fundamentos ideológicos a pesar del maridaje de intereses existente entre ambos. Lo mismo se puede decir de la relación entre Irán y Venezuela. Es una relación de interés entre dos regímenes extremadamente diferentes, pero entre los que hay dos cosas en común: que son dos estados petroleros y que son anti-EEUU. Pero esa relación es deleznable si la comparamos con las relaciones de Venezuela con sus hermanas izquierdistas de América Latina. Por ello, la expresión “campo” para tal alianza es un juego totalmente confundidor, pues nada tiene que ver con, por ejemplo, cuando se hablaba del “bloque socialista” frente al “bloque occidental” al hablar de alianzas sólidas entre regímenes de una naturaleza similar.

Por lo que se refiere a tu segunda pregunta, no sé de ninguna fuerza de izquierda árabe que tenga relaciones con el régimen iraní, pues este último, aunque tenga alianzas de interés con estados a los que ve de izquierdas, es difícil que apoye a fuerzas de izquierdas que no gobiernan en su lucha contra los regímenes de sus países, especialmente si están dentro de la “Dâr al-islâm”, donde existen fuerzas islámicas fundamentalistas que comparten los puntos de partida ideológicos islamistas. Todavía menos si se trata de fuerzas de izquierda marxistas... ¡O sea, “ateas”! Ese régimen ha aplastado a la izquierda en su país, incluyendo a las facciones que apoyaban al régimen jomeinista. Lo que no le impide tejer alianzas de interés con estados gobernados por partidos comunistas, como China.

El régimen iraní se basa en una ideología religiosa islámica fundamentalista chií, y esa ideología limita las fuerzas con las que puede relacionarse dentro de la “Dâr al-islâm”, donde hay fuerzas hermanas que comparten todos sus componentes ideológicos (como Hizbullah en el Líbano y al-Maÿlis al-Islâmî, y hasta cierto punto el partido de ad-Da´wa y la corriente de Muqtadà as-Sadr, en Iraq); fuera de este estricto ámbito de hermanos en el sentido sectario [tâ`ifî] e ideológico, están los salafistas islámicos sunníes como el movimiento de los Hermanos Musulmanes en Egipto y Hamás en el ámbito palestino. Pero el régimen iraní no tiene interés en establecer relaciones con fuerzas comunistas en el mundo islámico.

-No me refiero a relaciones de cooperación organizativa sino si hay dentro de “la izquierda de restos y embriones” quienes propongan un frente amplio que se extienda de Corea del Norte a Venezuela.

-Es cierto que hay quienes son de esa opinión entre los restos de la corriente nacionalista panárabe [qawmî] o entre ex-izquierdistas que se han pseudoislamistizado al modo de Munîr Shafîq. Pero creo que una condición para la reconstrucción de la izquierda en nuestra zona es su completa independencia de los regímenes árabes existentes, no se trata sólo de condenar su naturaleza y sus prácticas represivas. No tiene credibilidad quien se dice de izquierdas pero establece relaciones con un régimen no democrático. Si quieres nos referimos a la izquierda palestina en esta cuestión.

-Volviendo un poco a la historia: los comunistas en Iraq eran masacrados, mientras había partidos comunistas hermanos en el Movimiento Nacional Libanés y en la OLP que establecieron relaciones a nivel de dirigencia con el Ba´t iraquí.

-Lo que dices es cierto. Y los partidos de izquierda que establecen una alianza hoy con los regímenes represivos hacen eso a costa de la sinceridad de sus posiciones y en contra de su identidad. Al final venden su alma. ¿Y para qué? Por casi nada, sólo por un puñado de dólares y abrir oficinas bajo estrictísima vigilancia mujabarática.

-Eso es lo que decían los que abogaban por la radicalización del movimiento comunista después de 1967 y criticaban la posición de los partidos comunistas respecto a la cuestión nacionalista panárabe [qawmiyya]. ¿Se impuso la causa nacionalista sobre las causas de la gente y la cuestión del cambio social, ya que se aliaron con los regímenes nacionalistas?

-La mayoría de los partidos de izquierda establecieron relaciones con esos regímenes. Toma como ejemplo el régimen ba´tista iraquí: era un régimen brutal, sanguinario y terrible, que llegó al poder a través del golpe de estado de 1968 (y en coordinación con la CIA) para salvar al estado burgués iraquí de ser barrido, aplastó el peligro comunista que amenazaba a ese estado y que estaba representado por el ala de “la Dirección Central [al-Qiyâda al-Markaziyya]” del Partido Comunista Iraquí y el foco de lucha armada dirigido por Jâlid Ahmad Zakî. Y no tardó en ser aplastada la otra ala del Partido Comunista Iraquí, la derechista pro-soviética, después de que esta tuviera una sucia etapa de colaboracionismo con el poder ba´tista. El régimen intentó imponerse en el ámbito árabe con un plus de patrioterismo verbal, pero eso no le impidió, por ejemplo, apoyar al régimen jordano en el aniquilamiento de la resistencia palestina en septiembre de 1970, al impedir que el régimen sirio del 23 de febrero ayudara a la resistencia palestina. Luego emprendió una guerra contra los kurdos que llevó a un ominoso acuerdo con el shah de Irán. Y no tardó en emprender otra guerra catastrófica fomentada por EEUU contra la República Islámica (tras la revolución iraní).

