domingo, 26 de abril de 2009

No pudo ser en Tenerife

No hay comentarios:
No pudo ser en Tenerife. Lo que no puede ser, se queda sólo en proyecto, en pensamiento, en ilusiones. Estoy de acuerdo con la mayoría de los colegas periodistas que se perdió con dignidad, incluso diría con una imagen más que aceptable, pero se perdió. Martín Alonso refleja en su comentario de opinión en Canariasahora.es una gran verdad, la diferencia goleadora de un equipo al otro, a favor del Tenerife, por supuesto. Esos 63 goles blanquiazules contra 40 de los amarillos, lo dice casi todo, pero lo que más cuenta son los 25 puntos de diferencia. No hay que darle vuelta de hojas, y casi tiene una sola lectura, esta temporada el Tenerife ha sido superior a la Unión Deportiva, aunque podamos recurrir en relación al partido del pasado sábado a algunos argumentos alrededor del contexto, a que si en el primer tiempo se hubiese marcado, si Marcos Márquez hubiese estado más activo, que Jorge mejoró mucho en el centro del campo, que el conjunto de Javier Vidales dominó, pero en definitiva quién marcó los dos goles fueron los chicharreros. Y mi gozo en un pozo.

Y ojo que ahora viene el Huesca, y si nos fijamos en la clasificación, el Alavés que gano en Girona, está a cinco puntos de los amarillos, y menos mal que tenemos el gol average general a nuestro favor, porque el particular estamos empatados, lo que significa que en vez de cinco puntos son seis. Algo es algo. Pero es triste estar mirando de nuevo para la parte baja de la clasificación. Esperemos que con el Huesca no se produzcan tropiezos que haría jugar con fuego a la Unión Deportiva Las Palmas. Los ocenses perdieron con la Real Sociedad, aunque siguen en una posición más cómoda que los amarillos. Pero no habrá que confiarse en absoluto, que luego viajamos a Vigo, y las cosas se podrían complicar sino se obtienen los dos puntos frente al Huesca. Hay que ser optimistas, y pensar en la victoria.

lunes, 13 de abril de 2009

La eterna lucha del Sahara

No hay comentarios:
El Sahara Occidental está otra vez en ebullición. En realidad eso de ebullición me parece una chorrada por mi parte, la realidad es que el pueblo saharaui intensifica por estos días su lucha por la independencia, aunque la desigualdad de fuerzas con Marruecos es obvio resaltarlo.

La pasada semana, La Unión Nacional de Mujeres Saharauis organizó una marcha internacional contra el muro construido por Marruecos, que unió a miles de saharauis y a simpatizantes por la causa del pueblo de Sahara Occidental venidos de todas partes del mundo, y que por desgracia terminó con un joven saharaui  con la pierna amputada, al tropezar con una de las minas antipersonas colocadas por los alauitas. Brahim Hussein Labeid, un joven de 16 años, fue la nueva víctima de este “muro de la vergüenza”, que cubre 2.800 kilometros de edificación defensiva.

Los jóvenes y las mujeres saharauis están presionando a la dirección del Frente Polisario para retomar las armas y continuar la lucha contra Marruecos, hasta expulsarlos de las tierras saharauis. ”Estamos teniendo enormes dificultades para contener a una parte importante de nuestro pueblo que nos presionan para volver a la guerra”, declaró el presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz a la agencia de prensa “Europa Press”.

A pesar de los precarios recursos de que disponen, este capital humano y la ayuda internacional ha permitido poner en marcha un eficaz sistema de educación con un nivel de alfabetización del 90 por ciento y una red de centros sanitarios precarios pero funcionales con presencia en cada una de las ‘wilayas’ o campamentos. Estos campamentos levantados con jaimas y casas bajas de adobe llevan los nombres de las añoradas ciudades del Sáhara Occidental: El Aaiún -capital de la antigua provincia española- o Esmara.

En este difícil contexto los medios de comunicación son un factor fundamental para mantener la esperanza de los refugiados saharauis. El pasado 2 de abril comenzó sus emisiones regulares la televisión saharaui, TVRASD, con cuatro horas de programación diaria en emisión analógica convencional y otra hora -que se reparten dos informativos en directo, uno a las 15.30 y otro a las 21.30 horas- de emisión vía satélite Intelsat que ahora pueden ver incluso los saharauis de la zona ocupada por Marruecos.

La emisión terrestre es posible gracias a la instalación de repetidores en los alrededores de Tinduf, ciudad argelina en torno a la que se establecieron los campamentos de refugiados tras la invasión militar alauí y entre sus programas incluye, además, de los informativos, emisiones sociales, documentales y musicales. Estos programas se elaboran desde un edificio de Rabuni donde las autoridades guardan celosamente un equipo bastante adecuado con cámaras DVCam, Autocue -el aparato en el que los presentadores leen los textos de las noticias mientras miran a cámara- y salas de edición completamente digitalizadas.

Los saharauis también están orgullosos de su Radio Nacional Saharaui (RNS), que comenzó sus emisiones el 28 de diciembre de 1975 y en la actualidad incluye en su programación una hora diaria en español. La señal en MW puede captarse en toda la zona del Magreb e incluso desde España, pero no en Marruecos, donde las autoridades la interfieren, y en WS, formato que permite que RNS llegue hasta los ‘cubarauis’ de la isla caribeña.

Esta radio se elabora desde unos contenedores adosados y con equipo donado por las autoridades de la Comunidad Autónoma Vasca.
Mientras, al otro lado del muro de separación marroquí, los activistas saharauis continúan trabajando por la defensa de los Derechos Humanos en un entorno marcado por la marea de colonos marroquíes llegados a la zona desde la Marcha Verde de 1975. Ahora la población de origen marroquí supera en número a la saharaui y los activistas prosaharauis son acosados y detenidos. Manifestarse contra la unidad sagrada del reino alauí es un delito en Marruecos.

Grupos como la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos del Sáhara Occidental (AFAPREDESA) o la Asociación de Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos por parte de las Autoridades Marroquíes (AVVDHAM) denuncian regularmente estos hechos, aunque son negados sistemáticamente por Marruecos, afirmando que es pura propaganda argelina.