Observa que el hecho de que algunas facciones de la izquierda palestina establecieran relaciones con el régimen de Bagdad no indicó en realidad que la visión nacionalista panarabista predominase, sino que se trató de una negación completa de la dimensión nacionalista panárabe [qawmî]. Pues cada organización implicada no miraba en otra cosa que en su interés localista [qutriyya] estrecho, ya que trataba de sacar provecho de su relación con un régimen represivo en otro país. Si esa organización hubiera tenido una visión efectivamente nacionalista panárabe [qawmî], no habría establecido relaciones con un régimen como el de Bagdad. La explicación del fenómeno no se encuentra en que tuviera una visión nacionalista panarabista [qawmî] sino, por el contrario, en su visión regionalista [qutrî]. Tomo por ejemplo el FPLP en tanto que fue la facción principal de “la nueva izquierda” de finales de los años sesenta, el FPLP surgió de la radicalización y “marxistización” en un movimiento nacionalista pequeño-burgués, pero era una facción que consideró que su marxistización acababa con su identidad nacionalista panarabista [qawmiyya] originaria. Naturalmente, algunas facciones del MNA se convirtieron en organizaciones que llevaron el nombre de Partido Socialista Árabe del Trabajo [Hizb al-´Amal al-Ishtirâkî al-´Arabî] en varios países árabes, pero fueron débiles. Esta lógica la resumió George Habash en la consigna “el Movimiento al servicio del Frente, no el Frente al servicio del Movimiento”. Y esa lógica puramente regionalista [qutrî] llevaba a convertir el “Movimiento” en un apéndice del Frente, igual que en el movimiento comunista el internacionalismo en los partidos iguales en su labor revolucionaria, cada uno en su país, se convirtió en un movimiento de apéndices [adznâb] de la URSS. Pues la lógica regionalista es la que predomina cuando la izquierda palestina pone su interés estrecho es cooperar con regímenes por encima de su deber revolucionario de cooperar con las fuerzas nacionales [wataniyya] democráticas radicales de otros países árabes.

-Pero hay una diferencia, pues una cosa es decir que los partidos comunistas con su paradigma soviético llamaron a la defensa incondicional de la URSS, y otra hablar de una facción concreta y combatiente que afecta al aparato militar y colonial israelí, pues quizás eso se entienda como materialización de hecho de la consigna “liberación de Palestina”.

-Esa no es una diferencia real. Pues también se veía a la URSS como facción combatiente por la eliminación del capitalismo mundial, pero eliminó el concepto de “revolución mundial” y lo sustituyó por la consigna de “el socialismo en un solo país”, y transformó el instrumento para la revolución mundial –o sea, la Internacional Comunista- en un movimiento de solidaridad incondicional con un estado, los partidos comunistas de los distintos países adaptaron sus políticas de acuerdo con los intereses del estado soviético con los gobiernos de sus países. Quiero decir que la facción palestina combatiente contra el sionismo puso su interés regionalista por encima del concepto de “revolución árabe”, disolvió la revolución árabe en la revolución palestina, igual que la revolución mundial se disolvió en apoyo al “socialismo” (o sea, al estalinismo) en la URSS. El resultado es que la lógica regionalista y el interés egoísta estrecho de la facción palestina sobre toda otra consideración para obtener apoyo material de algunos regímenes, sólo sirvió para que esos regímenes obtuvieran gracias a ello una legitimación patriótica [wataniyya] y nacionalista panárabe [qawmiyya]. Si esas facciones hubiesen concebido su lucha dentro de una misión de construir un movimiento revolucionario en todo el mundo árabe, habrían creído que había una interrelación entre los intereses de la lucha revolucionaria de cada región árabe [qutr] y las cosas habrían sido muy distintas.

-No entraremos ahora en el tema de la OLP, sus facciones y la cuestión de la identidad nacional palestina, o el tema del Frente Popular, que tuvo una posición y participación en Jordania el año 1970 y en la guerra del Líbano. Pero quiero tu opinión sobre por qué motivos la izquierda palestina erró poniendo el interés regionalista [qutriyya] al nacionalista panárabe [qawmiyya].

-La izquierda se basa en instrumentos que están al servicio de una estrategia. Y la pregunta entonces es: ¿Cual es la estrategia de izquierda en el ámbito árabe? Todos los regímenes árabes existentes en los años setenta (a excepción del Yemen del Sur) estaban en contra de que hubiera un movimiento revolucionario de masas.

La unidad árabe es una misión fundamental para la revolución árabe. La revolución en el más profundo sentido de la palabra, la que lleva a liberar a las fuerzas productivas contra de las estructuras sociopolíticas que impiden su desarrollo. Lo cierto es que el desarrollo de las fuerzas productivas árabes no sólo choca con la naturaleza de clase de cada estado árabe, sino con la hegemonía imperialista sobre el mercado mundial y el fraccionamiento árabe en estados separados, cada uno de los cuales está mucho más vinculado con la economía imperialista que con la de los demás países árabes. Estamos en la época de formación de grandes unidades económicas. Un taxista que iba de Beirut a Damasco se quejaba de las trabas burocráticas que imponen las fronteras entre los dos países, y de que los europeos, que hablan lenguas diferentes, se unen, mientras que nosotros, los árabes, que hablamos un solo idioma, seguimos con las barreras entre nuestros estados.

La oleada nacionalista de los años cincuenta y sesenta sigue latente y podría resurgir. Es sabido que el concepto de “internacionalismo” de Marx no es moral sino basado en un análisis de la naturaleza del sistema capitalista como modo de producción mundial, que crea la necesidad de la solidaridad de intereses proletarios y de un movimiento obrero mundial frente a las clases capitalistas del mundo. Los intereses en los que debe basarse la izquierda son los de los proletarios de todos los países árabes, y la revolución debe basarse en la relación interproletaria, no en facciones que se digan representantes de los intereses de los proletarios y se relacionan con un gobierno que controla la explotación y la represión de esos proletarios.

-Esas relaciones se justificaron con la consigna de “alianza frentista amplia” que incluía a los representantes de la clase obrera y de las fuerzas pequeño-burguesas “revolucionarias”. Pero esta consigna posiblemente asfixió al movimiento comunista y lo convirtió en dependiente y apéndice. ¿Amenaza hoy a los embriones y al proyecto, principalmente cuando se habla de “la contradicción principal” y “la contradicción secundaria” y la prioridad de la primera sobre la segunda? Por ejemplo: Hizbullah combate a Israel, pero está en contradicción con los otros objetivos de la izquierda. ¿Debemos hacer predominar “la contradicción principal” sobre “la contradicción secundaria” aquí también?

-Esa lógica es superficial y errónea. ¡No hay una contradicción “principal” y otra “secundaria”, de manera que la segunda se convierta en relación de amistad! La verdad es que todo eso lleva a que el adversario “secundario” acabe apuñalando por la espalda al aliado contra el enemigo “principal”; la trayectoria del Líbano en su etapa primera es el mejor testigo de lo que digo. Igual que la unidad de los intereses de los trabajadores a nivel árabe no es una cuestión de alianza fantástica, sino de una unidad orgánica y debe materializarse en vínculos orgánicos del movimiento revolucionario a nivel árabe, sobre bases igualitarias entra las partes. ¡No en vínculos de cada facción con los gobiernos de otros países árabes en conflicto con el gobierno de su país! Por lo que se refiere a que los regímenes nacionalistas representan a la pequeña burguesía, se trata de un error porque son gobiernos que no expresan sólo los intereses de la pequeña burguesía o las clases medias, sino que en ellos priman los intereses del aparato de seguridad sobre cualquier otro interés.

-¡Pero también hay movimientos populares como Hamás o Hizbullah que combaten a Israel!

-Sí, esos dos movimientos son verdaderamente de naturaleza pequeño-burguesa y difieren de la situación de los regímenes de los que he hablado. Son dos movimientos que encarnan la lucha contra el estado sionista, pero con un horizonte social e ideológico salafista que constituye en sí la expresión más elocuente del retroceso profundo que se ha producido en el ámbito árabe a lo largo de las últimas tres décadas. Naturalmente, ni Hamás ni Hizbullah se dicen de izquierda, ni nadie sensato los clasificaría como izquierda, son dos fuerzas con una ideología religiosa contraria a todo lo que representa la izquierda social y culturalmente, aunque también son dos fuerzas patrióticas en cuanto que antisionistas y opositoras al proyecto imperialista. Pero, por lo que se refiere a Hamás concretamente, esta última clasificación tiene límites obvios, porque también tiene una relación con el reino saudí, que es el protegido imperialista fundamental en el mundo árabe después del estado sionista, e incluso antes que él, de manera que se aplica a Hamás lo que se aplicó al Fath en el pasado y por el mismo motivo. Y a pesar de que la dependencia del Fath con el reino era mayor que la de Hamás, su ideología era mucho menos reaccionaria que la de este último.

-Pero mi pregunta es: ¿La izquierda árabe puede establecer vínculos con movimientos como Hizbullah y Hamás?

-Hay una diferencia fundamental entre la relación de la izquierda palestina con los regímenes represores, y la relación con las fuerzas combatientes. Por ejemplo veo correcto que una facción de izquierda del Líbano tenga relación con Hizbullah, pero no que una facción de izquierda del Líbano tenga relación con el régimen iraní. El régimen iraní es un régimen capitalista y una dictadura religiosa que actúa inspirada por sus intereses de clase y de grupos. En cambio Hizbullah, a pesar de su vinculación con el estado iraní, representa en primera instancia una fuerza popular del Líbano y la coraza de una comunidad confesional [tâ`ifa] que es uno de los componentes fundamentales de la sociedad libanesa. La cuestión no es si es lícita una relación en sí (la veo completamente lícita) sino que la cuestión son sus condiciones y cómo sea esa relación. De acuerdo en la relación en la lucha anticolonial. Pero la relación debe ser desde una posición de completa independencia, con una praxis de confrontación ideológica, aunque la otra parte sea un aliado en la lucha patriótica [watanî]. Y naturalmente eso está vinculado a la necesidad de que la izquierda lleve a cabo su deber revolucionario sin cortapisas, para que aparezca a la vista de las masas como el movimiento más opuesto a la situación existente que es necesario cambiar.

Hablemos del paradigma de hecho: la izquierda palestina, por ejemplo, no llevó a cabo su deber de salir al paso ideológicamente contra la corriente de Hamás de manera clara y vigorosa. Y eso que en la primera Intifada, en el año 1988, la izquierda era más fuerte que Hamás, que sólo estaba en sus comienzos. Las facciones palestinas como el FPLP y otras, desempeñaban un papel fundamental en la organización de la Intifada. Pero dos cosas llevaron al debilitamiento de la izquierda en el ámbito palestino:

La primera: que no se enfrentaron contundentemente a la dirección derechista de la OLP, aceptaron que esa dirección se hiciera con la Intifada, a costa de privar de decisión a los dirigentes del interior y dejar que los manifiestos se emitieran desde Túnez; así la izquierda renunció a su posición de fuerza en lo territorios ocupados en 1967.

La segunda: cuando colisionó con la derecha palestina después de que esta apostara por Washington, la izquierda palestina se alió con Hamás bajo la égida siria, desistiendo de la militancia ideológica. Por ejemplo: se emitieron en Damasco manifiestos conjuntos de las diez facciones de la oposición palestina que empezaban con la basmala, a pesar de que incluían las firmas de organizaciones que se consideraban a sí mismas marxistas (sí, esto es puramente sintomático y simbólico, pero significativo del abandono de su deber de llevar a cabo una militancia ideológica).

Así dejó a la corriente religiosa la misión de criticar vigorosamente a la dirección palestina. De esa manera, Hamás se impuso como alternativa radical a la dirección arafatiana, mientras que la posición de la izquierda era titubeante y oscilaba entre expresar la profunda irritación contra la derecha arafatiana y convertirse en su anexo en nombre de “la unidad nacional [watanî]”. Esto acabó con la pujanza que podía haber tenido la izquierda para convertirse en una dirección alternativa en la lucha palestina, y permitió al movimiento Hamás polarizar en torno a él el rechazo de las masas a la dirección de la OLP.

-Si pasamos a otro contexto: ¿Cual es la posición de la izquierda árabe actual respecto al tema de “la construcción del estado”? ¿No crees que esa no ha sido una prioridad para la izquierda? ¿Y no es así ahora?

-La misión de la izquierda no es participar en la construcción de los estados de la tiranía clasista y grupista [fi`awî] existentes en el ámbito árabe; sino construir estados nuevos basados en la voluntad de los pueblos y las masas proletarias. Y el único caso de este último tipo era el estado de Yemen del Sur a principios de los años setenta.

-¿Debe destruirlo todo o reformarlo?

-Dime: ¿Es posible reformarlo? ¿Hay algún estado en nuestro mundo árabe al que reformar? Naturalmente yo hablo aquí del horizonte estratégico. Y la cuestión es más sencilla y más primaria que el tema de destruir el estado burgués según el conocido punto de vista marxista. Los estados de Europa son estados capitalistas, pero al menos son aptos para luchar por cambiarlos pacíficamente a través de instituciones democráticas. Mientras que en el mundo árabe, las dos únicas situaciones árabes en las que se encuentra hoy algún ámbito para la democracia electoral son dos estructuras sectarias [tâ`ifiyya]: Líbano e Iraq. Esta es la situación. Naturalmente la izquierda debe obrar, en la medida que pueda para ampliar el ámbito en el que pueda desenvolverse el movimiento de masas, o sea, ampliar las libertades y la lucha por las demandas del momento, sean democráticas o sociales, dado el nivel de vida catastrófico de la generalidad del ámbito árabe; además de otros ámbitos fundamentales como el feminista (puesto que tenemos de entre todas las regiones del mundo el peor nivel de opresión sexual en general, y de las mujeres en particular). Todas estas luchas son luchas cotidianas, y cualquier facción de izquierda que lleve a cabo su deber de militancia entre cuestiones se enfrentará necesariamente con las otras formaciones políticas, religiosas y no religiosas.

-¿No se puede conseguir en el Líbano una ley electoral equilibrada y proporcional?

-Tú aludes a una situación excepcional en un país árabe en el que existe un ámbito para la militancia democrática. Pero ese ámbito es estrecho o inexistente en todos los otros países árabes, de manera que la demanda de la democracia en ellos adquiere un carácter revolucionario. Líbano es otra cosa, porque en él el estado es relativamente débil, en parte se ha convertido en una alianza de sectas [tawâ`if], pero es posible luchar para cambiar la ley electoral. No obstante, me parece ilusorio imaginar que se pueda obtener el cambio electoral por reforma desde las mismas instituciones del sistema. ¿Por qué? Porque es un sistema cerrado. La estructura sectaria [tâ`ifiyya] actual no se abolirá a sí misma. El cambio sólo podrá venir de un movimiento democrático no sectario [tâ`ifî] de masas en la calle. Y lo que puede hacerlo es un movimiento fundamentado en los intereses de clase. Sólo tal movimiento podría cambiar la ley electoral y muchas otras cosas, el país entraría en una dinámica revolucionaria. Digo esto, no para negar la importancia de la lucha por el cambio de la ley electoral sino para advertir contra la ilusión de que pueda cambiarse desde la estructura vigente. Ese movimiento deberá representar los intereses de las masas proletarias, e inevitablemente también deberá ser laico, feminista y ecologista...

-¿Qué es lo que la izquierda árabe debe cambiar en las demandas que ha hecho hasta ahora?

-Creo que la relación de la izquierda árabe con las demandas mencionadas ha sido raquítica.

-Al menos estaban presentes en su literatura.

-En su literatura sí, pero en la militancia efectiva se fueron debilitando con el paso del tiempo, concretamente en los temas feminista y laicista, cuya naturaleza sensible llevó a una completa claudicación por parte de la mayor parte de la izquierda en ambas cuestiones.

-Con el argumento de no provocar a la sociedad...

-Sí. Pero si tratamos las dos cuestiones democrática y social exclusivamente, encontraremos organizaciones dentro de la nueva izquierda de los años setenta que las trataron seriamente. Y a nivel del Oriente Árabe [al-Mashriq al-´Arabî] se puede mencionar a la Organización de Acción Comunista [Munazzamat al-´Amal ash-Shuyû´î] en el Líbano, pero que rápidamente se hundió en el pantano del “Movimiento Nacional Libanés” bajo la dirección ÿunblatí y el mandato arafatiano. En cambio grandes facciones del movimiento comunista tradicional y la izquierda palestina procedente del nacionalismo [qawmiyya] tenían una relación generalmente endeble con los valores de la izquierda, en ellas predominó la condición de apéndice de los grupos burgueses a los que consideró “patriotas” [wataniyya]. Basta observar los casos de la izquierda libanesa (representada por el Partido Comunista y la Organización de Acción Comunista) y la izquierda palestina; en ambos casos, se daba la condición de apéndice de las direcciones burguesas: una parte de la izquierda palestina como apéndice de la dirección arafatiana, otra incapaz de hacer frente radicalmente a esa dirección; la izquierda libanesa como apéndice de la dirección ÿunblatí (que era una dirección burguesa sectaria antes que otra cosa).

-La izquierda árabe está en el seno de una izquierda mundial. Si queremos hablar sobre una izquierda mundial hoy, el movimiento antiglobalización actual posiblemente se desarrolle a costa del movimiento obrero que ha retrocedido mucho; también vemos un movimiento en América del Sur y que se ha convertido en un movimiento que gobierna en algunos países. ¿Puede crecer una izquierda árabe sin estar en el seno de una izquierda mayor y más amplia?

-La izquierda árabe está en una profunda crisis, de manera que necesita efectivamente de un modelo exterior que le dé confianza en el proyecto socialista. Hoy en América Latina se desarrollan experiencias de izquierda de verdad y no engendros aberrantes como los que hemos visto en nuestro ámbito árabe. Son movimientos basados en una gran movilización popular, movimientos comprometidos con los marcos democráticos, que intentan empujar sus sociedades hacia delante a través de cambios sociales y otros; nos recuerdan hasta cierto punto la radicalización nacionalista panarabista [qawmî] que predominó en nuestro ámbito árabe en los años cincuenta y sesenta, pero de forma construida sobre una participación popular que inexistente entre nosotros en el tiempo del naserismo, donde lo que existía eran regímenes nacionalistas panarabistas [qawmiyya] mujabaráticos (mientras que ahora hay mujabaratismo a secas, sin elemento nacionalista [qawmî] o popular).

Pero América Latina está lejos de nosotros geográfica y culturalmente. La verdad es que estamos más influidos por lo que ocurre en Turquía e Irán, sin contar la influencia de lo que pasa en cada país árabe y que influye en los otros. Incluso estamos más influidos por Europa que por América Latina, debido a la cercanía geográfica y los múltiples vínculos que nos vienen de la herencia colonial. Pero no hemos presenciado, ni seguramente presenciaremos a corto plazo, revoluciones como la rusa y la china por lo que se refiere a importancia mundial, sino que presenciaremos el crecimiento de un nuevo movimiento mundial –que algunos han llamado “un internacionalismo nuevo”- en lugar de la vieja izquierda que agonizó al final del siglo pasado. A principios del siglo XXI surge el movimiento contra la globalización neoliberal, que tiene como eje los foros sociales mundiales periódicos. Y efectivamente ha habido vínculos árabes con ese movimiento. Al principio la presencia árabe en él era casi inexistente, más tarde limitada. La mayor parte de ese movimiento son organizaciones no gubernamentales que no están vinculadas con movimientos políticos militantes. Esto indica en mi opinión la continuidad de la mentalidad antigua en los restos de la izquierda, mientras que los embriones que hay son pequeños pero tratan de participar en la medida que pueden hacerlo.

Pero la cuestión principal ante la construcción futura de la izquierda árabe es, naturalmente, sus posiciones y sus prácticas en el ámbito su propia sociedad. Y el fenómeno fundamental que tiene ante sí la izquierda desde finales de los años setenta es que las corrientes salafistas religiosas han ocupado el espacio de la lucha patriótica [watanî] y la oposición popular a los regímenes. Este es el principal problema al que se enfrenta la izquierda árabe. El proyecto izquierdista en el mundo árabe colisiona con ese muro en el terreno de la lucha popular, antes incluso de colisionar contra los regímenes. Por eso digo que la izquierda debe, primero, si quiere reconstruirse, ser completamente izquierda. Cualquier izquierda que mengüe su identidad y oculte algunos de sus valores en aras de colaborar o aliarse con otras fuerzas, religiosas o no religiosas, se encontrará con que esas fuerzas la fagocitarán. La izquierda habrá de ser fiel a todos los valores de autoliberación [taharruriyya] de manera que la distingan de sus competidores en lograr la simpatía de las masas. Eso no significa no relacionarse con otras fuerzas, aunque sean religiosas, en la lucha contra el sionismo y el imperialismo, o para enfrentarse a la represión de los regímenes, pero ello con las condiciones que mencioné antes. En el Líbano, por ejemplo, la izquierda se encuentra del lado de Hizbullah contra la agresión israelí y la hegemonía imperialista, y eso es algo natural. Pero la izquierda libanesa no reconstruirá su fuerza compitiendo con Hizbullah por quien es más en el ámbito patriótico [watanî], ni de manera general en la lucha armada (sobre todo no teniendo ya los comunistas las ayudas o la financiación que tenían antes de la URSS). La hegemonía de Hizbullah en el terreno de la resistencia armada impide que la izquierda pueda eliminar la hegemonía de Hizbullah en este aspecto en un futuro visible. Sin embargo, en otros numerosos ámbitos la izquierda puede distinguirse de todas las otras fuerzas, y el primero de esos ámbitos es el de la lucha de clases. Este campo fundamental es con el que puede romper el muro sectario confesionalista [ta`ifî]. Y naturalmente también la democracia en su sentido profundo, que abarca el laicismo (no sólo “la supresión del sectarismo [tâ`ifiyya] político”), además de los terrenos de la auto-liberación [taharrur] social, muy especialmente en la cuestión del feminismo, como antes se ha mencionado. Todos ellos son cuestiones en las que la izquierda no tiene competidores, y es de sapiencia estratégica evidente por tanto que la izquierda se construya centrándose en ellos.

-¿Qué posibilidades de éxito tiene esa misión?

-La misión, efectivamente, es difícil. He sido muy pesimista en el último cuarto de siglo, tras percatarme del cierre del horizonte ante la izquierda árabe desde principios de los años ochenta. Me di cuenta de que el ascenso de la corriente salafista era consecuencia del fracaso histórico de la antigua izquierda y de la incapacidad de nueva izquierda para imponerse después del año 1967, sabiendo además que hay otros factores, como que los regímenes utilizaron a las corrientes religiosas para golpear a la nueva izquierda. El fracaso de la nueva izquierda dejó un espacio abierto para la corriente religiosa por se esta el único movimiento que no se había probado hasta entonces. Las fuerzas liberales habían mostrado su negligencia frente al imperialismo y el sionismo desde los años cuarenta; los nacionalistas fueron probados después y perdieron su credibilidad; la incapacidad histórica de la izquierda comunista seguidora de la Unión Soviética se confirmó; la nueva izquierda, que apareció después de la guerra de 1967, fracasó. Mi valoración desde principios de los años ochenta fue que la oleada salafista no sería momentánea ni duraría tres o cuatro años, sino que seguiría siendo hegemónica hasta que se produjera una de estas dos cosas:

La aparición de una alternativa dotada de credibilidad.

Su fracaso por una crisis interna.

Y el caso es que ninguna de esas dos cosas se ha producido desde los años ochenta. Sin embargo, hoy veo síntomas de que se están realizando las dos condiciones simultáneamente:

Aparecen síntomas de crisis del movimiento religioso en la experiencia de Gaza y el emirato hamasiano y sus contradicciones internas. Y más importante aún, claro está: la crisis en Irán, que está en sus inicios, no sabemos como evolucionará, pero su profundización no es descartable. E igual que la revolución iraní el año 1979 dio una fuerza enorme de empuje a las distintas corrientes salafistas islámicas, la crisis de la experiencia iraní (si se confirma) contribuirá a provocar la crisis del proyecto salafista en su totalidad y a que pierda credibilidad.

Presenciamos el comienzo del ascenso de una fuerza alternativa a nivel de masas, que se manifiesta en el ascenso de la lucha de clases y de las luchas obreras en cierto número de países árabes, desde Marruecos hasta Jordania e Iraq; en Egipto principalmente, donde se desarrolla desde hace tres años la mayor ola de luchas obreras desde hace más de medio siglo. Este movimiento de clase en Egipto, por primera vez desde la época naserista, ha llevado a la creación de un sindicato independiente, que es el el Sindicato de Empleados de los Impuestos Inmobiliarios, y hay intentos de repetir la experiencia en otros sectores. Por lo que se refiere a la corriente religiosa, está casi ausente en este ámbito, y los activistas sindicales son izquierdistas en el sentido amplio, desde naseristas radicales a marxistas.

-¿Esto son señales para el optimismo?

-Son síntomas, no más, en el momento actual. Pero suficiente para hacerme sentir algo de optimismo por primera vez desde hace más de un cuarto de siglo, aunque sea de manera limitada y cautelosa. Siento que estamos en el umbral de un giro histórico, ante el comienzo del final de la época histórica que siguió al desvanecimiento del movimiento nacionalista panarabista [qawmiyya], y quizás haya síntomas de una nueva ola. Si continúan y se profundizan los dos fenómenos de los que he hablado –la crisis de las corrientes religiosas y el ascenso de la ola de clase- entonces será posible que maduren circunstancias favorables para la construcción del movimiento izquierdista de nuevo. Se perdió la primera oportunidad después de la derrota de 1967, y la izquierda árabe no debería perder la ocasión venidera.

Nuestros queridos dictadores

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MONICA G. PRIETO



Periodismo Humano

Las revueltas no sólo desafían a la represión de los regímenes: también al implícito apoyo occidental a los tiranos mediante la economía



“Es la economía, estúpido!”. La famosa frase James Carville, asesor de Bill Clinton durante la campaña electoral que le llevó a la Casa Blanca en 1992, sirve para responder las preguntas que muchos se hacen. ¿Por qué el insoportable silencio internacional ante los legítimos levantamientos de poblaciones que exigen libertad, dignidad económica y personal y democracia? ¿Por qué se han tolerado durante décadas los abusos a los derechos humanos de las dictaduras aliadas de Occidente que han generado la actual revolución que recorre el mundo árabe, desde Marruecos hasta Arabia Saudí? ¿Qué explicaba las visitas de Estado a regímenes dictatoriales y cleptocracias, los abrazos y besos con los autócratas árabes, las bendiciones a sistemas de Gobierno en las antípodas de la legalidad? La respuesta son miles de millones de dólares y una estabilidad regional que ha beneficiado a Europa y Estados Unidos y su principal aliado regional, Israel, a cambio de la inseguridad de las poblaciones árabes.
El mérito de los manifestantes árabes que están poniendo en serios aprietos, cuando no derrocando, a sus regímenes es enorme. No sólo se enfrentan a un aparato de seguridad represor -lo que les condena, en caso de fracaso, a ser perseguidos y probablemente masacrados- sino también al mundo entero desde el momento en que los dictadores contra quienes se levantan están ligados con el resto de los países mediante vínculos difíciles de borrar: contratos comerciales que no entienden de ideología ni de moral.

Esa es la razón por la cual los documentos de las ONG denunciando torturas, represión, ausencia de libertades y elecciones amañadas nunca arrojaron la más mínima sombra sobre los regímenes amigos: Arabia Saudí, Argelia, Bahrein, Egipto, Emiratos Arabes, el actual Irak, Jordania, Kuwait, Libia, Mauritania, Omán, Qatar, Túnez, Yemen, Sudán, Marruecos… De hecho, consultando los informes redactados por las oficinas comerciales españolas en los citados países nadie desconfiaría de la legitimidad de los regímenes, y sobre todo nadie dudaría de los jugosos negocios que reportan a Estados Unidos o Europa. A costa, eso sí, de los excesos que se cometan contra sus poblaciones. Este es un resumen de lo que querían ver nuestros Gobiernos en Oriente Próximo y el norte de Africa y de lo que veían sus ciudadanos, por lo cual se están levantando en masa contra sus dictadores.

Arabia Saudí.- Con una economía dependiente de la exportación de crudo, Arabia Saudí depende de las exportaciones exteriores dada su escasa productividad en cualquier otro sector. Una circunstancia bien aprovechada por sus socios internacionales. Entre sus principales proveedores figuran EEUU (con negocios valorados en más de 13.600 millones de dólares en 2009) o China (10.800 millones en el mismo año) y de forma más modesta Francia (3.800), Italia (3.500) y Gran Bretaña (3.400). España figura entre los 10 principales países clientes con negocios por valor de casi 3.400 millones de dólares en 2009.


Asimismo, el pasado noviembre negociaba la venta de 200 carros de combate que le habría reportado 3.000 millones de euros, el mayor contrato de la industria armamentística española. ¿Para qué servirían esos carros? Las últimas actuaciones conocidas del Ejército de Arabia Saudí, un régimen wahabi [la versión más radical del Islam suní, que implica la segregación absoluta de sexos y relega a las mujeres a una condición de segunda clase] cuya fuente de jurisprudencia es la Sharia, han tenido como escenario Bahrein y Yemen. En el primero, activistas del reino denunciaron la entrada de militares saudíes para apoyar a la monarquía en la represión de las manifestaciones; en el segundo se produjo hace algunos meses, cuando el Ejército saudí atacó posiciones de los huthis, los rebeldes zaidíes [rama del chiísmo] situados en la frontera entre Yemen y Arabia Saudí, en un ataque sectario.

En el país de la dinastía de los Saud, no sólo la pena de muerte está vigente (se realiza por decapitación y está en aumento, según las autoridades locales porque el crimen está en aumento) sino que también se aplican castigos corporales: las amputaciones de manos y pies por robo o la flagelación por delitos menores como “desviación sexual” -en referencia a la homosexualidad y la sodomía- y la embriaguez. La discriminación de las mujeres, que carecen de los más mínimos derechos -su situación es mucho más grave que en Afganistán- llega incluso a sus propias casas. No tienen derecho a votar ni a conducir, ni siquiera pueden caminar a solas sin un varón que les acompañe. No hay libertad de culto, tampoco libertades sexuales ni libertad de reunión, prensa o de expresión. Los sindicatos están prohibidos, al igual que los partidos políticos. Como a sus socios europeos, a España parece importale poco semejantes minucias. Entre 1993 y 2008, según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, Arabia Saudí invirtió en España más de 70 millones de euros. Los habitantes de Arabia Saudí están convocados a protestas los próximos días 11 y 20 de marzo.

Argelia.- Como en el caso de Marruecos y Mauritania, en Argelia -gran productor de gas- España tiene amplios acuerdos de cooperación que incide positivamente en sus negocios. El gobierno de Madrid es el cuarto país proveedor tras Francia (6144 millones de dólares), China (4.700) e Italia (3.700) con importaciones por valor de casi 3.000 millones de dólares anuales. A cambio, España importa gas argelino por valor de unos 3.900 millones de euros al año, siendo el tercer país cliente del régimen argelino. Entre sus exportaciones figuran aeronaves por valor de medio millón de euros.

Mientras los gobernantes se dan apretones de mano, el estado de emergencia que ha imperado en el país durante 19 años ha justificado detenciones irregulares, procesos judiciales dudosos, desapariciones forzosas, torturas, abusos policiales y restricciones en la libertad de expresión, de prensa y civiles. Desde 1993, se estima entre 30.000 y 40.000 el número de desaparecidos. Los argelinos llevan levantados contra su Gobierno desde el pasado diciembre, y exigen medidas contra el desempleo, la falta de vivienda, la inflación, la corrupción, la falta de libertades… Su primera victoria: la anulación del estado de emergencia que justificaba las detenciones irregulares de miles de personas desde hace décadas. Se estima que hay entre 30.000 y 40.000 desaparecidos.

Bahrein.- Este diminuto reino petrolífero poblado por casi el 70% de chiíes y gobernado por una dinastía suní desde hace dos siglos es un socio comercial privilegiado de Arabia Saudí -de ahí su enorme apoyo a la monarquía bahreiní, basado en interés económico y estratégico porque a Riad no le interesa un levantamiento popular que dé ideas en el interior del reino wahabi- pero también de Japón, Estados Unidos y Alemania por ese orden. A cambio, Bahrein exporta petroleo. Su población chií, mientras tanto, soporta una discriminación hacia los suníes que alcanza todas las esferas: no pueden acceder a puestos públicos ni ingresar en el Ejército, denuncian que sólo pueden acceder a las peores viviendas y cada vez que se han quejado en público han sido reprimidos. Las torturas son habituales en las cárceles como en otros países del Golfo Pérsico, así como el arresto arbitrario de disidentes políticos. Según los activistas, hay unos 400 presos políticos en las carceles del país. El país no llega al millón de habitantes. Las manifestaciones, reprimidas a sangre y fuego, han logrado por el momento la liberación de presos políticos y promesas de reformas democráticas.

Egipto.- Durante los 18 días que duró la revolución popular que derivó en la caída de Hosni Mubarak, apenas se escucharon críticas europeas y las escasas proferidas desde Estados Unidos sonaron a tibias. Examinemos por qué: el primer socio comercial de Egipto es la Unión Europea, que exportó bienes por valor de casi 18.000 millones de euros en 2009. De los países europeos Italia, Alemania, Francia y Reino Unido ocupaban los primeros puestos. España es el sexto exportador del país de los faraones. Estados Unidos, sin embargo, es la tercera potencia exportadora con negocios por valor de unos 5.300 millones de dólares en el citado año. Los informes de las ONG no podían competir con semejante volumen de negocios, por mucho que hablaran de torturas recurrentes, detenciones arbitrarias, violaciones en prisión para obtener confesiones y una total impunidad policial. Sin embargo, millones de egipcios vencieron su miedo y salieron a las calles tumbando la dictadura y haciendo Historia. Uno de los activistas que lanzaron las protestas, Wael Ghonim, lanzaba un mensaje inequívoco a Occidente tras su éxito. “No os habéis metido en 30 años. Por favor, no os metáis ahora”.

Emiratos Arabes Unidos.- El presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha regresado de su gira por el Golfo eufórico por los acuerdos económicos comprometidos con los jeques de Emiratos pero sin mencionar las violaciones de los Derechos Humanos. En EAU -rico en gas y crudo- España ha cerrado negocios por valor de 1.900 millones de dólares sumándose así a países como China, Estados Unidos, Alemania o India, sus principales socios comerciales. A nadie le molesta que en los siete emiratos la mayoría de la población (se estima que el 80%) sean trabajadores asiáticos que carecen de derechos, muchos de los cuales son explotados y viven en condiciones infrahumanas. Las organizaciones defensoras de Derechos Humanos denuncian la falta de protección y la discriminación que padecen. Además en los emiratos las instituciones no son elegidas de forma democrática, y la libertad de expresión y prensa se encuentran con numerosas dificultades.

Kuwait.- Mientras Zapatero se paseaba por Emiratos y Qatar, el rey Juan Carlos estrechaba la mano del Sheikh Sabah al Ahmad al Jaber, el emir de Kuwait, un monarquía supuestamente constitucionalista donde el primer ministro es el sobrino de Al Jaber y donde éste elige la composición el Gobierno. Sus familiares ocupan los principales puestos del poder. No existen partidos políticos aunque se toleran organizaciones ideológicas en el Parlamento electo, que puede ser disuelto -como ha ocurrido ya en cinco ocasiones- por antojo del emir. Estados Unidos, Japón, Alemania y China son sus principales socios comerciales; los hidrocarburos su gran baza. Con Washington tiene una principal relación que explica la existencia de bases norteamericanas en territorio kuwaití. Suficiente para que nadie alce la voz a causa de las violaciones de los Derechos Humanos como las que citaba Amnistía Internacional en su informe de 2009. “Los trabajadores y trabajadoras migrantes seguían sufriendo explotación y abusos y exigían protección de sus derechos. En algunos casos se procedió a su expulsión por haber participado en manifestaciones masivas. El gobierno prometió mejorar sus condiciones. Se procesó a periodistas. Se denunció un caso de tortura. Había al menos 12 personas condenadas a muerte, pero no se tuvo noticia de ninguna ejecución”. Las protestas en Kuwait, muy minoritarias, se han saldado con decenas de heridos. La próxima cita ha sido convocada el 8 de marzo.

Libia.- Petróleo y gas. Desde que Muammar al Gaddafi fue desclasificado como líder terrorista en 2002 y añadido a la categoría de socio occidental, los negocios con la dictadura libia -40 años de tiranía- se dispararon haciendo caso omiso de la represión interna y de la ausencia total de democracia. Gaddafi resultaba demasiado generoso para ser cuestionado cuando invertía 2.000 millones de dólares en Canadá o 30.000 en Estados Unidos. Ahora, el uso de aviación militar contra manifestantes que exigen el final de la tiranía obligan a reaccionar a los dirigentes internacionales. Italia y Alemania son sus grandes socios comerciales, España es el tercer país cliente: importa principalmente petróleo y gas. Entre 1993 y marzo de 2008, invirtió 189,36 millones de euros en Libia. Las exportaciones españolas en material de defensa aumentaron un 7.700% en 2008.

Marruecos.- Las violaciones de Derechos Humanos, principalmente relacionadas con el Sahara Occidental, nunca salen a relucir -ni siquiera en los episodios más violentos- con el socio marroquí, buen amigo de España y aliado de la Unión Europea y Estados Unidos. Entre sus principales socios comerciales figuran Francia, EEUU, Suecia, Alemania y España. Como con Argelia y Mauritania, Madrid mantiene amplios acuerdos de cooperación con Rabat que incluyen la venta de armas y material defensivo. Se estima que España es el principal país proveedor del reino alauí después de Francia, y su mercado representa la principal fuente de exportaciones españolas de todo Africa. En 2009, Marruecos recibió 30 millones de euros en vehículos militares españoles. El régimen de Rabat fue inicialmente comprensivo con los manifestantes, que el pasado 20 de Febrero salieron a las calles para exigir reformas democráticas y económicas, para luego actuar con contundencia ante cualquier atisbo de protesta.

Omán.-En esta monarquía absoluta sin partidos políticos y cuyo sultán, Qabus al Said, derrocó a su padre en golpe de Estado en 1970, los hidrocarburos son la clave de sus excelentes relaciones internacionales. Emiratos, India, Estados Unidos y China son sus principales socios comerciales, entre quienes se cuenta en mucha menor medida España, quien entre 1993 y 2008 ha invertido unos 38 millones de euros en la economía del sultanato. Según la ONG Frontline, los activistas de Derechos Humanos en Oman “sufren hostigamiento, detención arbitraria y torturas al ser interrogados. Cientos de académicos, periodistas y comentaristas fueron detenidos en arrestos masivos, e incomunicados sin ningún tipo de asistencia legal. Omán es signatario de tres de los siete tratados fundamentales de las Naciones Unidas sobre derechos humanos. Las organizaciones independientes de derechos humanos no pueden operar dentro del país”. Las protestas en Omán han costado la vida a dos personas, y exigen respeto por los Derechos Humanos, reformas políticas y económicas que luchen contra la inflación y aumenten los sueldos y libertad de información.

Qatar.- Otro de los destinos del presidente Zapatero que dio importantes frutos económicos, con contratos apalabrados por valor de 3.000 millones de euros -más de 2.700 corresponden a inversiones en una empresa energética y otra de telecomunicaciones y 300 a una caja de ahorros- y uno de los pocos países a salvo, por el momento, de las protestas. Anticipándose a cualquier contestación interna, el régimen de Qatar -una monarquía tradicional donde todas las decisiones recaen en la dinastía reinante- acaba de adelantar las elecciones municipales, un paso más en el lento proceso de reformas iniciado por el jeque Hamad ben Jalifa al Thani. Mantiene excelentes relaciones con todos los bandos, con Occidente, con el mundo árabe y con Irán, lo que le ha convertido en un mediador por excelencia en la región. Japón, Estados Unidos, Alemania e Italia son sus principales países proveedores y España es su séptimo país cliente. En materia de Derechos Humanos, las restricciones a la libertad de expresión -pese a haber creado Al Jazeera- son frecuentes, los activistas son habitualmente hostigados, Internet es vigilado y se acusa al régimen de Al Thani de no garantizar los derechos mínimos de los trabajadores extranjeros. No existen partidos políticos. Los qataríes están llamados a una manifestación a mediados de marzo.

Yemen.- Las protestas duran ya dos meses y son diarias: decenas de miles de yemeníes desafían cada día el despliegue de la Seguridad y también de los fieles del dictador Abdula Ali Saleh, 32 años en el poder, para exigir el final de la dictadura. Las primeras concesiones no tardaron en producirse ante la presión popular: Saleh renunció a la reforma constitucional que preparaba para permanecer en el puesto de forma vitalicia, luego renunció a que su hijo le sucediese, después anunció que no renovaría su mandato tras 2013, cuando éste expirará oficialmente, y ahora ofrece un Gobierno de unidad nacional que la oposición y los activistas rechazan. El dictador cada día está más solo: incluso su tribu, así como otros clanes determinantes del país más pobre de Oriente Próximo, le han retirado su apoyo. El principal clérigo yemení, Abdul Majid al Zindani, se ha unido a los manifestantes, que exigen su salida inmediata y la instauración de una democracia. Su riqueza también reside en los hidrocarburos, y sus principales socios comerciales son China, India, Emiratos y Estados Unidos, con quien mantenía estrechas relaciones militares que permitieron bombardeos secretos norteamericanos contra supuestos objetivos de Al Qaeda que se atribuyó el propio Saleh, según se desveló mediante las filtraciones de Wikileaks. En materia de Derechos Humanos, las torturas, la represión, la falta de libertades, la detención arbitraria de disidentes y la colaboración con el programa de rendiciones extraordinarias norteamericano -el secuestro de ciudadanos que son interrogados en terceros países para permitir el uso de torturas en la obtención de confesiones- es algo habitual. Se estima que unas 30 personas han muerto ya en las manifestaciones.

Túnez.- Los 20 años en el poder de Ben Ali le dieron el poder sobre la economía tunecina y forjaron vínculos con Francia, Italia, Alemania y Estados Unidos entre otros países occidentales en forma de contratos. La cleptocracia fue derrocada por el movimiento popular revolucionario que estalló tras la inmolación de un joven de provincias extendiéndose por todo el norte de Africa y Oriente Próximo. Los motivos económicos -el alto desempleo, el alza de los precios, la escasez de vivienda- se combinaron con una población educada y hastiada por la corrupción del régimen, pero como en el resto de las protestas las violaciones de los Derechos Humanos, desde la represión policial hasta la discriminación o la falta de libertades, también jugaron un papel.